Van a por la democracia
Hay una guerra declarada contra el periodismo que mata all¨ª donde puede matar, que silencia all¨ª donde puede silenciar y que busca convertir el trabajo de los periodistas en irrelevante
Durante a?os busqu¨¦ de madrugada en mi m¨®vil la alerta que soltaba en redes sociales el programa Today, de Radio 4 de la BBC, anunciando los invitados que tendr¨ªan esa ma?ana en el programa. Y he comentado muchas veces la envidia que me daba comprobar que ten¨ªan siempre al ministro del ¡°marr¨®n¡±. No al ministro de turno que va a contar su brillante ejecuci¨®n, sino el que estaba en el centro de una controversia, en medio de una pol¨¦mica, o al frente de un operativo complicado. En Espa?a, siempre ha sido muy complicado convocar a rendir cuentas ante la audiencia al ministro o al personaje p¨²blico que se enfrenta a un problema.
Ayer le¨ª en este peri¨®dico que una de las primeras ¨®rdenes que ya el s¨¢bado pasado dio el nuevo equipo de Downing Street fue que ninguno de los ministros de su Gabinete acudiera como invitado al Today de BBC4. Y que fuentes gubernamentales no descartan eliminar la participaci¨®n en ese programa en el futuro.
Les molesta la independencia de la BBC. A todos, a los conservadores y a los laboristas, que han atacado con fiereza a la corporaci¨®n p¨²blica en una campa?a electoral tan polarizada como la que acaba de terminar en el Reino Unido. Pero el triunfo incontestable de Boris Johnson revela la verdadera naturaleza del poder que quiere ejercer. Adem¨¢s de negar la presencia de sus ministros al programa de mayor influencia pol¨ªtica de la cadena p¨²blica, amenaza su coraz¨®n financiero poniendo en cuesti¨®n la tasa que todos los brit¨¢nicos pagan para sostenerla.
Acaba de presentarse la memoria anual de Reporteros Sin Fronteras con un dato esperanzador. En 2019 han muerto asesinados muchos menos periodistas, 49 este a?o frente a 87 el pasado. Pero el presidente de la secci¨®n espa?ola de RSF, Alfonso Armada, esbozaba una hip¨®tesis amarga. Han sido asesinados menos periodistas en zonas de guerra porque hay menos enviados especiales y menos corresponsales. Porque en el ¨¢mbito local, cuando se investiga corrupci¨®n, blanqueo de capitales o defensa del medio ambiente en zonas sensibles, el riesgo para la vida de los informadores sigue intacto.
Hay una guerra declarada contra el periodismo. Una guerra que mata all¨ª donde puede matar, que silencia all¨ª donde puede silenciar y que, en todos sitios, busca convertir el trabajo de los periodistas en irrelevante. Van a por la democracia. @pepabueno
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