El ejemplo de las mujeres zapatistas

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LAS VOCES DE LAS SILENCIADAS

El EZLN tiene una estructura precolonial ¡ªcomunal y colectiva¡ª y desde las monta?as zapatistas, se proclamaron feministas, antipatriarcales y anticapitalistas desde sus or¨ªgenes. Uno de los resultados m¨¢s potentes en la actualidad es que la comunidad zapatista es la ¨²nica que no cuenta feminicidios ni desaparecidas en un pa¨ªs de diez feminicidios diarios. Esto, uno de los resultados de su organizaci¨®n aut¨®noma del Estado, lo anunciaron en el acto inaugural del Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, a fines de diciembre, que tuvo la misma forma de las asambleas desde sus inicios. En el libro Mujeres de ma¨ªz de Guiomar Rovira, Maribel hace un recuento de c¨®mo se reun¨ªan los d¨ªas 8 de marzo las mujeres antes de 1994 y cuenta esto: ¡°Cuando hac¨ªamos encuentros de mujeres [¡­] las representantes de las compa?eras pasaban cada una a decir su pensamiento en cuanto a la lucha, por qu¨¦ luchaba, y tambi¨¦n hac¨ªan la evaluaci¨®n del trabajo colectivo, a nivel regional o a nivel local¡±. En esas asambleas se preguntaban c¨®mo estaban todas y se pensaba en colectiva qu¨¦ hacer. Algo parecido pas¨® en el reciente encuentro al que fuimos m¨¢s de 4.000 mujeres de 50 pa¨ªses convocadas por las insurgentas y milicianas del EZLN, quienes fueron las primeras en levantarse, como lo relata el subcomandante Marcos en el mismo libro: ¡°Esa es la verdad: el primer alzamiento del EZLN fue en marzo de 1993 y lo encabezaron las mujeres zapatistas. No hubo bajas y ganaron.¡± Aunque no fueron las protagonistas del levantamiento el 1 de enero del 94, ellas abrieron la puerta a los feminismos en este pa¨ªs y cerraron esta d¨¦cada con el ejemplo internacional de convocar a dialogar a todas las mujeres en colectiva, dando lugar a todas las diferencias, las diversas luchas y lenguas: ofrecieron su espacio, hicieron comida deliciosa y estuvimos al cuidado de las milicianas zapatistas para abordar, durante los tres d¨ªas que dur¨® el encuentro, la violencia en contra de las mujeres. Escogieron este eje, pues, como lo dijo la Comandanta Amada en el acto inaugural: ¡°Ya ves, compa?era y hermana, que luego dicen que tal o cual profesi¨®n es la m¨¢s peligrosa. Que si es m¨¢s peligroso ser periodista, o ser fuerza represiva, o ser juez, o ser malos gobiernos. Pero t¨² y nosotras lo sabemos que lo m¨¢s peligroso ahora en el mundo es ser mujer.¡±

Luego de un viaje?largo para llegar a las monta?as en Chiapas,?llegu¨¦ al campamento con un grupo de amigas. En la entrada hab¨ªa un letrero amarillo que prohib¨ªa la entrada a los hombres. Fue muy impresionante llegar a un campamento en el que hab¨ªa puras mujeres.?Aproximadamente 200 milicianas zapatistas, vestidas de traje tipo militar, con pasamonta?as y gorras verdes, con las trenzas largas y las coletas saliendo de partes traseras de las gorras con su trote, formaron un espiral en perfecto orden. Llevaban arcos, muchas de ellas los llevaban decorados con listones de colores, y as¨ª hicieron un despliegue de su milicia, de lo bien organizadas que est¨¢n. As¨ª como hicieron demostraciones con sus arcos, pronto son¨® una melod¨ªa de los ?ngeles Azules, sin letra ¨Cresignificando una de las letras m¨¢s populares en M¨¦xico¨C que todas las milicianas bailaron con el mismo son y orden que en sus demostraciones con los arcos. Demostraron que no solo est¨¢n juntas desde la colectividad para el combate, sino que tambi¨¦n est¨¢n juntas en la celebraci¨®n y el baile. En ese acto, invitaron al semillero ¡°Huellas del caminar de la Comandanta Ramona¡± del Caracol de Morelia para hablar al micr¨®fono abierto y denunciar los distintos tipos de violencia. Invitaron a que el segundo d¨ªa se propusieran ideas para combatir esas violencias, y el tercero estuviera dedicado a las artes, a la m¨²sica y la celebraci¨®n.

Tomaron la palabra para hablar de feminicidios, desapariciones, violaciones, abusos de territorios. Por la noche hubo algunos c¨ªrculos con m¨²sica, se improvisaron canciones. El segundo d¨ªa, se armaron varios c¨ªrculos para proponer ideas, se presentaron varias colectivas feministas. Hubo un taller de bordado, hubo otro de autodefensa. Una cantante de rap hizo rimas feministas. Una cineasta convoc¨® a otras feministas para ser parte de un documental. Se hicieron varias peticiones para dejar de lado los est¨¢ndares de belleza del tan fallido sistema patriarcal. Nacieron algunas colectivas, como el de una enfermera que tom¨® la palabra para organizar una colectiva de enfermeras feministas que, entre otras tareas, pudieran acompa?ar abortos. Una maestra de una escuela p¨²blica propuso crear una red de maestras que ense?aran con perspectiva de g¨¦nero. Se organizaron chats enormes para acompa?ar las ubicaciones de las otras desde los tel¨¦fonos. Y las intervenciones estaban entreveradas por anuncios de alg¨²n ni?o buscando a su mam¨¢ o alguien voceando un billete de doscientos pesos que hab¨ªan encontrado. Entre dos presentaciones, una mujer tom¨® el micr¨®fono y dijo: ¡°Compa?eras, alguna de ustedes perdi¨® un cepillo de dientes color violeta?¡± Y una chica, sentada a mi lado, me dijo: ¡°?Estamos en el lugar m¨¢s seguro del mundo, verdad?¡±

Ten¨ªamos la sensaci¨®n de estar en un lugar seguro. Por un lado, la disposici¨®n de todas por escuchar, de abrazar a alguien que acabas de conocer, de llorar con alguien que acabas de conocer, de compartir dolores, risas, mandarinas o lo que fuera. Y de aprender de las otras. La chica sentada a mi lado ten¨ªa raz¨®n, quiz¨¢s est¨¢bamos en el lugar m¨¢s seguro del mundo: una comunidad en la que sus mujeres se organizan as¨ª en colectivas, que toman la palabra para decir en este contexto ¡°aqu¨ª no hay feminicidios, aqu¨ª no hay desaparecidas¡±, es sin duda, un sue?o. Es, de hecho, el sue?o latinoamericano. Y las mujeres zapatistas con su ejemplo dicen que ese sue?o es posible. Ellas van a discutir todo lo que se expuso en el encuentro con el fin de que el pr¨®ximo 8 de marzo, como ha sido su costumbre, presenten sus ideas para proponer acciones en colectividad. Como esta frase de la Comandanta Amada que me parece el resumen m¨¢s breve del encuentro y una invitaci¨®n a que se sumen m¨¢s al siguiente encuentro: ¡°Porque somos mujeres que sufren. Pero tambi¨¦n somos mujeres que se piensan y se organizan. Y, sobre todo, somos mujeres que luchan.¡±