Vivir en precario
Nadie est¨¢ libre de caer en las garras de la pobreza. Un s¨¢bado por la ma?ana recibes la llamada de un compa?ero que te ¡°anuncia¡± que la empresa en la que hab¨¦is compartido trabajo y vivencias durante varios decenios ha cerrado para siempre. Suena el timbre y prefieres no abrir la puerta, sabes que es el cartero que viene a entregarte un burofax en el que te indican que est¨¢s despedido. Agotas todas tus prestaciones, y contin¨²as desempleado por ser v¨ªctima del edadismo imperante. Van pasando los a?os, pierdes el ¡°colch¨®n¡± de la familia y amigos; asimismo, has consumido tus ahorros y la herencia de tus progenitores. Tu falta de concentraci¨®n y la incertidumbre se apoderan de ti. Sabes que eres un pobre de solemnidad y tus v¨¢stagos heredar¨¢n tu pobreza.
Jos¨¦ Solano Mart¨ªnez. Cartagena (Murcia)
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