Lo que piden siete millones de personas en las calles
Para tomar las riendas en la lucha contra el cambio clim¨¢tico debemos cambiar nuestro modo de consumo, desde nuestra alimentaci¨®n o ropa, a los aparatos el¨¦ctricos y electr¨®nicos o la energ¨ªa
M¨¢s de 7 millones de personas salieron a la calle el pasado mes de septiembre para reclamar acciones ante la crisis clim¨¢tica. Desde Kampala a Madrid, en 185 pa¨ªses, la poblaci¨®n se hac¨ªa eco de las advertencias de la ciencia, ya muy harta de la pasividad de gobiernos y empresas para enfrentarse a uno de los desaf¨ªos m¨¢s acuciantes de la humanidad.
Gracias a estas movilizaciones, las manifestaciones m¨¢s masivas por el clima, empezamos a poner las cosas en su sitio. El cambio clim¨¢tico ya no es un problema de cuatro visionarios catastrofistas, sino que una buena parte de la poblaci¨®n es consciente de la gravedad de la situaci¨®n y de la necesidad de actuar a marchas forzadas, a consecuencia de la inopia en la que los gobiernos han fingido vivir durante largos a?os.
Avanzar hacia un sistema energ¨¦tico limpio es una de las claves para caminar en la senda de la transici¨®n ecol¨®gica
A pesar de nuestra capacidad para planificar, incluso para planificar a muy largo plazo, todav¨ªa no somos capaces de asimilar las implicaciones de la crisis clim¨¢tica en la vida seg¨²n la conocemos. Est¨¢ claro que el modelo de producci¨®n y consumo actual entra en total contradicci¨®n con la vida en la Tierra, la supervivencia del ser humano y de los ecosistemas. Este modelo corto de miras busca el beneficio en el m¨ªnimo plazo posible, y esto es incompatible con un planeta y una biodiversidad (para muchos simples recursos) que han tardado millones de a?os en desarrollarse.
Afortunadamente, las cosas cambian, la gente evoluciona y se revoluciona. La pasividad ya no es una opci¨®n, y a la vez que reclamamos leyes, medidas y acuerdos que garanticen acciones reales ante la emergencia clim¨¢tica, tambi¨¦n como ciudadan¨ªa activa buscamos alternativas y soluciones a nuestro alrededor. A un nivel m¨¢s local, necesitamos formas de actuar que no nos hagan enloquecer qued¨¢ndonos de brazos cruzados en nuestras casas mientras un pu?ado de pol¨ªticos discuten sobre nuestra vida actual y futura.
Para tomar las riendas, podemos incidir en diferentes planos de nuestro consumo, desde nuestra alimentaci¨®n hasta nuestro consumo de ropa, aparatos el¨¦ctricos y electr¨®nicos, o en el uso e incluso producci¨®n de nuestra energ¨ªa. A nadie se le escapa la responsabilidad de nuestro modelo energ¨¦tico basado en la quema de combustibles f¨®siles en la crisis clim¨¢tica. Por tanto, avanzar hacia un sistema energ¨¦tico limpio es una de las claves para caminar en la senda de la transici¨®n ecol¨®gica.
En este punto es donde se enarbola la Energ¨ªa Comunitaria. Proyectos energ¨¦ticos de todo tipo con un denominador com¨²n: las personas son las protagonistas en estas iniciativas descentralizadas de energ¨ªa renovable.
?Y c¨®mo podemos participar en estas propuestas de energ¨ªa colectiva? De muy diversas formas: proponer el autoconsumo colectivo en tu comunidad de vecinos; cambiar tu contrato de la luz a una empresa de energ¨ªa renovable (en muchos casos cooperativas), crear una comunidad energ¨¦tica desde cero; participar en una compra colectiva de paneles solares con lo que ahorrar¨¢s un 30%, participar simb¨®licamente en un proyecto renovable¡ ?Opciones no faltan!
No podemos dejar pasar las oportunidades ni las ganas de actuar y movernos. Siempre es ahora, as¨ª que, ?qu¨¦ mejor momento para dar el paso?
Teresa Rodr¨ªguez Pierrard es responsable de comunicaci¨®n en Amigos de la Tierra
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