Tarde pero bien
Cuando el Gobierno se tom¨® en serio la situaci¨®n, el personal sanitario respondi¨® con una responsabilidad admirable, los ciudadanos empezaron a comportarse de manera ejemplar y as¨ª hasta ahora
No s¨¦ de quien sali¨® el dicho ¡°tarde y mal¡±. Era una doble cr¨ªtica: los remedios a una situaci¨®n determinada se hab¨ªan adoptado tarde y, adem¨¢s, la soluci¨®n era inadecuada. Por tanto, inoportunidad e inconveniencia. Un error desde todos los puntos de vista.
Pues bien, en el caso de la pandemia de coronavirus que nos asola, pienso que la actuaci¨®n del Gobierno ha sido tard¨ªa, una irresponsabilidad grave, pero que en cuanto se ha puesto en acci¨®n, el 9 de marzo, el Ejecutivo lo est¨¢ haciendo razonablemente bien. Dicho esto con una prevenci¨®n necesaria que los lectores imagino pueden suponer: ni soy experto en la materia, ni conozco con exactitud como est¨¢n gestionando las diversas Administraciones p¨²blicas las instrucciones que el Gobierno le da en virtud de las facultades otorgadas por el decreto de estado de alarma. Escribo como simple ciudadano que contempla, estupefacto, este panorama devastado.
Lleg¨® tarde el Gobierno, de eso ya no caben dudas. Los ciudadanos ignor¨¢bamos la magnitud de la tragedia, pero no los responsables pol¨ªticos: ya hab¨ªan recibido suficientes informes y recomendaciones de organismos cient¨ªficos europeos e internacionales como para tomar las medidas pertinentes y no lo hicieron, exactamente no tomaron ninguna. Ni se prohibieron manifestaciones, ni partidos de f¨²tbol, ni corridas de toros o asambleas de partidos, es decir, aquellos acontecimientos en los que la aglomeraci¨®n de personas facilitaba el contacto personal y, por tanto, el contagio. Eran las medidas m¨ªnimas que hab¨ªa que adoptar y nada se hizo.
A¨²n recuerdo que en la semana que finalizaba el domingo 8 de marzo el debate pol¨ªtico estuvo centrado en aprobar el proyecto de ley de libertad sexual ¡ªla ¡°prohibici¨®n del piropo¡±, como la han denominado algunos con sorna¡ª que no corr¨ªa prisa alguna excepto para mostrarlo como trofeo en la manifestaci¨®n del D¨ªa de la Mujer. A¨²n recuerdo las im¨¢genes de una Irene Montero, ministra de Igualdad ¡ªpor cierto un curioso Ministerio¡ª pase¨¢ndose triunfante para ser felicitada por sus compa?eras. Un modo de hacer pol¨ªtica pueril y amateur, pura propaganda partidista e ideol¨®gica, nada que ver con un Estado serio y que pasar¨¢ a la historia como una verg¨¹enza.
Pero a partir de aquel d¨ªa las cosas cambiaron. El lunes se anunciaron medidas para el Consejo de Ministros del martes y all¨ª comenz¨® todo. El Gobierno se tom¨® en serio la situaci¨®n, el personal sanitario respondi¨® con una responsabilidad admirable, los ciudadanos empezaron a comportarse de manera ejemplar y as¨ª hasta ahora. ?Est¨¢bamos preparados? No. ?En estos d¨ªas se ha hecho lo que se ha podido? S¨ª. ?La actividad del Gobierno va en la buena direcci¨®n? Tambi¨¦n. ?Cu¨¢l es esta buena direcci¨®n? Primero, contener la epidemia y, segundo, adoptar las medidas necesarias para que la Espa?a del d¨ªa despu¨¦s no sea un pa¨ªs destruido y arruinado. Bien pero tarde.
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