Dise?o contra el p¨¢nico: soluciones para combatir el coronavirus y la desinformaci¨®n
El dise?o ha proporcionado soluciones contra la propagaci¨®n de las epidemias en la historia y esta no es una excepci¨®n, pero con criterio. Arquitectura, arte y ciencia se unen para dar un mensaje: la desinformaci¨®n es la peor de las pandemias

El coronavirus, llamado en t¨¦rminos m¨¦dicos COVID-19, todav¨ªa no ha sido declarado pandemia, pero su expansi¨®n imparable por todo el mundo hace crecer la paranoia alimentada por el ciclo diab¨®lico de las noticias. Las im¨¢genes de ciudades enteras en cuarentena, aeropuertos cerrados, supermercados vac¨ªos y la cancelaci¨®n de los eventos internacionales empezaron en Asia, continuaron por Europa, con Mil¨¢n como centro neur¨¢lgico, y amenazan ahora a Estados Unidos. El futuro apocal¨ªptico de las pel¨ªculas de ciencia ficci¨®n se palpa en esos lugares.
Desde Leonardo Da Vinci en el siglo XV hasta la actualidad, los dise?adores han buscado soluciones para prevenir la propagaci¨®n de las plagas con ideas que reflejan las fobias y los miedos humanos m¨¢s profundos. Pero que tambi¨¦n crean una est¨¦tica de la pandemia, ya sea con hospitales de campa?a levantados en tiempo r¨¦cord, mascarillas como c¨®digo de vestimenta obligatorio o aparatos de alta tecnolog¨ªa como drones y mapas interactivos de su avance. O el curioso caddie ¨Cun h¨ªbrido entre el Papa-m¨®vil y el sill¨®n Retreat Pod, de Roger Dean¨C con el que evac¨²an a las personas con s¨ªntomas de coronavirus en los aeropuertos de China.
Pronto nos podr¨ªamos ver todos ataviados con el escudo Be A Batman ("s¨¦ un Batman"), creado por el arquitecto chino Sun Dayong a ra¨ªz de la aparici¨®n del coronavirus. Es un accesorio futurista inspirado en los murci¨¦lagos, una de las posibles fuentes del COVID-19, cuyas temperaturas corporales aumentan mientras vuelan, lo que les permite sobrevivir a pesar de tener la enfermedad.

Dayong, confundador del estudio Penda, ha utilizado un material de fibra de carbono para crear una membrana corporal que se cuelga como una mochila. Tiene una pel¨ªcula de PVC con unos cables incrustados que calientan el pl¨¢stico a una temperatura lo suficientemente elevada para matar al pat¨®geno.

Este traje de protecci¨®n es todav¨ªa un prototipo, pero su creador espera encontrar un patrocinador y ofrece sus servicios de forma gratuita. Despu¨¦s de contener una epidemia, piensa que el escudo se podr¨ªa actualizar con la tecnolog¨ªa de Google Glass, o simplemente usarse como un "espacio m¨®vil privado ¨²nico para las personas".
La cuarentena es, por el momento, el m¨¦todo m¨¢s eficaz y m¨¢s antiguo para luchar contra virus como el de Wuhan. Leonardo Da Vinci, tras sobrevivir a las plagas bub¨®nicas que azotaron Mil¨¢n entre 1484 y 1485, dise?¨® una ciudad futura de tres niveles que eliminaba los barrios abarrotados y separaba el comercio, la vivienda y el transporte. Nunca se lleg¨® a construir.

Fue el primer proyecto de planificaci¨®n urban¨ªstica pensado con ideas de higiene y prevenci¨®n de enfermedades. Ya en el siglo XIX, la tuberculosis impuls¨® la construcci¨®n de sanatorios, como el famoso Paimio, del arquitecto finland¨¦s Alvar Aalto en el sudoeste de Finlandia. En esta ocasi¨®n, China ha logrado una haza?a de la arquitectura y la ingenier¨ªa de cuarentena defensiva con la construcci¨®n en diez d¨ªas de un hospital de 34.000 metros cuadrados y mil camas en Wuhan, epicentro del brote. Y espera abrir el segundo para 1.500 enfermos en los pr¨®ximos d¨ªas.
Una realidad dist¨®pica de humanos con sus propios rostros impresos en unas m¨¢scaras es el efecto que provoca la creaci¨®n de Danielle Baskin. Dise?adora de producto, emprendedora y artista visual a partes iguales de 32 a?os, ha inventado estos accesorios que permiten desbloquear los tel¨¦fonos que funcionan por reconocimiento facial y seguir utiliz¨¢ndolos mientras se lucha contra el virus.

Cuando un tuitero le pregunt¨® si era una broma, Baskin contest¨®: "Si. No. No estamos seguros. Los virus no son una broma. L¨¢vate las manos cuando puedas. Y vac¨²nate cuando puedas". Los ha probado en el modelo N95, uno de los antifaces m¨¢s comunes, pero no estar¨¢n disponibles durante la actual crisis v¨ªrica por la imposibilidad de cubrir el alto n¨²mero de pedidos que ha recibido.
La desinformaci¨®n es la verdadera amenaza
Un chiste parecen las m¨²ltiples soluciones caseras que los ciudadanos lucen estos d¨ªas por las calles de las principales urbes del mundo. La crisis del coronavirus ha agudizado el ingenio. Cuentas de Instagram como la neoyorquina Subway creatures o la china Shanghai Observed recogen los modelos m¨¢s disparatados hechos ad hoc que se ven estos d¨ªas en las calles.
El miedo irracional al coronavirus ha llevado al dise?ador y artista germano-namibio Max Siedentopf, residente en Londres, a crear una docena de retratos provocativos con personas ataviadas con mascarillas hechas con ropa interior, una hoja de lechuga, una botella de pl¨¢stico o una compresa.
Bajo el t¨ªtulo C¨®mo sobrevivir a un virus global mortal, Siedentogf pretende ofrecer "soluciones ¨²tiles para usar objetos cotidianos simples para protegerse". Una cr¨ªtica a la desesperaci¨®n por comprar m¨¢scaras, a pesar de que los m¨¦dicos hayan advertido de su eficacia limitada. El mensaje, con el que el artista pretend¨ªa "sacarnos de nuestra zona de confort", no ha sido recibido como esperaba y Siedentogf ha tenido que pedir disculpas a las decenas de personas que escribieron sinti¨¦ndose ofendidas por este trabajo.


Aun as¨ª, lo m¨¢s ¨²til en estas circunstancias es no dejarse llevar por el p¨¢nico. La desinformaci¨®n es la amenaza real. Con los precedentes de respuestas mal calculadas en casos como el VIH o el ¨¦bola, los investigadores de la Universidad de Johns Hopkins de Baltimore (Maryland) han desarrollado un mapa donde se puede seguir en vivo la propagaci¨®n de la epidemia. Su objetivo es impulsar la comprensi¨®n cient¨ªfica y aumentar la percepci¨®n p¨²blica del riesgo: de los 95.748 casos totales detectados hasta el momento de la publicaci¨®n de este art¨ªculo, 53.422 se han recuperado.
Con este enfoque, el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York organiz¨® dos exposiciones: Epidemia (1999) y Cuenta atr¨¢s para cero (2015-2017) sobre el desarrollo de las pandemias buscando neutralizar los temores, fomentar la empat¨ªa con las v¨ªctimas y la importancia de la ciencia. En definitiva: el dise?o, la cr¨ªtica, el arte y la ciencia unidas en un solo mensaje: que no cunda el p¨¢nico.
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