La fuerza de Espa?a
Nuestro pa¨ªs est¨¢ lleno de amplificadores emocionales, como la familia o los amigos, grupos que transmiten la urgencia y la contundencia de las acciones a tomar
Desde dentro, quiz¨¢s no la veis. Desde dentro, pod¨¦is sentir un pa¨ªs atemorizado, dividido entre quienes reprochan al Gobierno no haber actuado antes, y quienes amonestan a los cr¨ªticos por su deslealtad en esta hora oscura; o entre quienes alaban a los medios de comunicaci¨®n por su despliegue y quienes les rega?an por su sensacionalismo.
Pero, desde fuera, percibimos la fuerza de Espa?a. Los espa?oles que vivimos en pa¨ªses m¨¢s poderosos (como EE?UU), m¨¢s ricos (como Australia), m¨¢s cient¨ªficos (como el Reino Unido), m¨¢s tecnol¨®gicos (como Alemania) o m¨¢s igualitarios (como Suecia), envidiamos un hecho diferencial de Espa?a: la enorme tensi¨®n social. Espa?a se lo est¨¢ tomando en serio. Obviamente, el n¨²mero de casos en el resto de pa¨ªses avanzados todav¨ªa no ha alcanzado los niveles de Espa?a e Italia. Pero, si acaso, eso deber¨ªa servir de acicate para intentar contener el virus cuanto antes. Sin embargo, las medidas en muchos pa¨ªses son suaves (en Suecia, los colegios de mis hijos siguen abiertos), o incluso temerarias (Reino Unido y Holanda han jugado hasta hace nada con la idea de dejar que la poblaci¨®n se contagie para inmunizarse). Y, donde se imponen restricciones, de Alemania a EE?UU, demasiada gente mantiene poca distancia social.
Espa?a est¨¢ tensa, desde La Moncloa hasta el pueblo m¨¢s remoto de la meseta. Esto saca lo mejor de nosotros. Y tambi¨¦n lo peor: amarillismo de las televisiones, insultos a transe¨²ntes sospechosos del saltarse el confinamiento, o a Torra ri?endo al Gobierno en la BBC. Pero incluso esto es bueno en tiempos de crisis, porque indica que las energ¨ªas de todos est¨¢n concentradas en el reto colectivo. Espa?a est¨¢ llena de amplificadores emocionales, como la familia o los amigos, grupos que transmiten la urgencia y la contundencia de las acciones a tomar. Somos una naci¨®n de ¡°peque?os pelotones¡±, que dir¨ªa Edmund Burke.
Otras sociedades occidentales son m¨¢s individualistas. Eso les da casas m¨¢s grandes, pero familias m¨¢s peque?as. Sus pelotones se han desintegrado m¨¢s y muchos temen escalar la monta?a en solitario. Sus dirigentes siguen viendo la crisis como una pol¨ªtica p¨²blica est¨¢ndar, calculando los costes y beneficios econ¨®micos, y no como lo que es: una guerra. Y en la guerra solo importa ganar, no el precio. Espa?a, sigue luchando as¨ª. Mantengamos la distancia social y la cercan¨ªa emocional. @VictorLapuente
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