The Supremes, un matadero, las sufragistas y una tostadora: la historia del impacto del autom¨®vil en la cultura popular del siglo XX
?Se puede a¨²n celebrar el coche como dinamizador social y cultural? Una exposici¨®n en el Victoria & Albert de Londres recuerda c¨®mo se hizo objeto de dise?o y de deseo
The Supremes, un matadero, las sufragistas y una tostadora. ?Qu¨¦ tienen en com¨²n? Los coches. Esta es una de las muchas ideas que se proponen en la exposici¨®n Cars: Accelerating the modern world (coches: acelerando el mundo moderno), que puede verse hasta el 19 de abril en el londinense museo Victoria & Albert. La muestra se centra en el poder transformador del coche durante el siglo XX. Su impacto en la cultura popular representado en The Supremes grabando un clip en una cadena de montaje de autom¨®viles de Detroit. Su rol en los cambios sociales del siglo XX, y c¨®mo el derecho de las mujeres a pilotar b¨®lidos en carreras fue parte de las reclamaciones sufragistas.
Su influencia en el dise?o industrial, sobre todo, desde la entrada de lo aerodin¨¢mico en la ecuaci¨®n, que pudo verse en radios o tostadoras durante el siglo XX y a¨²n se nota en grandes rascacielos del siglo XXI. Su forma de aplicar la metodolog¨ªa de la producci¨®n en serie, en concreto c¨®mo Henry Ford se inspir¨® en la forma de trabajar en los mataderos para fabricar coches de forma industrial, poder abaratar los costes y venderlos as¨ª a las mismas personas que los ayudaban a montar, no solo al 1% de la sociedad.
?Demasiado optimismo para un momento en que el coche est¨¢ en el punto de mira? Esme Howe, comisaria asociada de la muestra sacude la cabeza y responde. ¡°Fue un reto. Quisimos mostrar la promesa original del coche. Fue muy optimista cuando naci¨®. Todo era positivo: cada vez iban m¨¢s r¨¢pido, cada vez eran para m¨¢s gente¡ Pero deb¨ªamos incluir tambi¨¦n los retos actuales e incluso las piedras en el camino. Es obvio que cuando fabricas y vendes millones de lo que sea durante d¨¦cadas el impacto que vas a tener sobre la sociedad y el planeta ser¨¢ enorme y no siempre positivo, claro. Nuestra ¨²ltima secci¨®n muestra que no estamos solo para celebrar el coche, sino para entender su realidad lo mejor posible¡±.
La muestra contiene un buen pu?ado de modelos de coches, desde un Hispano-Suiza dise?ado y fabricado exclusivamente para la mecenas Suzanna Deutsch de la Meurthe en 1922 hasta un Tatra 77 checo de 1934, para muchos el primer veh¨ªculo aerodin¨¢mico de la historia. Tambi¨¦n hay afiches de carreras hist¨®ricas y protestas sindicales, v¨ªdeos de coleccionistas de medio mundo, de ferias y carreras, y una secci¨®n final dedicada a recordarnos que, s¨ª, que todo muy bonito, pero hay que reinventar.
El m¨¦rito de la muestra se halla en lograr ser optimista sin resultar insensible y superficial, en ser hist¨®rica sin acabar pareciendo una feria de coches cl¨¢sicos y, sobre todo, en no parecerse en ning¨²n momento a cualquiera de los salones del autom¨®vil que se suceden cada a?o alrededor del mundo. ?Falta algo? ¡°S¨ª, La Jamais Contente (nunca satisfecha), no la conseguimos¡±, recuerda Esme. ¡°Es un coche de 1899, el primero en alcanzar los 100 kil¨®metros por hora y que, adem¨¢s, era el¨¦ctrico. ?En 1899!¡± .
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