Dejar entrar a otros en nuestra cama
La rutina es el peor afrodis¨ªaco para las parejas de largo recorrido
El intercambio de parejas es cada vez m¨¢s frecuente. Escapar de la rutina suele ser la raz¨®n esgrimida por la mayor¨ªa de parejas que lo practican. La gesti¨®n de los celos, la letra peque?a del contrato que firman.
A Charo le gustar¨ªa que en su ciudad hubiera un local de intercambio de parejas. Le encantar¨ªa, aunque jam¨¢s se atrever¨ªa a ir. Charo vive en Albacete y asegura que, si hubiera un local de estas caracter¨ªsticas todo el mundo sabr¨ªa qui¨¦n va. "Y me avergonzar¨ªa much¨ªsimo. En esta ciudad nos conocemos todos, algo as¨ª ser¨ªa un esc¨¢ndalo", afirma. Solo de pensar que los padres de los amigos de sus hijos pudieran enterarse, se pone mala. En su discurso no menciona que habr¨ªa alguna posibilidad de encontr¨¢rselos, cuando es lo que suele pasar cuando vas a un local de intercambio de parejas en tu municipio. No ser¨ªa la primera ni la ¨²ltima que, al entrar en el local, saludara a otra madre del colegio que hubiera acudido all¨ª a exactamente lo mismo que ella.
Lo del intercambio de parejas y el sexo liberal no es algo que solo suceda en las grandes capitales. Charo lleva m¨¢s de treinta a?os con la misma pareja. Hasta que no empez¨® con esto del intercambio no hab¨ªa estado con otro hombre que no fuera con el que se cas¨® en la iglesia de su barrio. Ahora que ya lo ha hecho, se niega a prescindir de esas relaciones espor¨¢dicas. "Me encanta mi marido. Es mi c¨®mplice perfecto. Pero no puedo desearlo tanto como al principio. Llevamos juntos toda la vida. Lo conozco mejor que a nadie. Me gusta el sexo con ¨¦l, pero no quiero que sea el ¨²nico". No es que no tenga deseo, es que no desea ¨²nica y exclusivamente al hombre con el que lleva acost¨¢ndose treinta a?os. Y a su esposo le pasa lo mismo. La rutina es el peor afrodis¨ªaco para las parejas de largo recorrido y la raz¨®n m¨¢s esgrimida para buscar alternativas.
No seguir la monogamia solo afecta a la pareja que infringe la norma. Tranquilos todos los que sean de una pareja en exclusiva, por mucho que su vecina, la del quinto, guste del intercambio de parejas, no les va a obligar a tener sexo con ella. En el sexo liberal puede que cueste un poco mantener relaciones con desconocidos, pero, normalmente, lo que gestionamos peor es ver a nuestra pareja con los nuevos invitados. Mar¨ªa Ramos, psicosex¨®loga responsable del ¨¢rea de psicolog¨ªa de la Asociaci¨®n de personas liberales de Asturias avisa de lo importante que es saber gestionar los celos para cualquiera:? "Son una emoci¨®n que mal gestionada puede dar lugar a muchos problemas porque se alimentan de la mezcla de desconfianza, la mala comunicaci¨®n y la baja autoestima". Los celos son una bomba de relojer¨ªa que, con el intercambio de parejas se agudiza: "En el intercambio de parejas se rozan los l¨ªmites que pueden dar lugar a lo que ser¨ªa una situaci¨®n digna de provocar celos en un contexto convencional. Por eso es b¨¢sico que la pareja trabaje las circunstancias que pueden dar lugar a ello. En las relaciones liberales se parte de la comunicaci¨®n, el respeto y la lealtad".
A Charo le incomodaba mucho ver a su marido teniendo sexo con sus amantes. No pod¨ªa aguantar la imagen. Si lo pasa bien, porque lo pasa bien. Si lo pasa mal porque lo pasa mal. Se siente mal ocurra lo que ocurra, as¨ª que no qued¨® otra que hablarlo y, ahora, aunque acuden a las citas juntos, el sexo no se tiene en la misma habitaci¨®n. Los encuentros se hacen en estancias separadas. Encuentran a sus amantes a trav¨¦s de la Red, en portales espec¨ªficos que unen a parejas con las mismas intenciones. Para ellos parejas.com y onswingers.com son de las mejores.
Reglas estipuladas, condiciones y honestidad por parte de todos los implicados. Dejar entrar a otros en nuestra cama implica unas m¨ªnimas condiciones. Hablamos de ponernos a prueba como pareja. Y no es f¨¢cil.
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