Echar a Netanyahu

La receta es conocida: ante una mayor¨ªa insuficiente, dedicar todos los esfuerzos a evitar la uni¨®n de la oposici¨®n. La derecha israel¨ª tiene un argumento s¨®lido, tambi¨¦n suficientemente conocido en otros pa¨ªses: la izquierda solo puede gobernar si cuenta con los votos de la Lista Conjunta ¨¢rabe estigmatizada como enemiga de Israel. La alianza que hay que tejer para terminar con el largo y ya excesivo liderazgo de Netanyahu ¡ª18 a?os en dos periodos¡ª debe mezclar el agua y el aceite, los diputados de los partidos ¨¢rabes y los seguidores de Avigdor Lieberman, el derechista ultra pero laico que ha llegado a defender la deportaci¨®n de poblaci¨®n ¨¢rabe del territorio israel¨ª al futuro Estado palestino.

Los est¨ªmulos para esta dif¨ªcil coalici¨®n son abundantes. El primero y m¨¢s destacado es echar a Netanyahu para dejar que responda ante la justicia por las imputaciones de corrupci¨®n. Si no hay Gobierno, habr¨¢ una nueva convocatoria electoral, la cuarta desde los comicios anticipados celebrados en abril de 2019. El argumento definitivo es la calidad de la democracia israel¨ª: no se puede gobernar un pa¨ªs democr¨¢tico como si no existieran los 15 diputados de la minor¨ªa ¨¢rabe, que representan a la quinta parte de la poblaci¨®n israel¨ª, tal como pretende Netanyahu. Su idea de democracia es abiertamente iliberal y hostil al Estado de derecho, como demuestran sus intentos de eludir la acci¨®n de la justicia por la exoneraci¨®n a trav¨¦s de las urnas. En manos del exgeneral Benny Gantz, el l¨ªder de Azul y Blanco, est¨¢ la posibilidad de sustituirle si logra a la vez los votos de la Lista Conjunta ¨¢rabe y los de Israel Nuestra Casa. Estos, los de Lieberman, quieren desposeer de privilegios a los partidos religiosos que han venido apoyando a Netanyahu; la Lista, defender los derechos ciudadanos de los ¨¢rabes israel¨ªes.

Aunque aparentemente incompatibles, ambos coinciden en la igualdad de derechos, sin distinci¨®n de credo o religi¨®n. El camino estrecho de Benny Gantz pudiera ser el preludio de un nuevo combate por los derechos civiles, l¨®gica salida del conflicto palestino una vez Trump y Netanyahu han destruido el proceso de paz.