El ¡®Hesp¨¦rides¡¯ y el rompecabezas de la ciencia y la log¨ªstica
Las operaciones de carga y descarga en la Ant¨¢rtida son un reto para el buque oceanogr¨¢fico espa?ol, responsable de los suministros y traslados de toda la campa?a polar
Hasta llegar a la isla Decepci¨®n, en el archipi¨¦lago ant¨¢rtico de las Shetland del Sur, donde est¨¢ la base Gabriel de Castilla, parec¨ªa que la Ant¨¢rtida es un lugar apacible en el que brilla el sol y las temperaturas son m¨¢s que aceptables, pero es acercarse a este volc¨¢n activo y vislumbrar la dura realidad: el desembarco de las muchas toneladas que hay que dejar en esta base cient¨ªfica, en gran medida material de construcci¨®n, es una complicada operaci¨®n que requiere horas de trabajo y que se realiza con un viento g¨¦lido que traspasa la piel como un cuchillo.
Los dos d¨ªas previos de traves¨ªa en el mar de Hoces en el buque oceanogr¨¢fico Hesp¨¦rides, con la compa?¨ªa de un anticicl¨®n, han sido un b¨¢lsamo para una tripulaci¨®n de 55 personas que lleva ya embarcada muchos meses y tambi¨¦n para los pasajeros, la inmensa mayor¨ªa cient¨ªficos que embarcaron en Ushuaia (Argentina) con destino a las bases espa?olas. Muchos tambi¨¦n se quedar¨¢n en el mismo barco, casi todos del equipo del proyecto de sismolog¨ªa Bravoseis, porque su objetivo es recoger decenas de sensores depositados en la campa?a anterior en el fondo del mar y varios puntos de la pen¨ªnsula Ant¨¢rtica. ¡°Siempre buscamos una ventana entre tormenta y tormenta para que sea un buen cruce, pero este ha sido realmente afortunado¡±, se?alan miembros de la tripulaci¨®n.
Una vez pasados los espectaculares Fuelles de Neptuno, los gigantes en roca que dan paso al volc¨¢n Decepci¨®n, comienzan las intensas tareas de log¨ªstica, que no son f¨¢ciles en un buque pensado m¨¢s para la ciencia que como carguero: ¡°Esta campa?a polar solo tenemos un barco para log¨ªstica y ciencia, y el objetivo y el reto es compaginarlas para que todo el mundo est¨¦ contento. Dependemos mucho del tiempo que nos encontramos, pero somos conscientes de que sin log¨ªstica no hay ciencia y la log¨ªstica no tiene sentido en este lugar si no es para que se haga ciencia¡±, explica el comandante Jos¨¦ Emilio Regod¨®n.
Es poco m¨¢s de las nueve de la ma?ana cuando comienzan los desembarcos. Primero, los de los bloques de hormig¨®n que se quedan en Decepci¨®n para unas obras en la costa donde est¨¢ la base espa?ola. Cada pal¨¦ pesa una tonelada. Es un espect¨¢culo ver c¨®mo desde tierra se aproxima una plataforma de pl¨¢stico (pontona) entre dos z¨®diac que llegar¨¢ a cargar hasta cuatro pal¨¦s, mientras encima, en equilibrio, dirige las operaciones uno de los militares de la base Gabriel de Castilla. En total, son 24 pal¨¦s de hormig¨®n a desembarcar en la operaci¨®n. Despu¨¦s llega el turno de los alimentos frescos, los bidones de combustible de hasta 1.000 litros que requiere la base para su funcionamiento y tres barriles de gasolina para los veh¨ªculos. Este orden no es gratuito: ¡°Primero lo que m¨¢s pesa y es m¨¢s complejo de bajar a tierra, luego lo fundamental, que es la comida, y por ¨²ltimo lo que, en realidad, es para la reserva, porque combustible tienen para muchos d¨ªas y podr¨ªan esperar un poco m¨¢s. Pero si cambia el viento, que lo har¨¢ a las doce, seg¨²n las previsiones de Aemet, igual tenemos que suspender la operaci¨®n porque la seguridad es lo primero¡±, recuerda el comandante.
Efectivamente, a mediod¨ªa, como un reloj, las z¨®diac empiezan a bambolearse en el agua y el buque se mueve levemente buscando c¨®mo situarse para que el viento pille al socaire de la zona de embarque y afecte lo menos posible mientras se acaban las maniobras.
Al mismo tiempo, tiene lugar el traslado de personas: cuatro que entran en la base Gabriel de Castilla por cinco que salen porque regresan ya a Espa?a. ¡°El tener un solo buque en la zona nos obliga a hacer encaje de bolillos continuamente para cuadrar desplazamientos con log¨ªstica y con los trabajos cient¨ªficos¡±, recuerda el responsable del Hesp¨¦rides. Los cient¨ªficos de los diferentes proyectos, por su parte, tratan de amoldarse a los posibles cambios a los que obligue la meteorolog¨ªa: un cambio del viento, un vuelo que se retrasa y hay que esperar, otro que no sale por falta de visibilidad. ¡°Sabemos que no es f¨¢cil, pero intentaremos hacer todo lo que traemos previsto al 100%¡±, asegura el responsable del proyecto Bravoseis, Javier Almendros.
Cuando el viento arrecia m¨¢s en el interior de Isla Decepci¨®n se ve entrar un crucero tur¨ªstico por el mismo Fuelle de Neptuno que horas antes nos recibi¨® entre nieblas. El viento ha barrido gran parte de las nubes y son visibles algunas fumarolas del volc¨¢n que nos hacen recordar que estamos sobre una tierra ardiente. Una isla en negro volc¨¢nico y blanco hielo. Un extra?o lugar con forma de rosquilla que se va perdiendo en el horizonte mientras el Hesp¨¦rides, concluidas las tareas log¨ªsticas, al filo de las tres de la tarde, vuelve a navegar hacia su pr¨®ximo destino: la base Juan Carlos I. El reto sigue vivo: llegar antes de la noche para las nuevas tareas de log¨ªstica que permitan seguir haciendo ciencia en uno de los lugares m¨¢s impredecibles de este planeta.
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