Mark O¡¯Connell: ¡°No hay nada m¨¢s humano que el deseo de no ser humano¡±
El fil¨®sofo y ensayista irland¨¦s investiga el fen¨®meno del transhumanismo, esa b¨²squeda de la inmortalidad a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa que tanto parecido tiene, dice, con las religiones
Mark O¡¯Connell (Dubl¨ªn, 1979) sinti¨® un vertiginoso p¨¢nico ante la perspectiva de su propia muerte tras el nacimiento de su hijo. Fue algo autom¨¢tico. Y llevado por ese miedo emprendi¨® la tarea de profundizar en el transhumanismo, el movimiento que cree que con ayuda de la tecnolog¨ªa podemos mejorar nuestros cuerpos y mentes, trascendiendo nuestra condici¨®n humana y logrando, quiz¨¢, nuestra inmortalidad. Entre sus impulsores se cuentan algunos de los nombres m¨¢s destacados de Silicon Valley, como Elon Musk (fundador de Tesla o Paypal), Peter Thiel (inversor que apoya a j¨®venes emprendedores con sus start-ups, Mark Zuckerberg entre ellos) o Ray Kurzweil (director de ingenier¨ªa en Google). En C¨®mo ser una m¨¢quina (editorial Capit¨¢n Swing), O¡¯Connell pasa tiempo con gente que investiga c¨®mo transferir nuestras mentes a ordenadores, con biohackers que amplifican sus sentidos implant¨¢ndose dispositivos electr¨®nicos bajo la piel o con un grupo de personas que investigan c¨®mo proteger a la humanidad de la superinteligencia artificial. El libro, por encima de todo, es una reflexi¨®n sobre qu¨¦ significa ser humano y sobre nuestro viejo deseo de trascender nuestra propia existencia.
PREGUNTA.?Los transhumanistas ?qu¨¦ ofrecen al resto de los mortales?
RESPUESTA.?Lo mismo que ha hecho hasta ahora la religi¨®n: la posibilidad de creer que quiz¨¢ no tengamos que morir. De la misma forma que la mayor¨ªa de las religiones ofrecen trascendencia de lo humano, aqu¨ª se da por bueno que la tecnolog¨ªa ofrece esa misma promesa. Es una salida a la muerte. Y luego, poni¨¦ndonos m¨¢s realistas, ofrece la posibilidad de expandir el horizonte de la mortalidad tambi¨¦n a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa y de distintos tratamientos. De la misma forma en que los m¨®viles nos ofrecen externalizar nuestra memoria y nuestro conocimiento, el transhumanismo intenta eso mismo para nuestro cuerpo. Esa faceta fue la que me atrajo y me llev¨® a profundizar en este movimiento.
P.??Por qu¨¦? ?Qu¨¦ buscaba?
¡°El transhumanismo es una forma de externalizar la culpa por lo que le hemos hecho al planeta¡±
R.?Quer¨ªa saber m¨¢s sobre el sentimiento que movi¨® a Prometeo, que rob¨® el fuego a los dioses convirti¨¦ndose en algo superior a los humanos que somos. Creo que no hay nada m¨¢s humano que el deseo de no ser humano. Y la fascinaci¨®n hacia cu¨¢nto nos cuesta estar en paz con la idea de que somos meros animales y que un d¨ªa vamos a morir. Y que ese es nuestro destino. El transhumanismo es el intento de huir de ello. Tiene un lado muy extremo, pero una de las cosas que m¨¢s me atraen de sus defensores es c¨®mo tiran de algunas creencias centrales de nuestras sociedades, como la idea de que la tecnolog¨ªa es un vector del progreso humano y que esta nos sacar¨¢ de cualquier situaci¨®n. Si te fijas en la forma en que hablamos sobre el cambio clim¨¢tico, todo el rato parece que encontraremos ¡°algo¡±, un invento de alg¨²n tipo, que nos salvar¨¢ y nos permitir¨¢ seguir con nuestra forma de vida.
