Tropez¨®n de Boeing
La suspensi¨®n de la fabricaci¨®n del 737 MAX cuestiona la eficacia de los sistemas de certificaci¨®n en los nuevos aviones
Boeing, el fabricante aeron¨¢utico estadounidense, ha suspendido la producci¨®n de su 737 MAX, su modelo de avi¨®n m¨¢s avanzado para radios de vuelo cortos y medios. La decisi¨®n llega m¨¢s de nueve meses despu¨¦s del ¨²ltimo accidente de uno de estos aparatos, operado por Ethiopian Airlines, en el que murieron 157 personas, y m¨¢s de un a?o despu¨¦s de que otro 737 MAX se estrellara en Java y fallecieran sus 189 ocupantes. El nuevo sistema de estabilizaci¨®n del modelo est¨¢ sometido a un procedimiento de certificaci¨®n, al parecer muy riguroso, por parte de los responsables de la aviaci¨®n civil estadounidense y, mientras tanto, Estados Unidos y la Uni¨®n Europea mantienen cerrados sus espacios a¨¦reos al nov¨ªsimo modelo.
Editoriales anteriores
La compa?¨ªa explica la suspensi¨®n por razones estrictamente econ¨®micas: necesita dar salida a las unidades almacenadas antes de continuar con la producci¨®n. El argumento es razonable, pero no es toda la verdad. El 737 MAX es un fracaso de dise?o de la compa?¨ªa que ser¨¢ dif¨ªcil de compensar en t¨¦rminos financieros y de reputaci¨®n. Las prohibiciones de vuelo, los almacenamientos y las demoras productivas suponen una losa para la cuenta de resultados de Boeing superior a los 8.300 millones de d¨®lares, cantidad que subir¨¢ como la espuma si se retrasa la certificaci¨®n oficial de que el modelo no es una amenaza volante. Boeing no est¨¢ pensando en sus stocks, sino en minimizar los da?os industriales y financieros de un error sobre el que, por cierto, no se han dado las explicaciones debidas.
Sorprende, de entrada, que se cometieran fallos en el dise?o que no fueron detectados o valorados. Los primeros controles de calidad y seguridad corresponden a la empresa fabricante, como es l¨®gico; pero la Administraci¨®n estadounidense (la FAA) certific¨® las condiciones id¨®neas para el vuelo del 737 MAX. Y a pesar de los controles y revisiones previas, dos accidentes, con 346 muertos en total, vinieron a demostrar tr¨¢gicamente que los est¨¢ndares de certificaci¨®n fueron insuficientes o equivocados.
Puesto que el ¨¦xito de los vuelos comerciales depende de la confianza de las compa?¨ªas operadoras en la seguridad de los aviones y, en ¨²ltimo extremo, de la seguridad que son capaces de dar a los viajeros, no es dif¨ªcil aventurar que el futuro del modelo est¨¢ en entredicho, que Boeing tendr¨¢ que superar el impacto destructivo de los accidentes, la suspensi¨®n en su capitalizaci¨®n (su valor en Bolsa cay¨® el 4,29% en cuanto se anunci¨® la suspensi¨®n) y tambi¨¦n, por supuesto, en la cuenta de resultados. Los da?os pueden minimizarse si la FAA concede la certificaci¨®n antes de febrero; pero la apuesta estrat¨¦gica del modelo ya ha sufrido un grave contratiempo y ese tropez¨®n favorece a los competidores, por ejemplo, a Airbus.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.