Lo que sea necesario
Lagarde acude al rescate con una compra de activos que deber¨ªa ser suficiente para sostener a la econom¨ªa europea al menos durante los pr¨®ximos diez meses
Un Consejo de Gobierno del BCE calificado como de ¡°extrema urgencia¡± decid¨ªa a ¨²ltima hora del mi¨¦rcoles poner en marcha un plan de choque monetario de envergadura excepcional encaminado a dotar a los Estados europeos de la financiaci¨®n suficiente para combatir los efectos econ¨®micos del coronavirus. El programa implica una compra de activos p¨²blicos y privados de hasta 750.000 millones de euros hasta finales de a?o. El desliz de Christine Lagarde en su comparecencia p¨²blica anterior ha sido compensado con creces con una disponibilidad monetaria que parece m¨¢s que suficiente para atender los requerimientos de financiaci¨®n extraordinaria de la eurozona. El p¨¦ndulo de Lagarde ha ido desde el err¨®neo ¡°no estamos para eso¡± al correcto ¡°lo que sea necesario¡±, una frase que Mario Draghi deber¨ªa patentar como sin¨®nimo de estabilidad monetaria.
A partir de ello, los inversores, las empresas y las familias cuentan con la garant¨ªa de que los Estados no tendr¨¢n problemas para financiar sus planes de contenci¨®n de los efectos de la crisis v¨ªrica. Los mercados pueden tener la seguridad de que la m¨¢xima instituci¨®n monetaria europea no dejar¨¢ que crezcan los spreads de la deuda (primas de riesgo), una actitud que sin duda agradecer¨¢n pa¨ªses como Italia y Espa?a. El plan de excepci¨®n es la forma m¨¢s correcta y directa de cortar cualquier riesgo de inestabilidad financiera en el ¨¢rea euro.
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La palabra clave del plan es ¡°flexibilidad¡±. Debe entenderse como una disposici¨®n a distribuir las facilidades de financiaci¨®n de acuerdo con la gravedad del impacto de la pandemia y de los recursos de los que dispone cada Estado. De nuevo los ejemplos hablan por s¨ª mismos. No es igual la situaci¨®n en Italia o Espa?a que la de Alemania, tanto por el n¨²mero de casos como por la capacidad de generaci¨®n de recursos. No es lo mismo afrontar una crisis sanitaria en pa¨ªses cuyas econom¨ªas dependen del turismo que en pa¨ªses con patrones de crecimiento industriales o tecnol¨®gicos. La solidaridad real reclama una atenci¨®n distinta y prioritaria a los m¨¢s afectados.
No es casualidad que Europa y Estados Unidos hayan reaccionado de forma similar a la amenaza de la Covid-19, aunque Bruselas mantiene una desventaja relativa con respecto a Washington, que es la incapacidad para articular una unidad de acci¨®n fiscal frente a la amenaza v¨ªrica. Trump ha tenido que retractarse de su negacionismo inicial e inyectar casi un bill¨®n de euros en combatir de ra¨ªz los da?os esperados por el coronavirus; Lagarde acude al rescate con una compra de activos que deber¨ªa ser suficiente para sostener a la econom¨ªa europea al menos durante los pr¨®ximos 10 meses y en la hip¨®tesis de que la pandemia ser¨¢ anulada en menos tiempo. Son las lecciones de la Gran Recesi¨®n, la de 2008.
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