?Se puede confiar en ERC?

El sost¨¦n parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y la solidaridad gubernamental de Podemos son fundamentales para que el reci¨¦n estrenado Gobierno sea duradero y estable. Dejemos de lado a Podemos y centr¨¦monos en ERC. ?Pedro S¨¢nchez conoce bien a ERC? Tengo grandes dudas. Y, sin embargo, deber¨ªa conocerla.

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En efecto, por lo menos desde hace treinta a?os la posici¨®n de ERC no ha cambiado: b¨¢sicamente se trata de un partido cuya finalidad principal es la independencia de Catalu?a. Que sea republicano y de izquierdas es un mero adorno con muy relativa importancia, lo primordial es conseguir la independencia de Catalu?a a pesar de que ello no aparezca en sus hist¨®ricas siglas.

Durante el franquismo, Esquerra Republicana de Catalunya estuvo inactiva en la lucha contra la dictadura. Tambi¨¦n en la Transici¨®n tuvo escaso papel, pero a partir de los a?os 90, con la independencia como principal se?a de identidad y los fuertes liderazgos de Carod-Rovira y Puigcerc¨®s, cogi¨® un empuje importante. Con el Gobierno tripartito de Maragall, en el que particip¨® junto a los ecosocialistas de Joan Saura, y a pesar de sus fracasos, adquiri¨® ERC respetabilidad como partido de Gobierno. Desde entonces ha sido el partido ideol¨®gicamente m¨¢s influyente de Catalu?a; sin ¨¦l no se habr¨ªa emprendido el proc¨¦s, en inteligencia estrat¨¦gica ha superado a todos los dem¨¢s.

Adem¨¢s, hay que reconocerle una virtud: nunca ha enga?ado a nadie, siempre ha sido leal al independentismo, no ha tenido giros s¨²bitos, como ha sido el caso de CiU, que pas¨® del autonomismo al independentismo casi sin avisar. Ahora bien, esta virtud es, precisamente, el mayor peligro para quienes se al¨ªan con ¨¦l: la lealtad a sus ideas est¨¢ por encima de la lealtad a sus compromisos, no duda nunca en incumplirlos si le interesa para sus finalidades ¨²ltimas. Como socio, no es de fiar.

Que se lo pregunten a Maragall cuando ERC, tras continuas trampas, vot¨® negativamente el Estatuto de 2006; que se lo pregunten a Zapatero cuando necesitaba sus votos en el Congreso; que se lo pregunten a Mas tras formar Gobierno en 2012 y no poder hacerlo en 2015; que se lo pregunten a Puigdemont cuando Junqueras le dijo en la madrugada del 27 de octubre de 2017 que no apoyar¨ªa disolver el Parlamento para evitar el art¨ªculo 155 pero que era ¨¦l, como presidente, quien deb¨ªa decidirlo. Inmediatamente, Rufi¨¢n mand¨® el famoso tuit aludiendo a las 155 monedas de plata y la plaza de San Jaume se llen¨® de gente increpando como traidor a Puigdemont.

Es probable un nuevo Gobierno tripartito catal¨¢n, esta vez con ERC en la presidencia, apoyado por el PSC y los comunes. Que recuerde Pedro S¨¢nchez a qui¨¦n es siempre leal Esquerra. ?Se puede confiar en Junqueras?