De la exhibici¨®n y el empoderamiento de Shakira al ¨¦xito del exceso de Jennifer Lopez
La actuaci¨®n de las dos artistas refleja el ¨¦xito de dos mujeres latinas hechas a s¨ª mismas. Fieles a sus or¨ªgenes, triunfaron en un espect¨¢culo que solo marc¨® el principio de su en¨¦sima reinvenci¨®n
La actuaci¨®n de las dos estrellas latinas, Shakira y Jennifer Lopez, en el famoso intermedio de la Super Bowl?no super¨® los 14 minutos pero marc¨® un antes y un despu¨¦s para la comunidad latina y para las mujeres. Pusieron a bailar a un estadio y a 100 millones de espectadores pero hicieron mucho m¨¢s: abrieron un espacio b¨¢sicamente masculino y patri¨®tico a la diversidad y a otras banderas.
All¨ª estuvo la de Puerto Rico en la capa de JLo, las mujeres isl¨¢micas en el r¨¢pido movimiento de lengua de Shakira y los votantes latinos y los dreamers, cuando la hija de L¨®pez sali¨® de una jaula luminosa entre otras jaulas donde estaban muchas otras ni?as. Y todo sin molestar a nadie y con un ¨²nico instrumento: su fuerza femenina y el lenguaje universal de la m¨²sica.
Shakira, exhibici¨®n y empoderamiento
Por Jacinto Ant¨®n
Hasta los inveterados fans de los San Francisco 49ers reconocen que perdieron justamente la Super Bowl ¡ªotro gallo hubiera cantado de seguir teniendo de quarterback a Joe Montana¡ª. Pero en cambio para los seguidores de Shakira no cabe la menor duda de que en el medio tiempo gan¨® ella. Y dan por segundona en el aparentemente amistoso duelo de divas latinas a Jennifer Lopez (JLo parece el nombre y el hierro de un rancho), y que la zurzan. Eso si encuentran d¨®nde zurcir en lo que JLo ?vest¨ªa? en el tramo final del espect¨¢culo.
Shakira (reci¨¦n cumplidos los 43 a?os) fue pues, para algunos, la triunfadora de la gala y ha puesto una soberana guinda a su impecable carrera con el show celebrado en el Hard Rock Stadium de Miami, esa curiosa mezcla de empoderamiento femenino con exhibici¨®n carnal digna de Sports Illustrated.
La jovencita descalza y bailonguera de los noventa ha dado paso a una mujer madura y plena y a una estrella mundial sin perder un ¨¢pice de entrega y frescales desenfado. De acuerdo, no tiene la voz de Edith Piaf ni la clase de Fran?oise Hardy, pero no se puede negar que es m¨¢s alegre y animosa y mueve mejor las caderas. De hecho las mueve como si hubiera competici¨®n por ser primera dama en el serrallo de Topkapi y a las perdedoras las fueran a entregar a los jen¨ªzaros.
No es por ponerse estupendos, pero vista de cerca, Shakira, si la has entrevistado un par de veces, no resulta especialmente guapa y adem¨¢s es bajita. Tambi¨¦n es verdad que nunca la ves de cerca (des)vestida como en el escenario. Es ah¨ª donde la cantante se transmuta. La artista tiene condiciones pero adem¨¢s se lo curra un mont¨®n, y no solo en el gimnasio.
Buena parte de su ¨¦xito se debe al rigor con que plantea sus shows, cuidando personalmente hasta el m¨ªnimo detalle ya se trate de la escenograf¨ªa, la coreograf¨ªa o el vestuario. Eso puede verse perfectamente en el documental Shakira en concierto: El Dorado World Tour. La cantante, que es adem¨¢s productora y empresaria, maneja con mano de hierro su imagen y sus espect¨¢culos, desdobl¨¢ndose de manera asombrosa para controlar a la vez los leds y sus gl¨²teos.
En lo personal, Shakira es una mujer feliz e irradia esa felicidad. Tiene a sus dos hijos y a Piqu¨¦ ¡ªy la pareja funciona realmente¡ª, a su familia colombiana, a sus queridos colaboradores. Y tiene su fe. Cat¨®lica ferviente, Shakira no ha dudado en encomendarse a las alturas cuando han ido mal dadas. Por ejemplo cuando perdi¨® la voz por una dolencia en las cuerdas vocales durante la gira y acudi¨® al santuario de Lourdes.
