Colette & Jean-Claude Rabat¨¦, una biograf¨ªa de Unamuno a cuatro manos
La sierra de Guadarrama asoma, espl¨¦ndida, por los ventanales del pasillo. La Casa de Vel¨¢zquez, colegio de Francia, se construy¨® en 1925 justamente donde, cuentan, instalaba el pintor su caballete para inmortalizar ese paisaje. Y en esta casa instalan su hogar Colette y Jean-Claude Rabat¨¦ cada vez que vienen a Madrid, desde hace 25 a?os. Jean-Claude y Colette Rabat¨¦, m¨¢s conocidos como ¡°los Rabat¨¦¡±, son un caso particular en el amplio colectivo de hispanistas franceses ¡ª hay 700¡ª, porque llevan toda la vida juntos y desde 2007, m¨¢s o menos, escriben conjuntamente sus libros. ¡°Nos conocimos estudiando en Poitiers y nuestras carreras han ido paralelas. Fuimos catedr¨¢ticos de espa?ol de instituto, y luego hispanistas¡±, dice Colette. Nacida en La Rochelle hace 71 a?os, hija de francesa y de portugu¨¦s, y con una abuela gallega, recuerda que su padre le hablaba en espa?ol. ¡°No le gustaba el portugu¨¦s¡±, comenta.
Inicialmente, ella, que habla un espa?ol perfecto, se hab¨ªa interesado por Goya y por las espa?olas de la ¨¦poca isabelina, y hab¨ªa publicado libros sobre ambos temas. ?l, nacido hace 72 a?os en un pueblo del centro de Francia, hijo de un m¨¦dico que tuvo ocasi¨®n de atender a numerosos refugiados republicanos espa?oles, viv¨ªa dedicado a desentra?ar la figura de Miguel de Unamuno. En 2007 decidieron unir fuerzas, dando paso a una colaboraci¨®n que les ha permitido firmar juntos una exitosa biograf¨ªa de Unamuno que public¨® Taurus en 2009, una revisi¨®n de esta con nuevo material que ha presentado este a?o Galaxia Gutenberg, adem¨¢s de editar, entre otras cosas, un volumen con el epistolario del destierro del pensador vasco, y una nueva edici¨®n de sus ¨²ltimas notas, El resentimiento tr¨¢gico de la vida.
Colette explica que todo empez¨® cuando ella se dio cuenta de que su marido, bloqueado por la ingente informaci¨®n reunida, quer¨ªa y no pod¨ªa escribir. ¡°Somos muy diferentes¡±, dice. ¡°Yo soy m¨¢s reservada, met¨®dica, ¨¦l muy desordenado, hablador, expansivo. Y un d¨ªa le dije, te voy a ayudar, voy a escribir la biograf¨ªa contigo. ?l aportaba el material y yo hac¨ªa la s¨ªntesis. Soy bastante r¨¢pida¡ y escrib¨ª la biograf¨ªa¡±. Jean-Claude protesta: ¡°Yo ya hab¨ªa empezado a escribirla, pero ten¨ªa tanto material que estaba a punto de caer en una depresi¨®n¡±. ¡°No, no hab¨ªas empezado¡±, le corrige Colette.
Fiel a su estilo bromista y disruptivo, Jean-Claude interrumpe a Colette varias veces a lo largo de la entrevista. Lo hace tambi¨¦n, a veces, en las conferencias de prensa. ¡°Es un juego¡±, dice ¨¦l. Un juego que no altera la estrecha camarader¨ªa entre los dos. Se casaron en 1971, tienen dos hijos profesores, vinculados tambi¨¦n a la cultura espa?ola, y seis nietos.
Instalados en Montpellier (Jean- Claude es profesor em¨¦rito de la Universidad de Par¨ªs 3, y Colette, de la de Tours), Jean-Claude es quien mantiene el contacto con la prensa, y con los editores. Raro es el a?o que no viajan a Espa?a. Jean-Claude lo hizo por primera vez, con su padre, en 1957. Luego, viaj¨® con Colette a Salamanca en 1969. ¡°Hab¨ªa unas clases en la universidad dedicadas al teatro. All¨ª vimos obras de Alfonso Sastre, que no era precisamente de derechas; de Antonio Buero Vallejo, de No?l Salomon de la Universidad de Burdeos, un autor marxista. Y por la noche, pel¨ªculas de Basilio Mart¨ªn Patino¡±. Y es que hubo una apertura ya en aquellos a?os, reflexiona Rabat¨¦. Si no se recuerda, dice, ¡°es por la incultura de algunos periodistas y de los propios pol¨ªticos¡±.?
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