De Benny Mor¨¦ a Paco de Luc¨ªa, pasando por Chucho Vald¨¦s

Y se hizo la luz. Y se hizo la m¨²sica. Y lleg¨® el duende, el baile, y la inspiraci¨®n de El cuento de la buena Pipa, s¨¦ptimo disco en solitario de Alain P¨¦rez, que a sus 42 a?os es uno de los grandes de la m¨²sica popular cubana tras graduarse en la escuela de Chucho Vald¨¦s, en la de Paco de Luc¨ªa y tambi¨¦n en la de Celia Cruz, para quien hizo letras, arreglos y giras con su grupo. Con Chucho despeg¨® su carrera en 1994 y grab¨® el legendario Bele Bele en La Habana. Con Paco pas¨® una d¨¦cada (2003-2013) tocando el bajo por el mundo y colaborando en sus discos de flamenco. Con Isaac Delgado y Juan Formell se sumergi¨® en los secretos de la m¨²sica bailable y de la salsa, si bien en su lista de maestros fundamentales cita a glorias de antes, Benny Mor¨¦ y Arsenio Rodr¨ªguez en primer lugar, ¡°esp¨ªritu y ra¨ªz de todo¡±, aunque primero estuvo el magisterio familiar y bohemio de Gradelio, su padre, nacido con el don de la d¨¦cima, la tonada campesina y la poes¨ªa, cuyas letras est¨¢n presentes en este disco y en los anteriores.

Alain naci¨® en la primavera de 1977 en una humilde casa del poblado de Manaca Iznaga, en el Valle de los Ingenios, cerca de Trinidad, donde no hab¨ªa ni siquiera radio, pero si una guitarra y la pasi¨®n de Gradelio por la m¨²sica y la fiesta. ¡°All¨ª estaba su rumba, su patio, su poes¨ªa, la gente bailando, es la chispa que lo encendi¨® todo¡­¡±. Alain se march¨® de casa a los nueve a?os para formar parte del grupo infantil Cielito Lindo, de Cienfuegos, y no volvi¨® m¨¢s. Llevaba la m¨²sica dentro. Fue al conservatorio y a la universidad, donde un d¨ªa lo descubri¨® Chucho y se lo llevo para Irakere como tecladista y cantante. Por entonces ya tocaba el piano, la guitarra, el bajo y la percusi¨®n, adem¨¢s de componer y brillar con su voz de sonero.

Si Irakere fue su ¡°master¡± ¡ªcomo suele decir P¨¦rez¡ª, los 20 a?os que pas¨® en Espa?a fueron el campus donde se entren¨® con los m¨¢s grandes, abri¨® su mente y bebi¨® del licor de la excelencia y el coraz¨®n como centro y norte de la m¨²sica. ¡°Con Paco ten¨ªas que ser sublime cada noche¡±, recuerda. El mundo flamenco deslumbr¨® a Alain. Toc¨® con Enrique Morente, con Ni?o Josele, grab¨® con Paco el fundamental Cositas Buenas (2003) y tambi¨¦n su ¨²ltimo trabajo, Canci¨®n Andaluza, ambos premios Grammy latinos. Por el camino hizo con Celia Cruz Regalo del alma, ganador de un Grammy en 2003, en el que la cantante cubana incluy¨® sus arreglos y el tema Jos¨¦ Caridad, con letra de Gradelio y Alain P¨¦rez.

¡°Yo nunca dej¨¦ mi m¨²sica cubana. Siempre proteg¨ª la risa, el gesto, la bulla, el baile¡±, cuenta P¨¦rez, autor de discos bailables como El desaf¨ªo, Apetecible, Hablando con Juana, En el aire (jazz afrocubano), ADN, y tambi¨¦n el tributo a Matamoros El alma del son y ahora El cuento de la buena Pipa -editado por el sello discogr¨¢fico cubano Egrem, igual que sus ¨²ltimos discos- que considera el ¡°mejor trabajo¡± de todos los que ha hecho. ?La raz¨®n? ¡°Porque es un disco del Alain que canta y que baila, del que naci¨® aqu¨ª, en Manaca Iznaga, el que tuvo los mejores maestros y ha regresado, y porque es un trabajo hecho a los cuarenta a?os, con una perspectiva m¨¢s madura y a la vez m¨¢s intensa¡±.

En 2016, dos a?os despu¨¦s del fallecimiento de Paco de Luc¨ªa, Alain P¨¦rez regres¨® a su pa¨ªs ¨C¡°si no hubiera muerto, seguramente yo seguir¨ªa en Espa?a tocando con ¨¦l, est¨¢bamos muy unidos¡±, confiesa¡ª. Alain necesitaba volver y reencontrarse con su gente, con su m¨²sica, con su ra¨ªz. Los primeros tiempos en la isla fueron de ¡°arar la tierra¡±, pero hoy, al frente de una banda de 14 j¨®venes m¨²sicos, es considerado uno de los grandes de la m¨²sica popular cubana actual, y El cuento de la buena Pipa viene a ser una consagraci¨®n. En el disco hay boleros, canciones, sones, guarachas, rumba, timba, salsa, y como siempre est¨¢n las letras de Gradelio hilvan¨¢ndolo todo. Algunos temas bailables son rom¨¢nticos y dulces, como A m¨ª no me importa, Sin luz y sin agua o Las fases de la luna, otros son de pelo suelto y carretera, cargados de energ¨ªa, como Sabor de mi rumba, con arreglos tremendos que mezclan rumba, guaracha y son, o Son con mo?a y Modo avi¨®n, que a decir de Isaac Delgado ¡°le pueden llegar al que piensa mucho y al que no piensa nada¡±.

Esta es precisamente una de las claves de El cuento de la buena Pipa. ¡°Puede hacerse m¨²sica popular con buenas letras, con sentimiento, sin caer en lo f¨¢cil y lo que el mal gusto demanda¡±, dice, convencido de que hoy ¡°se ha impuesto lo material, lo f¨ªsico, lo superficial¡±, y no solo en Cuba , sino en todo el mundo. ¡°Hemos ido perdiendo coraz¨®n, y la m¨²sica sin sentimiento, sin alma, no es nada, eso lo aprend¨ª con Chucho, con Paco, con Celia, con Isaac¡±. Todos esos maestros est¨¢n en su trayectoria y en El cuento de la buena Pipa, que no es otra cosa que una fantas¨ªa y un deseo de aportar algo ¡°bonito¡± a la m¨²sica, "un color, una emoci¨®n...". ¡°La cosa m¨ªa es inspirar, la gente tiene que encontrar un espejo donde mirarse¡±.