Leonard Koren: ¡°Lo mejor es no trabajar seis d¨ªas a la semana. Con medio tendr¨ªamos suficiente para sobrevivir¡±
El artista, editor y escritor populariz¨® el ¡®wabi-sabi¡¯, escribi¨® sobre la bondad y la ternura como argumentos de venta y ¨²ltimamente piensa que, al final, lo mejor es no hacer casi nada. A ¨¦l no le ha ido mal
En los ¨²ltimos 45 a?os, cada movimiento editorial del californiano Leonard Koren ha ido cambiando el mundo que nos rodea. Wet, la revista que fundo? a finales de los an?os setenta sobre una materia tan elusiva como el "ban?o gourmet" (au?n no sabe co?mo describirlo), es la madre de todas las publicaciones de tendencias. El librito con el que difundio? el ideal japone?s de la belleza imperfecta y la escala i?ntima, Wabi-sabi para artistas, disen?adores, poetas y filo?sofos (Ed. Ma non troppo), es una de las obras de teori?a este?tica ma?s influyentes de los u?ltimos 30 an?os: subyace en los cata?logos de toda firma de decoracio?n que se precie, y ocupa un lugar de honor en la mesilla de Axel Vervoordt, el interiorista belga que ha logrado vender su elegancia despojada hasta a Kanye West.
Los libros de Koren son herramientas para otros creativos, y el u?ltimo, What artists do (Lo que hacen los artistas), podri?a tener consecuencias imprevisibles. Explora la tensio?n entre hacer algo y no hacer nada, y adivina quie?n gana. E?l mismo nos lo explico? en su paso por la feria Libros Mutantes, en el centro cultural La Casa Encendida.
"Al principio quise hacer un libro sobre co?mo no hacer nada y sobrevivir. Trabaje? durante dos an?os en ello pero no me salio? bien, asi? que lo tire? a la basura"
Leonard Koren.- Al principio What artists do no era un libro sobre lo que hacen los artistas, sino sobre co?mo no hacer nada y sobrevivir. Trabaje? durante dos an?os en ello pero no me salio? bien, asi? que lo tire? a la basura. Pero parte del material que reuni? lo converti? en What artists do. Cambie? de idea: me di cuenta de que lo mejor para la raza humana es no trabajar seis di?as y medio a la semana; con medio di?a o un di?a obtendri?amos todo lo que necesitamos para sobrevivir y dejari?amos de cometer los actos que provocan la mayori?a de nuestros problemas. Sin embargo, nos encanta hacer cosas. Tenemos energi?a y vocacio?n. Por tanto, ?que? es lo menos perjudicial que podemos hacer? Un artista puede llegarte hondo, y esa me parece una de las mejores cualidades de un ser humano.
Daniel Garc¨ªa.- En su libro describe el arte como un refugio cuando la gente te decepciona. Ahora que el mundo nos decepciona con frecuencia y que el arte se comercializa ra?pidamente, ?hay algu?n sustituto?
L.K.- No estaba hablando del mercado de arte, sino del esfuerzo que los artistas hacen para realizar sus obras. La conclusio?n a la que llegue? es que la profesio?n de artista distrae menos que otras. Antes, cuando iba a un museo, mucho del arte que vei?a me pareci?a estu?pido y aburrido, meras apropiaciones de otras cosas. '?De verdad alguien pierde el tiempo haciendo esto?', pensaba. Pero luego me di cuenta de que la gente necesita hacer cosas y que no todo el mundo es un creador brillante que sabe reflejar el espi?ritu de una e?poca. Lo que hacen los artistas es una actividad placentera y benigna. Algunos a veces te inspiran y te dan esperanza.
D.G.- En La floristeri?a escribio? sobre cualidades como la simpati?a, la cortesi?a y la ternura. ?Do?nde esta?n?
