Maltrato digital
Los ancianos que no pueden o no saben o no quieren aprender el nuevo alfabeto y no tienen ni tienen por qu¨¦ tener qui¨¦n les ense?e, tambi¨¦n existen
![Una pareja de ancianos utiliza un cajero autom¨¢tico.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XMT66RDADUE5IN3XVMHTKBOJT4.jpg?auth=9474dc9f4e651eddea0d778f3580c02da1109ff514f6a8105462e9f3c253b301&width=414)
Mi abuela Gabina gastaba firma digital antes de inventarse. Firmaba con el dedo, vamos. Con el ¨ªndice de la diestra, concretamente, porque, aunque era zocata perdida, esa era la yema que, entintada y estampada donde fuera preciso, le serv¨ªa para demostrar que era ella y no otra. Analfabeta por raz¨®n de su sexo, su cuna y su tiempo, mi yaya no pudo, o no supo, o no quiso alfabetizarse de adulta. Quiz¨¢ porque siempre tuvo quien le escribiera las cartas y le leyera los letreros, y se defendiera sola con los n¨²meros. As¨ª que, cuando iba al banco a cobrar su pensi¨®n de viuda, firmaba el recibo a dedo con esa mezcla de verg¨¹enza y amor propio con la que anduvo por la vida. A tal fin, guardaba cual alhaja en cofre una almohadilla de caucho, un pote de tinta y un tamp¨®n secante en una funda de ganchillo que hab¨ªa tejido adrede y que llevaba consigo al fin del mundo. Ay, Gabina: te estoy viendo. C¨®mo te gustaba visar un papelote, aunque no entendieras una s¨ªlaba, o igual por eso. Hasta aqu¨ª la nostalgia. Salvo a ella, no a?oro nada de aquello: describo.
Pienso en Gabina cuando veo a tantos ancianos obligados a entender y pagar Internet y un m¨®vil inteligente para manejar su propio dinero o quedar con su m¨¦dico. Ciertos bancos lisonjean en sus anuncios a esos mayores digitales sin enfermedades ni limitaciones ni, casi, arrugas en el cutis. Haberlos, haylos. El otro d¨ªa iba un AVE a Valencia llenito de ellos mirando en Google d¨®nde bailar bachata. Pero los otros, los que no pueden o no saben o no quieren aprender el nuevo alfabeto y no tienen ni tienen por qu¨¦ tener quien les ense?e, tambi¨¦n existen. Mi yaya firmaba con el dedo ante un cajero de carne y hueso. Los nuevos analfabetos, ni eso. Malviven en un sistema que les ignora y les maltrata. Yo que los banqueros pensaba en ellos. Llevan d¨¦cadas lucr¨¢ndose con sus cuartos. Les deben servicio y respeto. No esperar a que se mueran.
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Sobre la firma
![Luz S¨¢nchez-Mellado](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F8fa6d141-6327-4b3a-ba1c-06d47dfc5fb2.jpg?auth=83e5f118677c09bcd05b5e7c3bd2bd322707e7e9095295e6017bde16d9ee2d96&width=100&height=100&smart=true)