Utop¨ªas aparte: ha llegado el momento de abandonar las ciudades
El arquitecto Rem Koolhaas ha inaugurado esta semana la primera exposici¨®n del Guggenheim de Nueva York que no est¨¢ dedicada al arte ni a la arquitectura, si no a pensar en serio sobre el 98% de la tierra que no est¨¢ ocupada por n¨²cleos urbanos
Pocas cosas puede haber m¨¢s fuera de contexto que un enorme tractor aparcado en la Quinta Avenida de Nueva York. Es la forma con la que el arquitecto y escritor holand¨¦s Rem Koolhaas ha querido recibir a los visitantes del Museo Guggenheim y preparar as¨ª su mente para lo que ver¨¢n en su interior. Un veh¨ªculo modelo Deutz-Fahr 9340 Warrior, el "m¨¢s poderoso de todos los tiempos", seg¨²n describe su fabricante, casi bloquea la entrada a la exposici¨®n Countryside, The Future, con la que su responsable pretende agitar conciencias sobre la necesidad de la vuelta al campo ante los retos del cambio clim¨¢tico.
"La exposici¨®n es una mirada a la posibilidad de la supervivencia humana". Con tono apocal¨ªptico abri¨® Koolhaas el pasado mi¨¦rcoles su presentaci¨®n de la muestra que se puede ver hasta el pr¨®ximo 14 de agosto en el templo del arte moderno construido por Frank Lloyd Wright. La propuesta es novedosa por muchos motivos. Es la primera en la historia del museo sin obras de arte. Tampoco hay nada sobre arquitectura. Y, sobre todo, es un ejercicio de pensamiento ilustrado. Como dijo el fil¨®sofo Immanuel Kant: "El sabio puede cambiar de opini¨®n. El necio, nunca".
As¨ª que aqu¨ª tienen al premio Pritzker 2000, en la misma sala donde hace 40 a?os present¨® su manifiesto de amor a Manhattan, Delirious New York, y dijo que el futuro no era posible sin las ciudades, poniendo al campo en la agenda pol¨ªtica. "No he empezado a odiar las urbes, pero la locura que estamos viviendo se ha impuesto", advierte.
Todo parte de la famosa estad¨ªstica publicada por la ONU en 2014 que asegura que en 2050, entre el 70% y el 80% de la humanidad vivir¨¢ en ciudades. Esto supondr¨¢ que solo se ocupe el 2% de la superficie de la tierra, mientras que el 98% restante est¨¦ vac¨ªo y dedicado a abastecer de alimentos y recursos al resto.
El despertar de Koolhaas se produjo poco despu¨¦s cuando se dio cuenta de que el peque?o pueblo del valle suizo de Engadin, donde veranea desde hace 20 a?os se hab¨ªa despoblado por completo de lugare?os, y, sin embargo, era tres veces m¨¢s grande. En su lugar, cient¨ªficos nucleares de Fr¨¢ncfort pasean por unas calles donde ya no huele a esti¨¦rcol y se retiran a dormir a los antiguos establos renovados en chalets minimalistas.
Abre la muestra este ejemplo de la transformaci¨®n de las ¨¢reas rurales europeas, que hace reflexionar de inmediato al urbanita sobre esa casa que se acaba de comprar en la sierra madrile?a o sobre esa escapa de fin de semana a un hotel rural de lujo. Lo que se ve a continuaci¨®n son casos concretos de la investigaci¨®n dirigida por el arquitecto y por AMO, el brazo de investigaci¨®n de su estudio de arquitectura OMA, junto con estudiantes de Harvard Graduate School of Design, la Academia Central de Bellas Artes de Beijing, la Universidad de Wageningen de los Pa¨ªses Bajos y la Universidad de Nairobi.
El campo ya no va a c¨¢mara lenta
Porque, a pesar de que el campo se vea como ese lugar estable donde todo transcurre a c¨¢mara lenta, sus cambios est¨¢n siendo "incre¨ªblemente ¨¢giles y flexibles", advierte el director de AMO, Samir Bantal. Los experimentos en el uso de datos, la ingenier¨ªa gen¨¦tica, la inteligencia artificial, la rob¨®tica, la innovaci¨®n econ¨®mica y la compra de tierra por inversores privados con fines de preservaci¨®n tienen su base de pruebas en las zonas rurales.
La muestra hace un repaso inicial sobre la percepci¨®n del campo a trav¨¦s de la historia. Desde los fundadores chinos del tao¨ªsmo del valle Xiaoyaolo, que lo consideraban un lugar de libertad donde no hab¨ªa restricciones, pasando por el Otium de los fil¨®sofos romanos donde se entregaban a los placeres de la vida. Hasta la utop¨ªa hippie de la Arcadia, la industria contempor¨¢nea del bienestar de cerca de 4,5 billones de d¨®lares, los retiros de yoga o ayahuasca, y el festival Burning Man del desierto de Nevada que se vende como un ant¨ªdoto contra el consumismo, pero al que solo tienen acceso los que cuentan con unos cuantos miles de d¨®lares.
La sofisticaci¨®n actual pasa por la intervenci¨®n rural de los gobiernos, tanto democr¨¢ticos como dictatoriales, con distintos objetivos. Desde el programa de seguridad alimentaria puesto en marcha por Qatar en 2017 por el que import¨® 4.000 vacas para hacer frente al bloqueo internacional de suministros, hasta el control de la poblaci¨®n de gorilas impuesto en el suroeste de Uganda con fines tur¨ªsticos, que ha hecho que los animales se acostumbren a posar para los turistas.
China, donde la granja tambi¨¦n es una ciudad
Los proyectos m¨¢s impactantes son la Gigaf¨¢brica 1 que ha construido Tesla en una zona aislada de Reno (Nevada) con empleo para unos 6.500 trabajadores o la Westland Greenhouses de Holanda, donde se prueban las nuevas t¨¦cnicas de horticultura biol¨®gica. Pero es China la que, por tener el mayor problema de sobrepoblaci¨®n en su urbes, se ha adelantado al resto del mundo. Shouguang, al suroeste del pa¨ªs, con m¨¢s de un mill¨®n de habitantes, se ha convertido en una ciudad vibrante repleta de agricultores que viven en bloques de apartamentos de 15 pisos.
Cada d¨ªa se desplazan en trenes de alta velocidad a las millones de hect¨¢reas de la regi¨®n, convertida en la mayor granja del mundo, para volver luego al asfalto y las luces de neon. La tecnolog¨ªa proporcionada por el gigante Alibaba les permite la venta directa de sus productos al consumidor mediante una aplicaci¨®n streaming llamada Taobao Live que cuenta ya con 456 millones de usuarios. Esta aplicaci¨®n elimina los costes de los intermediarios contra los que luchan estos d¨ªas los labradores espa?oles. Ha llegado antes a un museo que a sus manos.
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