P.??No ser¨¢ la ansiedad por el futuro de nuestra especie?
R.?En parte. La idea de que las tecnolog¨ªas que estamos desarrollando, como la inteligencia artificial, nos volver¨¢ obsoletos¡ No creo que sea realista, pero me parece interesante que estemos interiorizando de este modo lo que le hemos hecho al planeta. El transhumanismo es, entre otras cosas, una forma de externalizar la culpa por lo que le hemos hecho al mundo. Para m¨ª es como un mito. No creo que dentro de 100 a?os nuestras mentes est¨¦n externalizadas en m¨¢quinas.
P.??Qu¨¦ m¨¢s le ha llamado la atenci¨®n?
R.?Que hay una contradicci¨®n en toda esta gente: por un lado, manejan una visi¨®n muy conservadora, pues se basa en la idea de que nada cambia. Si el capitalismo y la tecnolog¨ªa siguen su camino, si no hay cambios pol¨ªticos, ser¨¢ posible. Sin embargo, la idea de la inmortalidad o la extensi¨®n radical de la vida, si fueran factibles, lo ser¨ªan para muy pocos de nosotros. Y se discute muy poco sobre esta contradicci¨®n. Es un movimiento muy individualista. Les interesa m¨¢s qu¨¦ les pasar¨¢ a ellos particularmente que qu¨¦ le pasar¨¢ a la humanidad.
P.??Como un viaje egoc¨¦ntrico?
¡°Apenas hay mujeres; se sienten menos atra¨ªdas por la fantas¨ªa de abandonar su propio cuerpo¡±
R.?La inmensa mayor¨ªa son hombres blancos y hay muy poca reflexi¨®n sobre qu¨¦ significa ser un privilegiado.
P.??Y por qu¨¦ apenas hay mujeres transhumanistas?
R.?Las rar¨ªsimas que encontr¨¦ las tuve que buscar. Creo que hay algunas razones: el mundo tech es m¨¢s un mundo de hombres. Y hay algo m¨¢s profundo: lo que empec¨¦ a encontrarme conforme fui hablando con sus defensores fue la fantas¨ªa compartida de la existencia de una mente humana que es pura inteligencia, y ese razonamiento creo que es muy atractivo para los hombres, pero no tanto para las mujeres. Parecen menos atra¨ªdas por la fantas¨ªa de abandonar nuestros cuerpos. Muchos transhumanistas posiblemente razonan de manera il¨®gica. En un momento me pregunt¨¦, ?estar¨¦ escribiendo un libro sobre qu¨¦ significa ser var¨®n?
P.?De las personas con las que se reuni¨®, ?a qui¨¦nes cree que deber¨ªamos prestar atenci¨®n?
R.?El neurocient¨ªfico Randal Koene, de la empresa Mind Uploading, me pareci¨® muy inteligente. Lo que propone da la impresi¨®n de ser muy descabellado: transferir nuestras mentes a m¨¢quinas. Estudia el mapa de nuestro cerebro para ver c¨®mo habr¨ªa que hacerlo. Su proyecto es a un futuro muy lejano, algo que posiblemente se tardar¨¢ generaciones en lograr. Muchos cient¨ªficos creen que en alg¨²n momento ser¨¢ posible. Tambi¨¦n creo que habr¨ªa que seguir la pista a las personas que se insertan chips en la piel en Pittsburgh (EE UU). Recopilan datos sobre su vida en la esperanza de optimizarse como persona. Eran muy provocadores y lo que hacen es algo palpable. No solo hablan del futuro, sino de ahora mismo.
P.?Sin embargo, en estos momentos m¨¢s que fascinaci¨®n hacia la tecnolog¨ªa hay temor hacia esta.
R.?En cuanto gan¨® Trump sent¨ª que se daba un cambio muy potente. La idea de que la tecnolog¨ªa ser¨¢ un vector del progreso ya no es cierta para muchos. Ahora la miramos con ansiedad, miedo y paranoia. Es algo ante lo que debemos estar vigilantes y preocuparnos.
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