Brecha educativa
Un tercio de los alumnos no disponen en sus domicilios de la tecnolog¨ªa necesaria para recibir clases virtuales
M¨¢s de 10 millones de estudiantes se est¨¢n viendo afectados por el cierre de las aulas y el confinamiento en sus domicilios al que obliga el estado de alarma. Todas las etapas de aprendizaje, desde infantil hasta universitaria, est¨¢n paralizadas y la vuelta a la normalidad sume en la incertidumbre a la comunidad educativa. Una de las primeras decisiones adoptadas por el Ministerio de Educaci¨®n, en colaboraci¨®n con las comunidades aut¨®nomas, ha sido retrasar la prueba de selectividad a los m¨¢s de 200.000 alumnos convocados este curso. A estas entidades les corresponde establecer par¨¢metros para evitar que los estudiantes pierdan el curso y velar para que los m¨¢s vulnerables desde el punto de vista socioecon¨®mico no queden atr¨¢s a causa de la emergencia sanitaria.
Editoriales anteriores
Hasta ahora son muchos los centros que han optado por impartir clases online o en formato telem¨¢tico, un recurso que ha puesto de manifiesto las diferencias entre las plataformas de aprendizaje y la existencia de un nutrido n¨²mero de alumnos desfavorecidos que no disponen de los materiales imprescindibles, empezando por un ordenador adecuado. Esta crisis ha desvelado que uno de cada tres no puede recibir en sus domicilios clases virtuales, ya sea por carecer de ordenador o de acceso a Internet. En un intento de sortear la brecha tecnol¨®gica, Educaci¨®n ha puesto en marcha el programa Aprendemos en casa, en colaboraci¨®n con RTVE, editoriales especializadas y portales educativos, para permitir que esos alumnos de 6 a 16 a?os pertenecientes a familias m¨¢s desfavorecidas o de entornos culturalmente menos ricos, puedan acceder de alguna forma a contenidos pedag¨®gicos. Se trata de que los escolares no pierdan la tensi¨®n educativa y que mantengan una cierta disciplina en las pautas pedag¨®gicas. Recurrir a la televisi¨®n p¨²blica y a editoriales especializadas permitir¨¢ mitigar el desequilibrio en el uso de herramientas inform¨¢ticas que a¨²n persiste en la sociedad, pero no colmar una brecha que debi¨® haberse cerrado mucho antes.
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