?Qu¨¦ fue de la reforma constitucional?
A d¨ªa de hoy Espa?a encabeza el ranking de pa¨ªses que menos han reformado su carta magna
En lo m¨¢s crudo de la crisis econ¨®mica hab¨ªa cierto debate sobre la reforma de la Constituci¨®n. De hecho, a medida que la crisis mut¨® en pol¨ªtica, todos los partidos salvo el PP la incorporaron en sus programas. Incluso el Gobierno de Rajoy dec¨ªa que no se cerraba en banda a ello. Sin embargo, progresivamente, el tema fue saliendo de la agenda. El Gobierno S¨¢nchez, que en noviembre del a?o pasado impuls¨® una reforma para suprimir los aforamientos, no ha vuelto a mencionarla, y hoy hasta Podemos reivindica la carta magna.
En estos a?os pasados, la reforma constitucional ha tenido algo de tot¨¦mico, invocada como la soluci¨®n final a nuestros males. Sin embargo, incluso cuando se intenta pasar de las musas al teatro, la dispersi¨®n sobre el tema es notable. Ya se hable del T¨ªtulo VIII de la organizaci¨®n territorial del Estado, el T¨ªtulo I sobre derechos y deberes o sobre la Corona, las posiciones son muy dispares. Y aunque el consenso sea el punto de llegada, no de arranque, los principales partidos han cerrado con llave esta discusi¨®n.
Esto, por supuesto, no contraviene la necesidad de dicha reforma. A d¨ªa de hoy Espa?a encabeza el ranking de pa¨ªses que menos han reformado su carta magna. Si comparamos con pa¨ªses democr¨¢ticos de edad democr¨¢tica similar, solo Polonia la ha reformado menos veces. Portugal, Grecia o Eslovenia nos doblan o triplican en enmiendas. Y dif¨ªcilmente el texto no necesita ajustes en su crisis de los 40. Una Constituci¨®n ¨²til por su flexibilidad cuando arranc¨® la democracia, pero que ha ido ganando en rigidez las ¨²ltimas d¨¦cadas.
Con todo, la raz¨®n que se alega con m¨¢s frecuencia para no afrontarla es que no se dan las condiciones. En concreto, que no hay mayor¨ªas suficientes y que los partidos est¨¢n polarizados, particularmente en la dimensi¨®n territorial. Pero, a mi juicio, hay un temor concreto que explica la desaparici¨®n de este tema de la agenda. Con 35 diputados cualquier formaci¨®n podr¨ªa pedir un refer¨¦ndum sobre la enmienda constitucional, incluso siendo menor ?Se imaginan una consulta constitucional en este contexto? ?Y si mutara en un refer¨¦ndum sobre la Constituci¨®n en s¨ª misma y se viera expl¨ªcito el apoyo al sistema en algunos territorios?
Por descontado, esta situaci¨®n no impide otras reformas de calado. Es m¨¢s, los principales cambios sociales que nos urgen, desde la educaci¨®n a la justicia o la ley laboral, requieren de Leyes Org¨¢nicas, 176 diputados. Pero, en un contexto en el que hasta el Gobierno es incierto, donde acariciar esa cifra en una alianza parlamentaria es meritoria, cualquier reforma que pase por la Constituci¨®n ha pasado a ser impensable en el corto y medio plazo. La pregunta es cu¨¢nto tiempo ser¨¢ sostenible.
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