Baptiste Giabiconi, amante de Karl Lagerfeld y heredero de su fortuna, habla de su relaci¨®n
Un a?o despu¨¦s de la muerte del dise?ador, el modelo publica un libro en el que detalla los aspectos ¨ªntimos de su vida con el emperador de la moda
Un a?o despu¨¦s de la muerte de Karl Lagerfeld, el legado del dise?ador alem¨¢n sigue muy vivo y se ha convertido en una presencia tangible tanto en la moda como en la cultura popular. El entorno m¨¢s cercano al conocido como el kaiser de la moda parece no haber superado a¨²n el duelo por su p¨¦rdida. As¨ª lo transmite al menos Baptiste Giabiconi, el hombre que estuvo al lado de Lagerfeld durante los ¨²ltimos 10 a?os de su vida y que asegura ser el principal heredero de la estrella de la moda. ¡°Hay siete herederos de Karl Lagerfeld. En la lista, estoy el primero¡±, ha revelado en una entrevista en el programa Sept ¨¤ Huit, en el canal franc¨¦s TF1.
El modelo detalla adem¨¢s que Choupette, la famosa y millonaria gata del dise?ador, sigue al cuidado de Fran?oise, su ama de llaves y, como ya se sab¨ªa, ha confirmado tambi¨¦n es una de las herederas del legado del modista.
En la entrevista, que ha realizado con motivo del lanzamiento de su libro en el que habla en profundidad de su uni¨®n con Lagerfeld, Giabiconi ha dado detalles de la ambigua relaci¨®n que mantuvo durante a?os con el dise?ador. Karl Lagerfeld consideraba a Baptiste Giabiconi como su hijo espiritual aunque fue algo m¨¢s, una pareja con la que vivi¨® una discreta relaci¨®n. Maniqu¨ª de profesi¨®n, Giabiconi ten¨ªa 19 a?os cuando se convirti¨® en el modelo fetiche del dise?ador y en el hombre que le acompa?aba a todas partes. Giabiconi, que hizo su debut en Couture SS 2009, ocup¨® un lugar estelar en los desfiles de Chanel y se encarg¨® de cerrar los shows de la maison durante los siguientes a?os.
Seg¨²n Giabiconi, fueron su ¡°espontaneidad¡± y su ¡°frescura¡± las que conquistaron a Lagerfeld. ¡°El hecho de no tener un c¨®digo¡±, cuenta en la televisi¨®n francesa. ¡°A menudo, nos abraz¨¢bamos. Fue una relaci¨®n filial, muy poderosa, con un amor que no pod¨ªamos describir¡±, explica el heredero principal de Lagerfeld, a quien cari?osamente llamaba ¡°mi Karl, mi peque?o Karl y, a veces, mi amor¡±. ¡°Nunca hubo ninguna sombra de ambig¨¹edad entre nosotros¡±, admite.
La complicidad en su relaci¨®n se reflejaba, dice, en sus constantes discusiones y debates. ¡°Pod¨ªamos decirnos de todo¡±, recuerda y a?ade que el emperador de la moda ¡°odiaba las discusiones sobre intelectuales¡±. Adem¨¢s de esos momentos, las compras tambi¨¦n ocupaban momentos importantes en sus vidas. ¡°Karl era excesivo en todo. Fuimos a Colette, a Dior¡quer¨ªa saciarme. (¡) Dec¨ªa: ¡®solo hay para el sinverg¨¹enza¡¯. Un sinverg¨¹enza que llen¨® ese vac¨ªo, esa soledad¡±, relata.
Aunque el v¨ªnculo que un¨ªa a los dos hombres sigue siendo indefinible, lo que s¨ª es cierto es que Lagerfeld lleg¨® a pensar en adoptar a Baptiste Giabiconi. ¡°Quer¨ªa que fuera su hijo de una forma u otra. Quer¨ªa protegerme¡±, cuenta el modelo. Una protecci¨®n que incluy¨® no informarle de su enfermedad, un c¨¢ncer que acab¨® con su vida el 19 de febrero de 2019, a los 85 a?os. ¡°Se camufl¨® mucho, nunca habl¨® de ello, no quer¨ªa (¡) Convirti¨® sus sesiones de quimioterapia en sesiones de acupuntura. Lo entend¨ª. Respetaba su elecci¨®n de no querer hablar de ello¡±, explica el modelo sobre las excusas que le daba el dise?ador cuando recib¨ªa quimioterapia.
Baptiste Giabiconi, ahora de 30 a?os, no era un desconocido en el mundo de la moda pero su uni¨®n laboral y personal al dise?ador alem¨¢n supuso un salto cualitativo en su carrera. ¡°Es la versi¨®n masculina de Gisele B¨¹ndchen. Bien con ropa y, m¨¢s a¨²n, sin ella¡±, dijo de ¨¦l Lagerfeld en alguna ocasi¨®n. El modelo defin¨ªa as¨ª su conexi¨®n con el dise?ador: ¡°Karl puede despertar en m¨ª un lado femenino sin que tenga la sensaci¨®n de que mi masculinidad se vea afectada¡±.
Un a?o despu¨¦s de su muerte, Baptiste Giabiconi sigue record¨¢ndolo. ¡°Lo que extra?o es no poder llamarlo. Fue maravilloso haber compartido m¨¢s de 10 a?os a su lado¡±, concluye.
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