Laurent Fabius: ¡°La socialdemocracia se olvid¨® de la naturaleza¡±

Laurent Fabius (Par¨ªs, 1946) es un hombre de Estado que ha presidido los tres poderes democr¨¢ticos en Francia: el Ejecutivo, como el jefe de Gobierno m¨¢s joven de Europa con 37 a?os, el Legislativo (dos veces presidente de la Asamblea Nacional) y, desde marzo de 2016, preside el Consejo Constitucional, que traducido al espa?ol aunar¨ªa el Consejo de Estado y el Tribunal Constitucional, corte de la que carece el sistema franc¨¦s. Este mi¨¦rcoles particip¨® en un seminario internacional organizado por la Universidad de Castilla-La Mancha y la Carlos III de Madrid sobre la crisis clim¨¢tica. Como ministro de Asuntos Exteriores presidi¨® la COP 21, la conferencia sobre el clima que condujo al celebrado Acuerdo de Par¨ªs de 2015, firmado por 180 pa¨ªses, cuando todav¨ªa Donald Trump no presid¨ªa el pa¨ªs m¨¢s poderoso y contaminante de todos. Con raya diplom¨¢tica y corbata gris, atendi¨® a EL PA?S tras su intervenci¨®n en el seminario subtitulado Del pacto global a la convenci¨®n sobre el delito de ecocidio.

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PREGUNTA: Los ¨²ltimos informes cient¨ªficos alertan de la aceleraci¨®n del deterioro provocado por el cambio clim¨¢tico. ?Quienes nos alertaban fueron demasiado optimistas?

RESPUESTA: Sobre todo han sido muy poco escuchados. Pero lo dram¨¢tico es que sigue ocurriendo. Los cient¨ªficos han hecho un gran trabajo. Los estados tambi¨¦n han realizado una labor muy importante, que se materializ¨® con el Acuerdo de Par¨ªs. Por primera vez, todos los pa¨ªses del mundo, 180, aceptaron los objetivos: no m¨¢s de 1,5? o 2? C de aumento de la temperatura de aqu¨ª a 2100. Pero, y es un pero may¨²sculo, cuando observamos la realidad, los compromisos no se respetan y contin¨²a el deterioro. La pregunta es: ?qui¨¦n es responsable y qu¨¦ podemos hacer para modificarlo? Yo creo que ciertos estados y ciertos dirigentes tienen una responsabilidad particular

P. ?Como qui¨¦nes?

R: Bueno, no vamos a entrar en eso. Pero todos pensamos de inmediato en el presidente estadounidense. Yo pienso tambi¨¦n que el sector en torno a la energ¨ªa (el carb¨®n, el petr¨®leo, el gas) tiene una responsabilidad particular. A la inversa, porque hay que fijarse tambi¨¦n en las esperanzas, hay elementos positivos. Los avances tecnol¨®gicos que hacen que las energ¨ªas renovables sean cada vez menos caras frente a las f¨®siles; la movilizaci¨®n de la juventud, que es algo extremadamente positivo. Y est¨¢ la toma de conciencia sobre este fen¨®meno. Cada vez m¨¢s ¡ªy espero que sea el caso al final de esta COP 25¡ª hay un mayor compromiso de Europa. A menudo me preguntan: ?usted es optimista o pesimista? Soy voluntarista. No hay otra elecci¨®n.

En 2020 ¡°habr¨¢ sat¨¦lites capaces de medir en tiempo real el volumen y origen de las emisiones¡±

P: S¨ª, pero hay incluso quien defiende una ¡°realidad alternativa¡±. Y la desinformaci¨®n campa a sus anchas. ?Todo eso no va a perjudicar a¨²n m¨¢s esa lucha tan necesaria?

R: S¨ª, el mayor contratiempo que nos hemos encontrado es que en determinados sectores hay quien ya no distingue la verdad de la mentira. Pero, en materia clim¨¢tica, no es el caso. Ahora mismo, salvo ciertos grupos en EE UU o en Brasil, en la inmensa mayor¨ªa de los pa¨ªses, la poblaci¨®n no cuestiona el fen¨®meno. Y los cient¨ªficos aportan elementos que no pueden cuestionarse.?

P: ?Qu¨¦ tipo de pol¨ªtica se necesita para abordar un fen¨®meno as¨ª en un tiempo como el nuestro?

R: La informaci¨®n, la educaci¨®n, la movilizaci¨®n, dar relevancia a los cient¨ªficos, los procedimientos de evaluaci¨®n, el uso de tecnolog¨ªas. Por ejemplo, a partir del a?o pr¨®ximo van a estar en circulaci¨®n sat¨¦lites que ser¨¢n capaces de medir en tiempo real el volumen y el origen de las emisiones de CO2. Un pa¨ªs no podr¨¢ decir, no, este CO2 viene del vecino, yo no tengo nada que ver. Todo lo que pueda hacer avanzar la informaci¨®n sobre la realidad cient¨ªfica es muy importante. Pero no es suficiente. Hay que poner ejemplos de cosas que pueden modificar en un sentido positivo.

