Desigualdad y feminismo: ?realidad o ficci¨®n en el nuevo Ejecutivo?
El pacto de Gobierno est¨¢ lejos de ser suficiente, falta concreci¨®n de las medidas propuestas
Este nuevo e hist¨®rico Gobierno de coalici¨®n que empieza a andar en estos d¨ªas se define a s¨ª mismo con tres se?as de identidad: lucha contra la desigualdad, feminismo y ecologismo. Y comienza su andadura cuando se celebra el foro de Davos, que re¨²ne a las personas y entidades m¨¢s poderosas del mundo para hablar, entre otros temas, de desigualdad, cambio clim¨¢tico o feminismo.
Como cada a?o, coincidiendo con el foro de Davos, Oxfam Interm¨®n lanza un informe, este a?o se titula: Tiempo para el cuidado y cuyo mensaje central es que el actual sistema econ¨®mico, que ha generado una crisis de desigualdad extrema, se sostiene en parte al trabajo de cuidados no remunerado o mal remunerado que realizan principalmente las mujeres.
La acumulaci¨®n de riqueza en unas pocas manos sigue siendo alarmante. En el mundo en 2019, los 2.153 milmillonarios acaparan m¨¢s riqueza que 4.600 millones de personas. Estos milmillonarios son principalmente hombres y este poder econ¨®mico les da poder pol¨ªtico y capacidad para mover el mundo a su antojo.
En el otro lado, casi la mitad de la poblaci¨®n vive con 5,5 d¨®lares al d¨ªa o menos y aqu¨ª est¨¢n sobrerrepresentadas las mujeres. Porque son las mujeres quienes est¨¢n expuestas a trabajos m¨¢s precarios y llevan sobre sus hombros de manera abrumadoramente mayoritaria el trabajo de cuidados tanto no remunerado como remunerado. Sin embargo, este trabajo representa, seg¨²n Oxfam, unos 10,8 billones de d¨®lares anuales, cantidad que triplica el tama?o de la industria tecnol¨®gica. Sin este trabajo de cuidados, el mundo colapsar¨ªa y estos multimillonarios no podr¨ªan seguir con sus vidas. Porque en nuestro mundo hay personas mayores o enfermas, ni?os y ni?as que necesitan cuidados. Todas las personas necesitamos que nuestra casa est¨¦ limpia y nuestro alimento en la mesa, tambi¨¦n los multimillonarios. Pero tres cuartas partes de este trabajo de cuidados no remunerado lo realizan mujeres y dos tercios del remunerado y mal pagado tambi¨¦n. Mientras tanto, 22 hombres poseen m¨¢s riqueza que todas las mujeres de ?frica.
En Espa?a se repite la misma historia, el 1% de la poblaci¨®n tiene m¨¢s riqueza que el 70% y 8 de cada 10 espa?oles en la lista Forbes son hombres. Las mujeres, est¨¢n sobre representadas en el trabajo precario, tres cuartas partes de los salarios m¨¢s bajos van a las mujeres. Adem¨¢s, son las mujeres las que trabajan m¨¢s en cuidados no remunerados: en nuestro pa¨ªs, ellas hacen casi 64 horas frente a 56 de los hombres. Sin embargo, nuestra econom¨ªa tambi¨¦n se sostiene en parte gracias a este trabajo que supone casi el 15% del PIB.
El Gobierno de coalici¨®n ha firmado un programa conjunto donde se comprometen con medidas clave para reducir la desigualdad econ¨®mica y de g¨¦nero que valoramos positivamente. Estaremos vigilando su puesta en marcha real. Medidas como la subida del salario m¨ªnimo, el control de la parcialidad y la temporalidad o la subcontrataci¨®n son buenos pasos para acabar con la precariedad laboral que afecta principalmente a las mujeres. Su compromiso con una fiscalidad m¨¢s progresiva que luche contra la elusi¨®n y la evasi¨®n y que grabe m¨¢s a los ricos y a las empresas tambi¨¦n es un cambio de rumbo hacia una reducci¨®n de la desigualdad. Una educaci¨®n p¨²blica de 0 a 3 a?os, igualar las bajas de paternidad con las de maternidad o mejorar la dependencia son buenas noticias. Buscar medidas de conciliaci¨®n ajustando horarios tambi¨¦n lo es.
Pero este pacto est¨¢ lejos de ser suficiente y desde luego no es un compromiso completo para poner la vida de las personas y los cuidados en el centro y no es un pacto de gobierno donde el feminismo lo impregne todo. Falta concreci¨®n de las medidas propuestas, por ejemplo, en fiscalidad o conciliaci¨®n. Faltan propuestas tan relevantes como una renta m¨ªnima garantizada, tan importante para acabar con la pobreza, sobre todo femenina. Falta definir una pol¨ªtica exterior feminista. Y sobre todo faltan compromisos presupuestarios, claves para que los cambios se hagan reales y no sean pura ficci¨®n.
En cuanto a compromisos para poner los cuidados en el centro de la pol¨ªtica, en el pacto de gobierno solo se habla de conciliaci¨®n y repartir el trabajo entre hombres y mujeres pero falta la apuesta por la corresponsabilidad del Estado y las empresas en el trabajo de cuidados, con medidas como igualar los derechos de las trabajadoras del hogar al resto de trabajadoras o que el Estado contribuya presupuestariamente a pagar este trabajo dom¨¦stico y de cuidados que muchas familias no pueden asumir.
A este Gobierno a¨²n le queda trabajo para que la reducci¨®n de la desigualdad y el feminismo pase de la ficci¨®n a la realidad.
Lara Contreras es responsable de incidencia e investigaci¨®n de Oxfam Interm¨®n.
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