¡®Frozen II¡¯: Disney se acobarda y renuncia a hacer historia
Elsa no tendr¨¢ una novia en la pel¨ªcula que se acaba de estrenar, pese a la campa?a organizada para acabar con los estereotipos del cine animado
Desde el mismo momento, all¨¢ por 2013, en el que el fen¨®meno Frozen lleg¨® a las pantallas para convertirse en uno de los mayores ¨¦xitos ¡ªy m¨¢s inesperados¡ª de la historia del cine reciente, los seguidores del filme comenzaron a especular y teorizar sobre la supuesta homosexualidad de Elsa, la reina del fr¨ªo. Como prueba, los 70 millones de resultados que Google arroja al usuario que teclee en el buscador las palabras clave "Elsa gay". La ausencia de un inter¨¦s rom¨¢ntico, la reivindicaci¨®n del machacante Let it go (Su¨¦ltalo) como himno gay y la necesidad de un cambio en la cl¨¢sica heteronormatividad de las princesas Disney, supusieron el caldo de cultivo de un debate p¨²blico que se ha extendido vehemente durante a?os y cuyo final parec¨ªa dilucidarse con motivo del estreno de la segunda parte de esta historia.
"Para que los ni?os no viesen el lesbianismo como algo negativo, para que se pudiera acabar con el 'bullying' en las aulas por causas de orientaci¨®n y para que, en un futuro, Elsa pudiera ser un arma empoderante para las futuras adolescentes"
Miriam Guijarro, coordinadora del grupo de cultura de la FELGTB
Frozen II acaba de estrenarse en las salas de cine con la intenci¨®n no solo de cumplir con las alt¨ªsimas expectativas taquilleras, sino de manejar las esperanzas de la legi¨®n de espectadores que esperan un paso adelante definitivo y expl¨ªcito por parte de Disney en lo que a la representaci¨®n de personajes LGTBI se refiere. Un hito para el que habr¨¢ que esperar, cuando menos, hasta la tercera entrega.
¡°Ten¨ªa muy claro que Elsa no estaba preparada para una relaci¨®n. Es muy t¨ªmida. Lo importante de esta pel¨ªcula es que es una mujer que lleva sobre sus hombros el peso de un reino y que tiene que lidiar con un poder extraordinario¡±, advirti¨® Jennifer Lee, codirectora del filme. ¡°Estamos muy orgullosos de que la pel¨ªcula no gire en torno a ning¨²n romance¡±, a?adi¨® Idina Menzel, la actriz que le da voz en la versi¨®n original.
Durante la gira de promoci¨®n de Frozen II, los responsables de la misma no titubearon a la hora de disipar cualquier duda al respecto: no hay nada que confirme que Elsa sea lesbiana. A pesar de que durante este tiempo se han mostrado ¡°emocionados¡± por la conversaci¨®n generada y no descartan abordar su sexualidad en futuras entregas, defienden que la historia de Elsa es la de una mujer independiente que intenta conocerse a s¨ª misma. Sin la necesidad, por tanto, de inter¨¦s rom¨¢ntico alguno, ya sea homosexual o heterosexual. Un hecho que, teniendo en cuenta el historial sentimental de las princesas Disney, ya supone una revoluci¨®n en s¨ª mismo.
Pero entre los fans m¨¢s ac¨¦rrimos de la saga la sensaci¨®n es la de una oportunidad perdida. ¡°Por supuesto que estar¨¦ decepcionada¡±, confiesa Caroline, una tuitera que espera ansiosa el estreno y que con cerca de dos mil seguidores en su cuenta (@sobering_stairs) es una de las defensoras m¨¢s populares de la homosexualidad de Elsa. ¡°Creo que hablo por toda la comunidad LGTB cuando digo que estamos infrarrepresentados, y ver a un personaje tan ic¨®nico como Elsa ser retratada como lesbiana me cambiar¨ªa la vida¡±, afirma. Kristina, estudiante y tambi¨¦n figura activa de la comunidad de fans de Frozen en la red social (@entirehearts), asegura que ¡°es triste que no se atrevan a hacerlo cuando la oportunidad est¨¢ ah¨ª y cuentan con el apoyo de una gran masa social¡±. ¡°Para la gente joven, Elsa puede ser todo lo que ya no puede ser para m¨ª¡±, a?ade Alejandro, un guionista de 29 a?os que adquiri¨® su entrada para ver la pel¨ªcula con semanas de antelaci¨®n. ¡°Para m¨ª tendr¨ªa un significado meramente simb¨®lico: el de ver c¨®mo una pel¨ªcula as¨ª me habr¨ªa ayudado a gestionar los sentimientos sobre mi sexualidad mucho mejor que como lo hice¡±.
La Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) considera ¡°muy positivo¡± el movimiento espont¨¢neo que reivindica a Elsa como un icono homosexual. Aunque consideran coherentes las explicaciones de Disney sobre el arco argumental de la protagonista, inciden en la relevancia que tendr¨ªa que uno de los personajes de mayor impacto en el p¨²blico infantil pudiera presentarse como una mujer lesbiana. ¡°Para que los ni?os no viesen el lesbianismo como algo negativo, para que se pudiera acabar con el bullying en las aulas por causas de orientaci¨®n y para que, en un futuro, Elsa pudiera ser un arma empoderadora para las futuras adolescentes¡±, explica a ICON Miriam Guijarro, coordinadora del grupo de cultura de la FELGTB. Entre los hitos achacables a la primera entrega, uno de los que m¨¢s titulares cosech¨® en los medios fue el hecho de que ni?os varones de todo el mundo apostaran por lucir en p¨²blico disfraces de Elsa. Y, entre ellos, los hijos de celebridades como Adele o Charlize Theron.
Como sucediera con la primera entrega, aquel que quiera ver gui?os a la comunidad LGTB en 'Frozen II' los encontrar¨¢. El viaje de maduraci¨®n y autoconocimiento de Elsa puede servir como una perfecta met¨¢fora de lo que supone salir del armario
?Qu¨¦ frena entonces a Disney? La respuesta: dinero y pol¨ªtica. La multinacional de Mickey Mouse es m¨¢s que consciente de la repercusi¨®n social y el efecto econ¨®mico que una representaci¨®n expl¨ªcita de la homosexualidad de Elsa supondr¨ªa para sus arcas. Cuando el hashtag #GiveElsaAGirlfriend (Dadle una novia a Elsa) se convirti¨® en viral all¨¢ por 2016, los sectores m¨¢s conservadores de Estados Unidos respondieron con una campa?a reaccionaria que apostaba por continuar con el cl¨¢sico pr¨ªncipe encantador y a la que se adhirieron m¨¢s de 300.000 firmantes digitales.
En 2017, el remake en imagen real de La bella y la bestia tambi¨¦n se enfrent¨® a los boicots de pa¨ªses como Malasia o Rusia, que tacharon de gay al personaje de LeFou (interpretado por Josh Gad). El Ministerio de Cultura ruso debati¨® sobre si el filme violaba la ley contra la propaganda de la homosexualidad, y finalmente termin¨® estrenando la pel¨ªcula, pero con la clasificaci¨®n de ¡®No recomendada para menores de 16 a?os¡¯.
Los cerca de 30 millones de euros que la primera entrega de Frozen recaud¨® en Rusia pueden ayudar a entender qu¨¦ significar¨ªa para Disney el veto de ciertos pa¨ªses a un filme de animaci¨®n por contar con una protagonista lesbiana. Quienes pensaban que quiz¨¢ la segunda pel¨ªcula de animaci¨®n m¨¢s taquillera de la historia (desbancada del primer puesto por El rey le¨®n) presume del m¨²sculo suficiente como para hacer frente a repercusiones de este calibre, se equivocaban.
Tambi¨¦n en Espa?a provoc¨® una controversia pol¨ªtica la identificaci¨®n de la reina de Arendelle con la comunidad gay. Alicia Rubio, diputada de Vox en la Asamblea de Madrid, critic¨® en 2018 la normalizaci¨®n de ¡°modelos y comportamientos homosexuales¡± en el entretenimiento infantil y, especialmente, en el filme de Disney: ¡°Si Frozen es lesbiana, la ni?a tambi¨¦n va a querer el vestidito y va a querer a la amiguita¡±. Guijarro considera que sus palabras son la mejor prueba de lo urgente que es apostar por la inclusi¨®n. ¡°La cultura LGTB tambi¨¦n es importante para las personas que no pertenecen al colectivo, ya que es el arma principal para eliminar estereotipos, prejuicios e, incluso, evitar agresiones. Si esa cultura nos ofrece mensajes de diversidad y respeto que incorporamos a nuestro imaginario, cada vez tendr¨¢n menos calado los mensajes de odio, como los de Alicia Rubio¡±.
Como sucediera con la primera entrega, aquel que quiera ver gui?os a la comunidad LGTBI en Frozen II los encontrar¨¢. El viaje de maduraci¨®n y autoconocimiento de Elsa puede servir como una perfecta met¨¢fora de lo que supone salir del armario y en su banda sonora hay canciones ¡ªcomo Into the unknown (Mucho m¨¢s all¨¢) o Show yourself (Mu¨¦strate a ti misma)¡ª que permiten reinterpretar su significado literal como conductores del filme y erigirse como nuevos himnos empoderadores.
Pero entre los fans se extiende la idea de que la escena que marcar¨¢ un antes y un despu¨¦s en sus vidas, el esperado beso de amor ¡ªl¨¦sbico¡ª que romper¨¢ el hechizo en el reino del hielo heteronormativo, todav¨ªa est¨¢ por suceder.
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