Primera l¨ªnea de choque

Los Gobiernos se enfrentan a una crisis severa y compleja, con extensas ramificaciones sectoriales. A la dislocaci¨®n de la oferta le ha acompa?ado de forma inmediata un desplome de la demanda y una p¨¦rdida sin precedentes de riqueza financiera concentrada en apenas cuatro semanas. Del alcance de esa crisis no sabemos mucho, porque tampoco alcanzamos a conocer las exigencias que la cuarentena sobre las personas ejercer¨¢ sobre la cuarentena de la actividad empresarial.

Para orientar la gesti¨®n no sirven los manuales al uso, no existen archivos con experiencias m¨ªnimamente relevantes. Si cuentan las actitudes, la capacidad para perfilar las piezas esenciales del diagn¨®stico y definir prioridades, las habilidades para coordinar equipos t¨¦cnica y pol¨ªticamente heterog¨¦neos. Ning¨²n Gobierno lo tiene precisamente f¨¢cil. Desde luego en Europa, donde al d¨ªa de hoy solo una instituci¨®n, el banco central, ha sido capaz de adoptar decisiones convenientes. Pero la capacidad de maniobra del BCE es muy limitada, tributaria de esa actuaci¨®n tambi¨¦n en solitario para abordar los efectos de la pasada crisis, para salvar la uni¨®n monetaria. Tampoco las habilidades de su presidenta para interactuar con los operadores en los mercados financieros son equivalentes a las de Draghi.

Ese es el contexto en el que el Gobierno espa?ol ha dado a conocer las decisiones con las que afrontar las consecuencias econ¨®micas de la pandemia. Lo ha hecho tras conocer la mayor permisividad europea para incurrir en desequilibrios en las finanzas p¨²blicas y las pol¨ªticas econ¨®micas de otros Gobiernos europeos como Alemania e Italia.

Las pol¨ªticas econ¨®micas anunciadas son pertinentes. Constituyen una primera l¨ªnea de contenci¨®n de las consecuencias econ¨®micas que la extensi¨®n de la epidemia y la cuarentena empresarial est¨¢n originando. Ser¨¢n recursos p¨²blicos en cuant¨ªa muy significativa los que den cobertura a los tres ¨¢mbitos donde los da?os ser¨¢n inicialmente m¨¢s expl¨ªcitos: el sanitario, el empresarial y el de los trabajadores m¨¢s vulnerables. Al igual que en otros pa¨ªses, la cobertura financiera de la gesti¨®n sanitaria, sin restricciones, es la principal prioridad.

El resto de los recursos financieros p¨²blicos movilizados servir¨¢n para ayudar a las empresas a sortear ca¨ªdas en sus ingresos por ventas, a mantener su capacidad, a facilitar el ajuste de sus plantillas y a digerir el endeudamiento. El Gobierno asume que la mejor garant¨ªa de minimizar los costes sociales de esta crisis, adem¨¢s de hacerlo con la salud, es procurar que las rentas de los trabajadores no sufran. En un pa¨ªs con un censo empresarial absolutamente dominado por peque?as empresas y aut¨®nomos eso significa disponer de mecanismos de oxigenaci¨®n financiera suficientes. Es lo que ha hecho el Gobierno alem¨¢n, cuya econom¨ªa tiene la ventaja de tener una poblaci¨®n empresarial con dimensiones medias mucho m¨¢s elevadas. Apostar por la investigaci¨®n sanitaria es tambi¨¦n una se?al en la buena direcci¨®n. La otra pr¨¢ctica que podemos importar de ese pa¨ªs es la celeridad con la que transmiti¨® su plan de choque, tras un acuerdo ejemplar entre el ministro de hacienda socialdem¨®crata y el de econom¨ªa de la CDU.