Trump vs. ¡®tasa Google¡¯
Washington utiliza poderes p¨²blicos para defender intereses privados; Europa no puede ceder ante las amenazas arancelarias
Donald Trump ha amenazado directamente a Francia y a otros pa¨ªses europeos, entre ellos Espa?a, con la imposici¨®n de aranceles como represalia a la aplicaci¨®n de la llamada tasa Google. No est¨¢ de m¨¢s recordar que dicha tasa no es una exigencia tir¨¢nica ni arbitraria, sino que responde al hecho demostrado y p¨²blicamente denunciado de que las grandes tecnol¨®gicas estadounidenses eluden el pago de impuestos mediante operaciones de distracci¨®n, derivando contabilidades e ingresos a zonas de baja presi¨®n fiscal. Europa pretende, con toda raz¨®n, que las llamadas plataformas o gigantes de la econom¨ªa digital paguen impuestos all¨¢ donde consiguen los clientes; por ejemplo, en los pa¨ªses europeos donde operan.
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Las amenazas de Trump tienen una lectura inquietante: la Administraci¨®n estadounidense utiliza los instrumentos del Estado para defender estrategias empresariales privadas. En la econom¨ªa pol¨ªtica cl¨¢sica este modelo de acci¨®n se asociaba a pol¨ªticas imperialistas o colonialistas. Las tecnolog¨ªas van detr¨¢s de la bandera, como anta?o hicieron los intereses comerciales. Esta confusi¨®n entre econom¨ªa privada y poderes p¨²blicos es una pr¨¢ctica conocida, pero el equipo econ¨®mico de Trump la realiza con descaro, a la vista de todos y como si estuviera plenamente legitimada en la econom¨ªa global.
El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, ha explicado que Francia responder¨¢ a las amenazas de Washington y que esa respuesta estar¨¢ respaldada por Europa. Esa ser¨ªa la estrategia correcta. Trump y su negociador comercial, Robert Lighthizer, parecen dispuestos a considerar como ¡°antiamericana¡± cualquier decisi¨®n, por justa que sea, que afecte a sus ¡°tecnol¨®gicas de bandera¡±. La respuesta conjunta refleja adem¨¢s un problema financiero inmediato que no puede esperar a soluciones consensuadas a medio plazo. La OCDE est¨¢ elaborando un proyecto de imposici¨®n estructurada y arm¨®nica de una tasa Google en todos los Estados del ¨¢rea, pero es poco probable que esa tasa pueda aplicarse con plenas garant¨ªas, es decir, con pleno consenso global, antes de 2021.
A corto plazo, las econom¨ªas europeas necesitan de forma perentoria recuperar parte de la recaudaci¨®n que se les escamotea con trucos tributarios. Espa?a es un buen ejemplo de financiaci¨®n p¨²blica atrapada entre la espada de la contenci¨®n del d¨¦ficit y la pared de una estructura fiscal agotada por casi una d¨¦cada de rebajas desmedidas de impuestos. En un entorno pol¨ªtico y socioecon¨®mico reacio a un acuerdo para aprobar una gran reforma fiscal, el pr¨®ximo Gobierno tendr¨¢ que recurrir a subidas impositivas parciales ¡ªtasa Google, impuestos medioambientales, subida de la fiscalidad de los carburantes¡ª para cumplir con un objetivo de d¨¦ficit y corregir los da?os de las pol¨ªticas aplicadas entre 2012 y 2017.
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