Douglas Tompkins: el disputado legado verde del fundador de The North Face

Visionario, pero incomprendido. Estas son dos palabras que se cruzan al describir la figura de Douglas Tompkins, el empresario estadounidense que tras construir una fortuna con marcas como The North Face y Esprit se instal¨® en Am¨¦rica del Sur, en la Patagonia de Chile, para forjar un imperio verde. Un legado que sigue presente cuatro a?os despu¨¦s de su muerte.

Marzo ser¨¢ un mes clave para definir la disputa por el millonario patrimonio del fundador de The North Face, fallecido en 2015. Ese mes se dar¨¢ inicio a la fase de pruebas del juicio surgido a ra¨ªz de una demanda presentada por Summer Tompkins ¡ªhija menor del primer matrimonio del empresario¡ª, quien exige ser considerada como su heredera. Un litigio que data desde 2017 y que podr¨ªa concluir con un veredicto a mediados de este a?o.

¡°Bajo la ley chilena, los hijos son herederos leg¨ªtimos¡±, explica a EL PA?S el abogado Florencio Bernales, representante de Summer Tompkins, cuya l¨ªnea de defensa apunta a denunciar un presunto entramado de sociedades para dificultar que se sepa el verdadero patrimonio del fallecido empresario. Sobre el hecho de haber quedado fuera del testamento, el abogado asegura que Summer Tompkins se siente ¡°frustrada¡±. ?Podr¨ªan estar en riesgo los terrenos donados por la viuda del empresario,?Kristine McDivitt, al Estado de Chile? El abogado descarta esta posibilidad, asegurando que el patrimonio del fundador de North Face ser¨ªa suficiente para compensarla.

La defensa de McDivitt ha cuestionado a trav¨¦s de documentos judiciales el inter¨¦s de la hija del empresario, dada su situaci¨®n ¡°acomodada¡± y su ¡°desvinculaci¨®n absoluta con Chile y las actividades filantr¨®picas de su padre¡±. Adem¨¢s, critican su intento de ir en contra de la ¡°voluntad de Douglas Tompkins y la tradici¨®n norteamericana¡±, donde no existe obligaci¨®n de dejar herencia a los hijos.

En estos d¨ªas se encuentran en pleno avance las obras que buscan unir Punta Arenas ¨Cla capital de la regi¨®n m¨¢s austral de este pa¨ªs- con Tierra del Fuego, una zona despoblada, de dif¨ªcil acceso, pero que presenta gran inter¨¦s por su posible desarrollo tur¨ªstico, debido a sus lagos, bosques y glaciares. El trayecto ¡ªcuya construcci¨®n podr¨ªa concluir en 2022¡ª permitir¨¢ a cientos de turistas visitar una joya que hasta ahora solo es accesible para unos pocos privilegiados: el parque nacional Yendegaia, que se compone por m¨¢s de 150.000 hect¨¢reas. De ellas, 38.000 fueron donadas por el fil¨¢ntropo estadounidense al Estado de Chile para su conservaci¨®n poco antes de su tr¨¢gica muerte por hipotermia tras caer de un kayak mientras realizaba una traves¨ªa junto a otras seis personas por las g¨¦lidas aguas del Lago General Carrera.

Tras su muerte, fue su esposa Kristine quien realiz¨® uno de sus mayores anhelos: la entrega formal de 400.000 hect¨¢reas para la creaci¨®n de los parques nacionales Pumal¨ªn y Patagonia, en lo que constituy¨® la mayor donaci¨®n de tierras privadas de la historia. Con este hito, el pasado 30 de abril, la Fundaci¨®n Tompkins termin¨® por desprenderse de las 530.000 hect¨¢reas que lleg¨® a tener el empresario en Chile desde su llegada durante la d¨¦cada de los noventa. Tierras que compr¨® con un ¨²nico objetivo: asegurar su conservaci¨®n.

Doug, como le llamaban sus m¨¢s cercanos, naci¨® en 1943 en Conneaut, Ohio, para luego pasar su infancia y juventud en Millbrook, Nueva York. Cuando ten¨ªa apenas 17 a?os dej¨® la escuela y se mud¨® al Oeste de EE.UU con un solo inter¨¦s: esquiar y escalar. Cuatro a?os despu¨¦s fund¨® The North Face, una marca con la que despachaba art¨ªculos deportivos que luego deriv¨® al dise?o de estos mismos art¨ªculos. Es ah¨ª que la empresa cre¨® uno de los art¨ªculos m¨¢s ic¨®nicos del mundo outdoor: las tiendas de campa?a tipo igl¨².

Ya en 1969 Tompkins hab¨ªa vendido The North Face para luego fundar otro gigante: ESPRIT, donde? trabaj¨® como director de imagen, mientras que su primera esposa, Susie, asumi¨® las taeras de directora de dise?o. Juntos lograron que la firma alcanzara ventas por m¨¢s de un bill¨®n de d¨®lares.

Aunque su esp¨ªritu aventurero ven¨ªa de largo, hubo un viaje que marc¨® su giro hacia el activismo. En 1989 recibi¨® una invitaci¨®n del ecologista norteamericano Rick Klein para realizar una expedici¨®n hacia los milenarios bosques de alerces andinos de la provincia de Palena, la puerta norte de la Patagonia Chilena. Seg¨²n relata el periodista Andr¨¦s Az¨®car en la biograf¨ªa?Tompkins, el millonario verde (Catalonia, 2007) el empresario qued¨® fuertemente conmovido por la imagen de un barco japon¨¦s cargado de astillas de ¨¢rboles. Un a?o m¨¢s tarde Tompkins cre¨® la Foundation for Deep Ecology (FDE), una fundaci¨®n conservacionista, y en 1991 adquiri¨® un terreno en el fiordo de Re?ihue, un ¨¢rea amenazada por la tala de ¨¢rboles. Ser¨ªa el primer paso para una de sus obras m¨¢s emblem¨¢ticas: el Parque Pumal¨ªn, que en solo cinco a?os logr¨® abarcar 278.000 hect¨¢reas, casi la mitad de la superficie de Madrid, y que en 2005 fue declarado Santuario de la Naturaleza por el gobierno de Chile.

La labor conservacionista de Tompkins, sin embargo, comenz¨® a generar cuestionamientos por parte de autoridades del Chile postdictadura, donde el crecimiento econ¨®mico se hab¨ªa transformado en el principal motor de la sociedad. Fue acusado de presionar a colonos para vender sus tierras, de querer dividir el pa¨ªs en dos y hubo quienes quisieron expulsarlo del pa¨ªs. Con el gobierno del socialista Ricardo Lagos las cosas comenzaron a mejorar ¨Ceste ¨²ltimo visit¨® Pumal¨ªn y decret¨® medidas para su protecci¨®n-, t¨®nica que se mantuvo con Michelle Bachelet, tambi¨¦n socialista y primera mujer en llegar a la Presidencia de la Rep¨²blica en este pa¨ªs. Con Sebasti¨¢n Pi?era, el primer mandatario de centroderecha electo tras el retorno a la democracia, la relaci¨®n tuvo altibajos: Tompkins fue uno de los principales opositores del megaproyecto de generaci¨®n el¨¦ctrica HidroAys¨¦n, que termin¨® siendo desechado en 2014 tras masivas protestas ciudadanas. Con todo, ambos compartieron sin mayores problemas durante la inauguraci¨®n del Parque Yendegaia, la ¨²ltima donaci¨®n que realiz¨® el fil¨¢ntropo estadounidense en vida.