La actuaci¨®n en el descanso de la Super Bowl, que ha dejado a muchos siguiendo su tutorial para bailar champeta en YouTube, la ha consagrado como la imagen m¨¢s fresca y aut¨¦ntica del pop latino.?
Jennifer Lopez, el ¨¦xito del exceso
Por Xavi Sancho
La celebrada actuaci¨®n de Jennifer Lopez en el descanso de la Super Bowl no empez¨® cuando la actriz se subi¨® al escenario y empez¨® a entonar las primeras notas de Jenny from the block. En realidad, aquel fue el momento en que se culminaba un proceso de reinvenci¨®n, reanimaci¨®n y reformulaci¨®n acometido por esta cantante, bailarina, actriz y empresaria nacida en 1969 en Nueva York. El momento en que empez¨® este proceso podr¨ªa fecharse el 20 de septiembre de 2010. Aquel d¨ªa, se anunciaba que el talent show American Idol iba a contar con dos nuevos jueces: Steven Tyler y Jennifer Lopez.
Por aquel entonces estaba a punto de terminar una d¨¦cada que hab¨ªa arrancado para Jennifer Lopez con las sombras que dej¨® su tumultuosa relaci¨®n con Ben Affleck. Cuenta Lopez que le cost¨® much¨ªsimo decidirse a participar en el talent show. Por un lado, se hab¨ªa acostumbrado a ser due?a de su destino, empresaria y mujer hecha a s¨ª misma a golpe de cadera y decisi¨®n empresarial arriesgada, no ten¨ªa claro si aceptar aquel puesto iba a significar volver a los focos o despedirse definitivamente de ellos. Tras cinco temporadas en el programa, Lopez sali¨® de all¨ª con otro producido por ella misma alrededor de la danza (World of dance) y su mayor ¨¦xito musical de este siglo, el tema On the floor. Ya estaba preparada para dar el salto y sentarse de nuevo en su trono.
Entonces lleg¨® una residencia en Las Vegas y, una gira mundial que recaud¨® casi 60 millones. Su relaci¨®n con el exbeisbolista Alex Rodriguez ¡ªentre los dos suman casi 150 millones de seguidores en redes¡ª iba viento en popa, enroscado ¨¦l por completo en el entramado art¨ªstico y empresarial armado por Lopez. Ella acud¨ªa a ver alg¨²n partido de b¨¦isbol con ¨¦l y ¨¦l, desde el apartamento que ambos comparten cerca de Madison Park, Nueva York, participaba del resurgimiento de la mujer con la que parece que pronto se va a casar.
2018. Otra propuesta arriesgada: interpretar a Ramona en Estafadoras de Wall Street, una cinta sobre unas strippers que, durante la crisis econ¨®mica, se dedicaron a redistribuir la riqueza de los causantes de la misma. A punto de cumplir 50 a?os, Lopez albergaba serias dudas sobre eso de enfundarse en unos ropajes bastante cortos de tela y encaramarse a una barra de pole dance. Finalmente, dijo que s¨ª. El resultado ha sido su actuaci¨®n m¨¢s celebrada desde que fascinara a medio mundo en Un romance peligroso, cinta dirigida por Steven Soderbergh en 1998. Parec¨ªa destinada a ganar el Oscar. Ni la nominaron. Pero ya era demasiado tarde para aguar la fiesta de JLo. 2019 era suyo, y desde que se supo el pasado septiembre que iba actuar junto a Shakira en la Super Bowl, la sospecha de que 2020 tambi¨¦n le iba a pertenecer se hizo muy grande.
Aliada de nuevo con Versace, la estadounidense luci¨® en Mil¨¢n aquel vestido estampado de escote hipn¨®tico que se hab¨ªa enfundado en los Grammy del a?o 2000 ¡ªes tal vez la prenda m¨¢s ic¨®nica de la primera d¨¦cada de este siglo¡ª con incluso m¨¢s lustre. Renovada musa de la firma italiana, confi¨® en Donatella para confeccionarle vestidos con 75.000 swarovskis. Se realizaron hasta 213 vestidos y 143 pares de zapatos para un show de unos ocho minutos. ?Exagerado? Es JLo y todo es exagerado en ella y nada es demasiado.
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