"Escrib¨ª 'La florister¨ªa' sobre un local vien¨¦s at¨ªpico que proporciona un servicio muy humano. Es un ejemplo opuesto a toda esas personas que se creen tan listas y que se hacen millonarias creando una adiccio?n a la gente"
L.K.- Tengo que sobrevivir, y sobrevivo haciendo libros. Las estrategias habituales que siguen las editoriales no funcionan para mi?. No hago marketing ni viajes de promocio?n; intento hacer el mejor libro posible sobre algo que sea aute?nticamente importante para mi? y que cumpla de la mejor manera posible mis criterios. Escribi? el libro sobre aquella floristeri?a vienesa porque era una floristeri?a ati?pica. De hecho, la primera vez que la vi no sabi?a que? tipo de negocio era. Despue?s entendi? que lo que haci?an era proporcionar un servicio muy humano y que se servi?an de las flores para hacerlo. Pero lo realmente importante eran la interacciones. Me encanto? porque es un ejemplo opuesto a toda esas personas que se creen tan listas y que se hacen millonarias creando una adiccio?n a la gente. La floristeri?a cubri?a una necesidad humana fundamental.
L.K.- Ha?bleme de Wet.
D.G.- Estudie? arquitectura, pero me di cuenta de que nunca iba a ejercer, asi? que comence? a hacer lo que denomino "arte para ban?os". Me interesaban los pequen?os ambientes i?ntimos, y el ban?o me parecio? el ejemplo por excelencia: un lugar donde podemos expresar nuestra individualidad o nuestras fantasi?as de manera ma?s vi?vida que en cualquier otro lugar de la casa. Una tarde estaba en la ban?era y se me ocurrio? hacer una revista en torno a la idea de "ban?o gourmet". No sabi?a muy bien lo que era, simplemente me vinieron esas dos palabras a la mente, me parecieron correctas y termine? llamando a la revista Wet.
D.G.- Richard Gere, el disen?ador Peter Shire o el creador de Los Simpsons, Matt Groening. Muchas de las personas con las que trabajo? en la revista se hicieron ce?lebres.
L.K.- Si?, es una locura, pero cuando vives en Los A?ngeles, no te sorprende tanto. Al igual que Nueva York, Los A?ngeles es una ciudad a la que la gente va para hacerse famosa.
D.G.- Una vez menciono? que hay una pared en su casa que no habri?a hecho asi? pero que era mejor dejarla ser. Ningu?n disen?ador se resistiri?a a hacerla a su gusto.
"El control es una estrategia para vivir: supervisarlo todo, monitorizar a tu pareja y tu relaci¨®n. Al final no tienes control ni sobre tu cuerpo: por mucho ejercicio que hagas y por muy bien que comas, se desmoronara?"
L.K.- Cuando era ma?s joven y teni?a ma?s ego, necesitaba expresar mis valores y decidir co?mo queri?a que el mundo me percibiera. Necesitaba comunicar externamente mi sentido interno del orden, y que mi entorno reflejara con precisio?n lo que queri?a proyectar. Mi mundo era muy minimalista, cada elemento estaba pensado, no habi?a nada involuntario. Pero a medida que envejezco, me doy cuenta de que hay muchas cosas que no se pueden controlar. Ese control es una estrategia para vivir: supervisarlo todo, co?mo son las dema?s personas, monitorizar a tu pareja y tu relacio?n. Pero en u?ltima instancia no funciona muy bien. Al final no tienes control ni sobre tu cuerpo: por mucho ejercicio que hagas y por muy bien que comas, el cuerpo envejecera? y se desmoronara?. He sido padre ya de mayor, tenemos un hijo de 11 an?os. Cuando imagino el mundo en el que va a vivir, veo que tendra? que adaptarse a muchos cambios y a cosas que no sera?n perfectas. Para mi?, poder adaptarse es algo sano. Muchas cosas que existen en el mundo del disen?o son superfluas.
D.G.- El dilema entre actuar y no actuar esta? muy relacionado con la conservacio?n del patrimonio arti?stico. ?Que? hari?a con Notre Dame?
"Se deberi?a destinar una cantidad similar [a la donada para reconstruir Notre Dame] a proyectos pu?blicos para personas que lo pasan mal econo?micamente"
L.K.- ?Creo que el Vaticano deberi?a poner todo el dinero! No, no se?, personalmente no senti? una gran sensacio?n de pe?rdida porque no me identifico tanto. En lugar de madera, ahora deberi?an usar acero. Pero no tengo ninguna receta, la verdad. Lo que si? ha puesto de manifiesto es que la avalancha de dinero donado por millonarios franceses de la industria de la moda esta? causando mucho resentimiento cultural. Pero en el disen?o, la parte ideolo?gica, la parte del dinero, es muy importante. Se haga lo que se haga, creo que se deberi?a destinar una cantidad similar a proyectos pu?blicos para personas que lo pasan mal econo?micamente.
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