Tragedia siria
El pa¨ªs entra en su d¨¦cimo a?o de guerra sin que la comunidad internacional haya sido capaz de ayudar a alcanzar una soluci¨®n
Siria acaba de entrar en el d¨¦cimo a?o de guerra civil con un devastador balance de 384.000 muertos ¡ªde ellos 116.000 civiles¡ª, 5,7 millones de exiliados, seis millones de desplazados internos, un 80% de la poblaci¨®n viviendo bajo el umbral de pobreza y un pa¨ªs econ¨®micamente destruido. Se trata, seg¨²n las cifras, de la peor guerra en lo que va de siglo XXI que se ha prolongado por diversos factores entre los que no es menor la sistem¨¢tica incapacidad de la comunidad internacional para ayudar a encontrar una salida viable al conflicto.
Viendo lo que hab¨ªa sucedido con otros dictadores en las revueltas derivadas de la primavera ¨¢rabe ¡ªencarcelados como el egipcio Hosni Mubarak o linchados como el libio Muamar el Gadafi¡ª, el mandatario sirio Bachar el Asad, cuya familia dirige el pa¨ªs bajo una dictadura desde 1970, opt¨® por la guerra total, primero contra los manifestantes civiles y luego contra las milicias insurgentes. El escenario se fue complicando con la aparici¨®n del Estado Isl¨¢mico, la relevancia de los combatientes kurdos y la intervenci¨®n de otros pa¨ªses como Ir¨¢n, Rusia, Turqu¨ªa y Estados Unidos. Es decir, ha ido creciendo de conflicto local a elemento desestabilizador regional llegando incluso al reciente enfrentamiento espor¨¢dico directo entre los ej¨¦rcitos de Siria y Turqu¨ªa.
En estos nueve a?os Siria ha sido escenario de toda clase de atrocidades contra la poblaci¨®n civil. El r¨¦gimen ha utilizado armas qu¨ªmicas y otro tipo de armamento prohibido por las convenciones internacionales contra ella. En su apogeo, el Estado Isl¨¢mico emple¨® la tortura p¨²blica en los territorios bajo su control. No se han respetado instalaciones protegidas por el derecho de guerra como escuelas y hospitales. Y como resultado de este desamparo total, millones de sirios han huido buscando no ya un futuro mejor, sino la supervivencia. La crisis migratoria en Europa con las tensiones que genera, tanto en sus fronteras como en el panorama de las pol¨ªticas nacionales, es consecuencia directa de ello.
Las sucesivas conferencias internacionales durante todo este tiempo apenas han logrado alg¨²n avance y ha llegado el punto en que algo tan b¨¢sico como un alto el fuego y la apertura de pasillos humanitarios se considera un triunfo. El balance es desolador, pero ello no puede ser ¨®bice para seguir trabajando. La comunidad internacional tiene el deber moral de no resignarse a esta carnicer¨ªa y poner todos los medios necesarios tanto para detenerla como para, llegado el momento, exigir responsabilidades a los culpables de los innumerables cr¨ªmenes. Aunque tarde, debe reaccionar antes de que la paz sea la de las armas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.