Ayuso y Europa
La Uni¨®n entiende que la transici¨®n ecol¨®gica es y debe ser transpartidista: no se discute el cambio clim¨¢tico
El pasado 2019 fue el a?o en el que la Uni¨®n Europea coloc¨® por fin la agenda verde en el coraz¨®n de su proyecto, otorg¨¢ndole una impronta moral y pol¨ªtica similar a lo que la paz, el multilateralismo o el universalismo democr¨¢tico representaron para su esp¨ªritu fundacional. La Comisi¨®n Von der Leyen se plante¨® el reto de liderar un Pacto Verde que la dirigente democristiana deleg¨® estrat¨¦gicamente en su vicepresidente, el socialista Frans Timmemans. Europa entiende que la transici¨®n ecol¨®gica es y debe ser transpartidista: no se discute el cambio clim¨¢tico, como tampoco caben muchas dudas sobre el modelo de justicia social que deber¨ªa definir este tiempo de transici¨®n. La apuesta deber¨¢ formar parte del n¨²cleo de consensos compartidos por todas las familias ideol¨®gicas, al m¨¢s puro estilo rawlsiano.
El contexto europeo es crucial para entender las rid¨ªculas declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, ese ¡°nadie ha muerto de esto¡± que pasar¨¢ a la historia como una de las mayores estulticias de los herederos patrios del trumpismo. Muestran una derecha desnortada, mediocre, aislada de la familia conservadora europea. Mientras el canciller austriaco Sebastian Kurz pacta una coalici¨®n de Gobierno con los verdes, el PP de Casado, que anta?o acumulara altos funcionarios del Estado, reduce su p¨ªrrico proyecto pol¨ªtico, con la aquiescencia de su cargo auton¨®mico m¨¢s importante, a la cuesti¨®n nacional y la cantinela de los impuestos. Lo hace identificando penosamente la reacci¨®n contra el cambio clim¨¢tico con una posici¨®n ¡°de derechas¡±, en lugar de trabajar para que constituya desde ya un consenso que resulta inevitable. Tampoco estar¨ªa de m¨¢s que nuestro precario liberalismo de Ciudadanos explicase c¨®mo se puede apoyar al Gobierno de Ayuso en lugar de la agenda ilustrada y dialogante de Gabilondo.
Convertir cualquier tema de disputa pol¨ªtica en guerra cultural es tentador. Lo vemos en la derecha, pero tambi¨¦n ¡ªrecuerda Wendy Brown¡ª en una izquierda que renuncia a la emancipaci¨®n en favor de discursos proteccionistas, regalando inexplicablemente el lenguaje de la libertad a la derecha. ?C¨®mo es posible que el marco de la libertad permita a Ayuso atacar el necesario cuidado del planeta? Libertad no es lo mismo que libre mercado. Pero desmontar estos planteamientos es el desaf¨ªo en el que naufraga y se diluye la izquierda. Su argumentario, su identidad, necesitan reformularse ante las nuevas formas de manipulaci¨®n, a veces autoinducidas, que dominan los debates sobre libertad sexual o de expresi¨®n, multiculturalismo o cambio clim¨¢tico. Conocemos el camino: combatir la desigualdad, y hacerlo conciliando justicia y libertad. Lo advirti¨® Camus: fracasar en esto quiz¨¢s sea fracasar del todo. @MariamMartinezB
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