Las nuevas Balenciaga, ?unas zapatillas del Decathlon o visi¨®n de futuro? Los expertos analizan su significado
Neum¨¢ticos, m¨²sculos, dinosaurios y capitalismo. Mientras para unos Crist¨®bal Balenciaga las tirar¨ªa, otros creen que son el prototipo de las 'sneakers' que vienen
M¨¢s all¨¢ de los fans y detractores, hay un hecho que prueba que las zapatillas se han convertido en el siglo XXI en un objeto digno de an¨¢lisis: el Museo del Dise?o de Londres inaugurar¨¢ el pr¨®ximo 6 de mayo la exposici¨®n Sneakers Unboxed: Studio to Street dentro de su programaci¨®n para 2020. Ahora bien, lo que a este calzado le ha hecho ganarse un hueco en el centro brit¨¢nico no es tanto el fen¨®meno en s¨ª ¨Cel ¨¦xito puede remontarse hasta la d¨¦cada de los setenta, con sus m¨¢s y sus menos¨C, sino el hecho de que, por primera vez en la historia, ha entrado en la industria del lujo para condicionarla, y otorgarle un inter¨¦s generalista.
Tal vez, el de Balenciaga sea el caso que mejor lo ilustra. Cuando su director creativo Demna Gvasalia pens¨® en 2017 incluir unas zapatillas ¨Clas Triple S¨C con una silueta con triple suela que recuerda a los coches todoterreno, y con el logo de la marca en el lateral, consigui¨® que una firma arraigada en la Alta Costura llamara la atenci¨®n del p¨²blico de Nike o Adidas, adem¨¢s de calzar las sneakers en el armario de aquellos que nunca antes se hab¨ªan puesto unas deportivas, sin importar su precio. Cada modelo de la firma francesa dinamita las tendencias, generando copias tanto desde las marcas de moda m¨¢s populares, como desde el propio sector del lujo. Cada modelo que introduce en el mercado se convierte en el m¨¢s influyente.
Antes de las Triple S, Balenciaga ya hab¨ªa revolucionado el mercado con las Speed Trainer, que simulan un calcet¨ªn. De ah¨ª que Gvasalia haya decidido continuar con la estrategia y lanz¨® las Track, que de forma ir¨®nica imitan el calzado de salir a correr un domingo por la sierra, al precio de 695 euros.
"La cuesti¨®n de esta alta moda de barrio es que triunfa por su car¨¢cter distintivo, que es lo que hace que veas las ¨²ltimas zapatillas de Balenciaga y las reconozcas al momento. Por eso se copian tanto y de manera tan f¨¢cil", analiza Gonzalo Herrero, comisario de arquitectura de la Royal Academy of Arts.
La zapatilla musculosa
Ahora, Balenciaga ha lanzado un nuevo modelo a medio camino entre las derby de oficina y las botas de f¨²tbol ¨Cen color negro, amarillo fluorescente o negro con apliques metalizados¨C, con superficie que recrea los m¨²sculos del cuerpo humano. Las ha llamado Tyrex: igual que una compa?¨ªa de neum¨¢ticos para coches y camiones, o la abreviatura de Tyrannosaurus Rex.
En este caso Herrero no las tiene todas consigo. "En las Tyrex no veo ese gesto que lo haga un producto reconocible, cosa que s¨ª se ve¨ªa en las anteriores sneakers de la marca. Para m¨ª, estas pueden pasar por unas Quechua que te encuentras en el Decathlon".
Para ¨¦l, "Balenciaga no est¨¢ haciendo otra cosa que reinterpretar la cultura popular al estilo de Warhol. Aunque de una forma tan directa y poco reformulada que no aporta nada nuevo a estas alturas. Es decir, ?tiene sentido partir de productos que ya existen para despu¨¦s darle el mismo uso que la gente ya le est¨¢ dando? ?Qu¨¦ valor tiene fusilar las deportivas que podr¨ªa utilizar Cristiano Ronaldo y a?adirle, simplemente, m¨²sculos por encima?".
?Cr¨ªtica social u honestidad capitalista?
Este ajuste, en cambio, es el aspecto que m¨¢s le interesa a Anna Puigjaner, del estudio de arquitectura MAIO. "Balenciaga siempre se plantea c¨®mo ir m¨¢s lejos de la copia mim¨¦tica de un dise?o previo, y ah¨ª interviene la cl¨¢sica f¨®rmula de translaci¨®n". Lo describe en otras palabras: "Yo le cambio la materialidad, el tono o cualquier otro detalle a una forma existente, y lo convierto en contempor¨¢neo a trav¨¦s de un peque?o clic. El problema aparece, y esto tiene una cierta peligrosidad, cuando lo que cambias es el significado".
La arquitecta se refiere al complemento que aparec¨ªa varias veces en el primer desfile de la marca de 2019. Era un bolso de piel de becerro, del mismo tama?o y color marr¨®n que las bolsas de papel del supermercado, al que se le hab¨ªa agregado la insignia de una hoja sobre una serigraf¨ªa en verde. "Habr¨ªa que preguntarse qu¨¦ quiere decirnos el dise?ador con esto, porque calcando la forma de las bolsas sostenibles y cambi¨¢ndole solo la materialidad, lo que demuestra es que est¨¢ siendo c¨ªnico", observa Puigjaner, que incide en el resultado.