P: ?Qu¨¦ ejemplos pueden servir?

¡°Si queremos tener ¨¦xito contra el cambio clim¨¢tico hay que preocuparse de los aspectos sociales¡±

R: Las formas de consumo y del mundo agr¨ªcola, donde vamos a recuperar ciertos paisajes, o en las relaciones humanas, la econom¨ªa circular, que va a permitir tambi¨¦n reutilizar ciertas cosas que hasta ahora se derrochaban.

P: El retorno de los nacionalismos es uno de los desaf¨ªos que afronta la Uni¨®n Europea. ?Qu¨¦ camino deben recorrer quienes siguen creyendo en el proyecto europeo?

R: No es simplemente un desaf¨ªo para la UE, es un desaf¨ªo para el mundo entero. Hay que aspirar al multilateralismo en un momento en el que, desgraciadamente, est¨¢ en cuesti¨®n. Por lo que a Europa respecta, debe dar ejemplo. Europa no es la mayor productora de CO2, pero todo el mundo tiene que poner de su parte. Y a?ado un punto que para m¨ª es muy importante. No podemos abordar de manera ¨²til la cuesti¨®n clim¨¢tica si no abordamos tambi¨¦n las consecuencias sociales de luchar contra el cambio clim¨¢tico. Es lo que llamamos la ¡°transici¨®n justa¡±. Es verdad que si, aqu¨ª mismo en Espa?a, por ejemplo, se van a cerrar las centrales de carb¨®n, hace falta que los que trabajen en ese sector encuentren un asidero. Si queremos tener ¨¦xito, y es absolutamente necesario tener ¨¦xito en la lucha contra el cambio clim¨¢tico, no hay que preocuparse solo del aspecto t¨¦cnico o tecnol¨®gico, sino tambi¨¦n de los aspectos sociales.

Los socialdem¨®cratas no tuvieron en cuenta el elemento ¡°naturaleza¡±. ?Por qu¨¦? Porque la socialdemocracia naci¨® para defender a los obreros

P: Varios de los fen¨®menos que usted se?ala se ven acompa?ados adem¨¢s de la crisis de la socialdemocracia, que ha sido su familia pol¨ªtica durante toda su vida. ?Qu¨¦ an¨¢lisis hace de esa crisis?

R: Bueno, ahora que soy presidente del Consejo Constitucional no me puedo pronunciar sobre cuestiones pol¨ªticas. Y no es una manera de escapar a su pregunta. Ahora bien, desde un punto de vista m¨¢s bien hist¨®rico, casi filos¨®fico, la socialdemocracia se defini¨® por su compromiso social, el rol de los sindicatos, la conciliaci¨®n entre el capital y el trabajo. ?Y qu¨¦ vemos hoy? De una parte, los socialdem¨®cratas no tuvieron en cuenta el elemento ¡°naturaleza¡±. ?Por qu¨¦? Porque la socialdemocracia naci¨® para defender a los obreros que trabajaban en condiciones extremadamente dif¨ªciles y hab¨ªa una discusi¨®n entre capital y trabajo, pero el elemento naturaleza no entraba en absoluto en esa discusi¨®n.

P: ?Y ese fue su gran error?

R: Fue un error colectivo, en todo caso. Esa ha sido la aportaci¨®n de los ecologistas: hacer comprender que el elemento ¡°naturaleza¡± era determinante. Pero eso, que supone una larga discusi¨®n filos¨®fica, no fue cosa solo de los socialdem¨®cratas. Era la f¨®rmula del fil¨®sofo franc¨¦s Ren¨¦ Descartes, ¡°el hombre es el due?o y poseedor de la naturaleza¡±. Ahora vemos que el hombre mismo es un elemento de la naturaleza y que debe contar con la naturaleza, y ah¨ª est¨¢n todos los trabajos de Michel Serres sobre el contrato natural. Y eso, la socialdemocracia, no lo ha integrado. Comienza a hacerlo. Otro aspecto es que la socialdemocracia ha trabajado a nivel nacional, a veces europeo, pero muy poco a nivel internacional. Por supuesto, estaba la idea del internacionalismo, pero bueno. Hoy d¨ªa, en un mundo globalizado, ?cu¨¢l es la respuesta socialdem¨®crata a lo que pasa en China, en Estados Unidos, en Am¨¦rica Latina? Yo creo que la idea de que la justicia social debe acompa?ar al progreso econ¨®mico y al progreso ecol¨®gico. La conciliaci¨®n de esos tres elementos sigue siendo deseable, pero no ha sido el modelo de la socialdemocracia tradicional.