M¨®ntate tu propia pel¨ªcula antes de meterte en esa cama
Fabricarse el imaginario perfecto para disfrutar del sexo
Fabriquemos el escenario perfecto para nuestros asuntos de cama. Pero no nos conformemos solo con los elementos de decoraci¨®n, y dibujemos lo que queremos recrear, sentir y desear.
Que levante la mano quien, estando con su pareja, no ha pensado en otra persona. Un conocido, famosos que salen en la tele... A eso ¨²nanle todo lo que necesitamos cada uno para llegar al cl¨ªmax. Claro que hay quien es capaz de recrearse la pel¨ªcula solo con esas manitas y su tricotosa, pero normalmente, lo que tejemos en nuestra cabeza es todo un c¨²mulo de situaciones que presuponemos exitosas y que imaginamos protagonizar con quien m¨¢s ganas tenemos.
La de veces que volvemos, una y otra vez, a lo de conocernos bien. Es lo m¨ªnimo. No solo por una cuesti¨®n de poder ense?ar c¨®mo es nuestro placer; se trata de que, hasta a solas, seamos capaces de montarnos nuestra propia pel¨ªcula. Quererse en el m¨¢s amplio sentido de la palabra. Higieniza mucho fabricarse el escenario sexual a medida. Es el primer paso para que nos animemos a hacerlo realidad. Fabrican deseo. Hacen que tengamos ganas de sexo. Que cada cual, despu¨¦s, haga lo que considere sobre si hacerlas realidad. A m¨ª me funciona no quedarme con muchas dudas.
"Es muy importante tener fantas¨ªas sexuales", afirma Almudena M. Ferrer, sex¨®loga experta en formaci¨®n y art¨ªfice de Bodysex, citas espec¨ªficas para mujeres en las que durante cinco horas a lo largo de dos d¨ªas, se trabaja, pondera y fomenta el deseo. "El primer efecto es en el cuerpo de quien tiene esa fantas¨ªa. Insufla de sangre los genitales, con lo cual, arranca la excitaci¨®n. El deseo se tiene en cualquier contexto er¨®tico que sintamos. Las fantas¨ªas ayudan a irrigar genitales y a empezar a mandar informaci¨®n al cerebro para que lubriquemos. Las fantas¨ªas sexuales nos ponen calientes".? ?Llevarlas a la realidad? Eso es un poco a voluntad, afirma Ferrer. "Hay una diferencia muy grande entre fantas¨ªa y deseo. Las fantas¨ªas son im¨¢genes que tenemos en el inconsciente y que nos excitan. Las fantas¨ªas pueden ser de recuerdos, de algo que proviene de nuestras creencias o cultura, pero tambi¨¦n puede haber fantas¨ªas que nos perturben porque van en contra de nuestro sistema de creencias". Con el deseo, sin embargo, no se sigue, exactamente ese patr¨®n. "El deseo tiene que ver con el contexto er¨®tico que hemos sido capaces de recrear, real o imaginado y tiene que ver mucho con la memoria. Una fantas¨ªa no tiene por qu¨¦ querer realizarse, pero un deseo, s¨ª".
Pero, ?c¨®mo nos lo montamos si encontramos reticencias? "Me costaba mucho convencer a mi pareja de que us¨¢ramos juguetes en la cama porque se sent¨ªa muy cohibido. Recurro mucho a ellos cuando estoy a solas, pero con ¨¦l era complicado porque se sent¨ªa muy inseguro. As¨ª que decid¨ª coger el toro por los cuernos y hacerle part¨ªcipe de toda la pel¨ªcula desde el principio". Erotizar cada uno de los componentes que queremos que entre en escena es muy buena idea. La sex¨®loga y soci¨®loga Lara Herrero, responsable de sexopositivo.com, erotiza hasta el cond¨®n en sus terapias.
Hay quien dice que mejor no tener expectativas porque, despu¨¦s, nada es como imaginaste. Cierto. Pero, si lo piensas, puede que seas capaz de recrearlo estando t¨² a solas y eso har¨¢ menos traum¨¢tico si no llega a tu cama. Como se?alaba Almudena M. Ferrer, el deseo tiene mucho que ver con la memoria. Recordar a un examante bueno es irremediable. Desear que aquello pueda repetirse, casi forma parte del guion. Fabricarnos el escenario perfecto, provocarnos deseo e imaginarnos el polvo que nos apetece. Lo cual no quiere decir que vayamos a exigir que se cumplan todos los requisitos, pero, tambi¨¦n, tenemos derecho a exigir unos m¨ªnimos.
Ya era hora de que aprendi¨¦ramos a manifestar nuestro criterio amatorio y a que no nos conform¨¢ramos con lo que nos hubiera tocado. Ver¨¢n que rico todo lo que pueda venir a partir de ahora.
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