"Al final, acabas neutralizando un mensaje pol¨ªtico y banaliz¨¢ndolo en cierto sentido. O, quiz¨¢, ese cinismo no es tanto un acto de neutralidad pol¨ªtica, sino un mecanismo de legitimizaci¨®n de lo que es la moda per se, que busca como sea generar statu quo y exclusividad". De acuerdo a ella, las Tyrex responden m¨¢s bien a esto ¨²ltimo. Algo que tambi¨¦n comparte el dise?ador Guillermo Santom¨¤: "Lo que hace el Balenciaga de ahora con Gvasalia, o Louis Vuitton con Virgil Abloh, me parece importante. Hay una honestidad capitalista transformada en forma".
Ornamentos como s¨ªmbolo, una alternativa al logo de toda la vida
La noci¨®n de Santom¨¤ salta a la vista, precisamente, en el anagrama de esta zapatilla. Porque, al margen del que lleva en el tal¨®n, acompa?ado de una leng¨¹eta que casi lo oculta, el protagonismo se lo roba su compa?ero de la puntera: ah¨ª aparece el propio t¨ªtulo de la sneaker. "Yo no lo calificar¨ªa de logo", comenta por correo electr¨®nico Pablo Juncadella, socio fundador de la agencia de branding Mucho. ?Entonces? "Va en contra de lo que deber¨ªa hacer un logotipo. No identifica a la firma; solo es un elemento decorativo que le pone la guinda a la intencionalidad del producto, y la complementa".
Aun as¨ª, seg¨²n Anna Puigjaner, el anti-logo podr¨ªa tener la misma raz¨®n de ser que un logo. "Hacer marca mediante una tipograf¨ªa, se exprese como se exprese, es lo que m¨¢s r¨¢pido comunica hoy". Justamente por su f¨¢cil lectura. "El anagrama de Tyrex lo puedes aplicar a un bolso o cualquier chaqueta, y te va a funcionar. En cambio, cuando tu identidad la construyes desde el corte del tejido o los vol¨²menes, el proceso de reconocimiento ser¨¢ mucho m¨¢s lento. La no marca, o la marca blanca, requiere del p¨²blico lo contrario: tiempo y paciencia".
?M¨¢s que una evoluci¨®n comercial? Depende de c¨®mo se mire
En su conjunto, conviene cuestionarse si las zapatillas por s¨ª mismas resultan inteligentes, o es el departamento de marketing el que de verdad las avala. Guillermo Santom¨¤ le da la vuelta al tema: "?Acaso es posible el dise?o sin una estrategia de marketing? Cualquier edici¨®n de Balenciaga es muy limitada al lado de las que luego Inditex saca a base de copiarle", se?ala. "Las producciones de las marcas de lujo funcionan como prototipos. Y si la inteligencia es una manera de supervivencia, creo que Balenciaga tiene las ideas claras. Se fund¨® en 1919".
Despu¨¦s de participar en el reportaje, el dise?ador pregunta por Whatsapp si le van a regalar las zapatillas. "Las de Gvasalia no suelen gustarme mucho. Estas molan bastante. Parecen menos melanc¨®licas que las primeras; miran al futuro como Jesus Is King, el disco que Kanye West estren¨® a finales de 2019 con referencias al Evangelio".
El cambio lo comulga la periodista de moda Marta Represa, colaboradora habitual en Wallpaper, Nowfashion o AnOther Magazine. "El maximalismo del streetwear de lujo ha evolucionado hacia otra cosa. Es l¨®gico. Balenciaga llevaba ya mucho tiempo con lo que se llaman las ugly sneakers (zapatillas feas), que estaban hechas a prop¨®sito para que el pie pareciera mucho m¨¢s grande. O sea, que acentuaban todo lo que se percibe como feo", cuenta Represa. "Las Tyrex est¨¢n m¨¢s adaptadas, igual, a lo que viene ahora, a esa vuelta a la ropa funcional y cl¨¢sica".
Se haya llegado o no a la contenci¨®n, el cr¨ªtico de dise?o Stephen Bayley prefiere subrayar la perspectiva de venta¡ para castigarla. "Es cierto, estas zapatillas son un caso de marketing inteligente. Pero lo ¨²ltimo que el mundo necesita hoy es que venga alguien a crearnos m¨¢s demanda artificial. Hacen falta valores duraderos", apunta el ingl¨¦s, remiti¨¦ndose a la historia. "Crist¨®bal Balenciaga dec¨ªa que la elegancia es eliminaci¨®n, as¨ª que ¨¦l se habr¨ªa deshecho de las Tyrex". Hay m¨¢s. "Tambi¨¦n puedo decir lo que Coco Chanel habr¨ªa hecho con ellas. La respuesta involucra gasolina, cerillas, fuego y llamas".
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