Del vac¨ªo al horror

Se va la superpotencia hegem¨®nica durante medio siglo y se abre el vac¨ªo. La naturaleza le tiene horror y por eso siempre alguien lo llena, aunque mientras tanto la pugna por llenarlo se convierte en el horror ¨¦l mismo. El vac¨ªo no se da tan solo en Siria. Afecta a toda la regi¨®n. Deshace acuerdos y pactos, fabrica guerras en cadena y empolla conflictos futuros. No ha empezado s¨²bitamente con Trump, solo se ha intensificado. Y como siempre en estos cambios geopol¨ªticos, sufren los m¨¢s d¨¦biles, la poblaci¨®n civil que no ha podido poner sus vidas y bienes a buen recaudo.

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Atrapados en la ratonera de Idlib

Turqu¨ªa, Rusia y Siria se asoman al abismo de un conflicto abierto

La batalla por la provincia de Idlib es el ¨²ltimo episodio. En ella se amontonan tres millones de personas, refugiados la mayor¨ªa, que duplican la poblaci¨®n original, y tienen su mirada puesta en la cercana frontera turca. El r¨¦gimen de Bachar el Asad, con el apoyo de Vlad¨ªmir Putin, quiere completar el control territorial de todo el territorio sirio y darse por vencedor de la guerra civil. Recep Tayyip Erdogan quiere impedirlo y convertir en un protectorado la regi¨®n siria fronteriza con su pa¨ªs. El resultado es la mayor cat¨¢strofe humanitaria desde que la guerra empez¨® hace nueve a?os.

El vac¨ªo geopol¨ªtico es una golosina para los ambiciosos. Una llamada a la guerra. En este caso afecta a Rusia y Turqu¨ªa, que se acercan peligrosamente al enfrentamiento directo despu¨¦s de librarla a trav¨¦s de fuerzas subrogadas. En 2015 Turqu¨ªa derrib¨® un caza ruso y ahora un bombardeo atribuido inicialmente a la aviaci¨®n rusa ha matado a m¨¢s de 30 militares turcos en territorio sirio. Las alianzas de geometr¨ªa variable que hace Erdogan tienen un l¨ªmite. Ha comprado armas a Rusia para presionar a Estados Unidos y a la OTAN y amenaza de nuevo con mandar refugiados a Europa, tal como ya hizo en 2015. Pero ahora est¨¢ en un callej¨®n sin salida, al borde de la guerra abierta con Rusia.

Washington se va de la regi¨®n y duda entre Mosc¨² y Ankara como aliados, pero Bruselas, sede de la OTAN y de la UE, no tiene dudas sino que se inhibe, a pesar de la amenaza que pesa sobre los socios europeos de una y otra organizaci¨®n. Del avispero sirio salen columnas de refugiados con el prop¨®sito de llegar a Europa y combatientes yihadistas dispuestos a persistir en su estrategia en suelo europeo. Sin contar el peligro que se cierne sobre la Alianza, definida por la mutualizaci¨®n de la defensa, cada vez que su socio turco da una patada en el tablero. El vac¨ªo geopol¨ªtico interpela directamente a los europeos, pero los europeos apenas responden.