Gu¨¦ler ya lo hac¨ªa en 1990
27 a?os antes de que ¡®AlphaZero¡¯ revolucionase el ajedrez, un campe¨®n sin corona ten¨ªa ideas similares
El estilo rom¨¢ntico ¡ªla b¨²squeda de creaci¨®n de belleza con tanto af¨¢n como en la lucha por la victoria¡ª?nunca ha desaparecido del ajedrez, aunque su ¨¦poca de esplendor fuera a mediados del siglo XIX. Esa b¨²squeda y las emociones que produce son consustanciales al ser humano. Por tanto, la inmensa mejor¨ªa de la t¨¦cnica defensiva y de finales (posiciones con pocas piezas), as¨ª como la sabidur¨ªa enciclop¨¦dica sobre las aperturas (formas de empezar el juego), han reprimido mucho la tendencia al riesgo, el ataque en tromba y las combinaciones espectaculares, pero no la han eliminado. De ah¨ª que los aficionados -e incluso el campe¨®n del mundo- est¨¦n ahora subyugados por el revolucionario estilo del inhumano AlphaZero, con sus sacrificios a largo plazo de peones o piezas para lograr dinamismo, coordinaci¨®n y ataque. Es una simbiosis entre ciencia y arte.
Pero ha habido jugadores geniales que lograron esa fusi¨®n mucho antes de que el mejor ajedrecista del mundo fuera una m¨¢quina. Y¨¦fim Gu¨¦ler, a quien habr¨ªa que incluir en la lista de campeones sin corona, bebi¨® de la muy tecnificada escuela sovi¨¦tica, pero nunca dej¨® de ser un genio. Tal virtuosismo se aprecia y disfruta en la impresionante partida de este v¨ªdeo, frente a un rival de post¨ªn, Alex¨¦i Dr¨¦iev, en el a?orado torneo abierto de Nueva York (edici¨®n de 1990), organizado por el espa?ol Jos¨¦ Cuch¨ª. Si AlphaZero tuviera sentimientos, aplaudir¨ªa al ver una belleza tan profunda.
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