Feminista de los Monegros
Aqu¨ª estamos demasiado concentrados en las divergencias laborales y las regulaciones formales, y poco atentos a la brecha dom¨¦stica y las reglas informales
Si Cayetana ?lvarez de Toledo es feminista amaz¨®nica, yo soy feminista de los Monegros. Poco ortodoxo y muy tozudo. Y, por eso, me gustar¨ªa insistir en lo que, para m¨ª, es el hecho diferencial entre Espa?a y los pa¨ªses del mundo con mayor igualdad entre mujeres y hombres: aqu¨ª estamos demasiado concentrados en las divergencias laborales y las regulaciones formales, y poco atentos a la brecha dom¨¦stica y las reglas informales.
Vivimos pendientes de la acci¨®n del Estado. Por ejemplo, discutiendo si ¡°sola y borracha¡± es un lema inspirador y aglutinador o temerario y polarizador. Un debate tan medi¨¢tico como est¨¦ril. Y para atajar la brecha salarial y de altos cargos en las empresas, nos seguimos encomendando con reverencia medieval al poder taumat¨²rgico de las regulaciones. Pero si algo hemos aprendido de la historia sobre c¨®mo conseguir que un grupo discriminado, en este caso las mujeres, se emancipe, es que la igualdad no se impone con grandes leyes, sino con peque?os convencimientos. Lo que ha recortado la desigualdad en la Europa del norte no han sido tanto manifestaciones puntuales reclamando cambios legislativos como presiones constantes, primero, sobre cada empresa o Administraci¨®n p¨²blica, forzando la creaci¨®n de comit¨¦s permanentes que velan por la incorporaci¨®n de la perspectiva de g¨¦nero en cada decisi¨®n relevante, y segundo, sobre cada familia.
Y ah¨ª es donde reside el problema particular de Espa?a: la enorme brecha dom¨¦stica. Seg¨²n un informe publicado por The New York Times, mientras las espa?olas dedican de media casi cinco horas al cuidado de familiares y tareas del hogar al d¨ªa, los espa?oles destinamos poco m¨¢s de dos horas. Tenemos tres horas de ventaja. Cada 24. Espa?a est¨¢ a a?os luz de los pa¨ªses n¨®rdicos, donde s¨®lo existe una hora de diferencia entre hombres y mujeres, y peor que casi todas las democracias avanzadas, de Francia a Nueva Zelanda. Empatamos con China y Sud¨¢frica.
Y no mejoramos. Doy clases a directivos, y si algo ha cambiado con los a?os es que hay muchas m¨¢s mujeres. Pero cuando les pregunto qui¨¦n es el directivo ejecutivo de su casa, qui¨¦n se pasa el tiempo libre planeando la compra, la comida, el colegio de los ni?os y cualquier log¨ªstica familiar, la respuesta sigue siendo la misma: la mujer. As¨ª que, querido lector, te hago la misma pregunta y te invito a que lo habl¨¦is esta noche en casa. @VictorLapuente
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