Chile recibe de los Tompkins la mayor donaci¨®n de tierras privadas de la historia

A tres a?os de la muerte del fil¨¢ntropo estadounidense Douglas Tompkins, este 30 de abril su viuda, Kris, concretar¨¢ el mayor de los sue?os de su marido: entregar formalmente al Estado de Chile las decenas de miles de hect¨¢reas de tierras patag¨®nicas que desde comienzo de los a?os noventa el fundador de North Face comenz¨® a comprar para salvar del desastre ecol¨®gico y dedicar a la conservaci¨®n. Los parques nacionales Pumal¨ªn y Patagonia, de 402.000 y 304.000 hect¨¢reas (de las cuales casi 400.000 fueron donadas por Tompkins), ser¨¢n desde este martes administrados por la Corporaci¨®n Nacional Forestal (CONAF), dependiente del ministerio de Agricultura. Es la mayor donaci¨®n de tierras privadas del mundo y representar¨¢ un desaf¨ªo para Chile, que a partir de ahora deber¨¢ mantener por su cuenta el alt¨ªsimo nivel de ambos parques, ubicados en las regiones de Los Lagos y Ays¨¦n, en el extremo sur del pa¨ªs.

Lo reconoc¨ªa el viernes el ministro de Agricultura del Gobierno de Sebasti¨¢n Pi?era, Antonio Walker, en una ceremonia en el parque Pumal¨ªn: "Tenemos el gran desaf¨ªo de seguir protegiendo y conservando las ¨¢reas silvestres de Chile, porque no solo son un legado natural y ambiental para nuestro pa¨ªs, sino que son patrimonio de toda la humanidad". Kris Tompkins, que este lunes encabez¨® una nueva ceremonia en el parque Patagonia, dice que su familia y su equipo se sienten orgullosos: "Llegamos a la meta. Era el sue?o de Douglas y de todos los que trabajamos en este proyecto".

Mientras en toda la red chilena del Sistema Nacional de ?reas Silvestres Protegidas existe un promedio de cinco guardaparques por reserva, CONAF dispuso 13 en Pumal¨ªn y 12 en Patagonia. Son de primer nivel y, mientras han estado en manos de Tompkins Conservation, no ha faltado ni una tabla en cada uno de sus impecables senderos, donde llegan turistas de todo el mundo para conectarse con la naturaleza salvaje y observar alerces de hasta 3.000 a?os.

A trav¨¦s de CONAF, el Estado chileno inyectar¨¢ en 2019 unos 500.000 d¨®lares para ambos parques. Pero como tienen un alto nivel de gasto ¨Cunos 1,8 millones de d¨®lares anuales¨C, en breve se abrir¨¢ una licitaci¨®n para que empresas privadas administren sus respectivos hoteles, restaurantes, red de senderos y camping, lo que deber¨ªa estar en funcionamiento para la pr¨®xima temporada de verano austral. Salvo los servicios adicionales, ni en Pumal¨ªn ni en Patagonia se cobraba hasta ahora el ingreso a los visitantes.

"Valoramos, respetamos y trabajamos por el car¨¢cter p¨²blico de los parques. No creemos en su privatizaci¨®n, aunque son los particulares los que deben colaborar con el Estado para que se mantengan en buena forma. Los parques, un espacio de renovaci¨®n espiritual, son democr¨¢ticos", se?alaba hace unas semanas a EL PA?S Carolina Morgado, directora ejecutiva de la Fundaci¨®n Tompkins Conservation Chile.

La Fundaci¨®n Tompkins se queda ahora sin ninguna de las 530.000 hect¨¢reas de la Patagonia chilena compradas para la conservaci¨®n de las que alguna vez fue propietaria. El organismo hab¨ªa contribuido a formar el parque nacional Yendeyaga en el primer Gobierno del presidente Pi?era (2010-2014) y anteriormente, en el per¨ªodo del presidente Ricardo Lagos (2000-2006), el parque nacional Corcovado, todos en el extremo sur de Chile. La ¨²ltima gran donaci¨®n de 407.000 hect¨¢reas, que se anunci¨® en ¨²ltimo Gobierno de Michelle Bachelet y se concreta este 30 de abril, supuso la creaci¨®n de cinco parques nacionales -entre ellos el Pumal¨ªn y Patagonia- y la expansi¨®n de tres que exist¨ªan. Del total de Pumal¨ªn y Patagonia, los Tompkins donaron 293.000 y 83.000 hect¨¢reas, respectivamente, mientras que el Estado puso el resto.

Con la entrega oficial de Pumal¨ªn y Patagonia ¨Cque donan en su totalidad, incluyendo hasta las s¨¢banas de los alojamientos y los cubiertos de los restaurantes¨C se termina una historia de 30 a?os que en sus inicios fue bastante compleja para Tompkins, que enfrent¨® la resistencia de lugare?os y las autoridades locales y nacionales, que desconfiaban de sus planes. Cuando muri¨®, a los 72 a?os, en un accidente de kayak en estas tierras de las que se enamor¨® en un viaje a los 18 a?os y a las que dedic¨® su vida, Chile se qued¨® con la sensaci¨®n de que hab¨ªa sido un fil¨¢ntropo incomprendido.

La entrega de los parques Pumal¨ªn y Patagonia que se concreta oficialmente este martes 30 de abril no significa que la Fundaci¨®n Tompkins deje de tener injerencia sobre sus respectivos destinos. Aunque ser¨¢n propiedad del Estado y ser¨¢ el Estado su administrador, habr¨¢ un per¨ªodo de transici¨®n. Fue lo que qued¨® establecido en un convenio de enero de 2017, v¨¢lido por 10 a?os y prorrogable por otros 10, que contempla que la Fundaci¨®n podr¨¢ influir en los criterios para la licitaci¨®n de infraestructura tur¨ªstica, por ejemplo.

Entre otros proyectos, la viuda de Tompkins y sus equipos de colaboradores trabajar¨¢n a partir de ahora en cumplir otro de los sue?os que el empresario ecologista dej¨® planificado poco antes de morir: la formaci¨®n de la Ruta de los Parques de la Patagonia, un recorrido de 2.800 kil¨®metros y 17 parques nacionales. Con cerca de 11,5 millones de hect¨¢reas protegidas ¨Ctres veces el tama?o de Suiza y el doble de Costa Rica¨CTompkins pensaba que Chile deb¨ªa convertirse en uno de los principales destinos mundiales para observar la naturaleza salvaje.