El helic¨®ptero de EE UU

Finalmente, el Congreso de EE?UU lleg¨® a un acuerdo en la madrugada de ayer para el plan de rescate m¨¢s importante de la historia del pa¨ªs por un valor cercano a los dos billones de d¨®lares en ayudas a empresas y ciudadanos para tratar de paliar los estragos de la pandemia del coronavirus en la primera econom¨ªa del mundo. Pero lo ha hecho con un retraso que puede resultar demoledor en un momento en el que cada hora cuenta. M¨¢xime cuando m¨¢s de 30 millones de ciudadanos carecen de cualquier seguro m¨¦dico ¡ªa diferencia de lo que sucede en Europa¡ª por culpa de la aviesa reversi¨®n de la reforma sanitaria de Barack Obama. Ello augura problemas sociosanitarios grav¨ªsimos y el endurecimiento de la recesi¨®n econ¨®mica en ciernes.

La propuesta original presentada por los republicanos e impulsada por Donald Trump ten¨ªa aspectos de opacidad en el reparto de las ayudas incompatibles con la transparencia exigida en una democracia, m¨¢xime en tiempos de grave crisis. El secretario del Tesoro y hombre de confianza de Trump, Steven Mnuchin, no tendr¨ªa por qu¨¦ hacer p¨²blicos los beneficiarios de las ayudas hasta pasados seis meses y las empresas beneficiarias recibir¨ªan el dinero sin contrapartida alguna, entre otras, por ejemplo, el mantenimiento de los empleos. Ahora habr¨¢ un inspector general que controlar¨¢ las decisiones que se tomen sobre las cantidades que se facilitar¨¢n.

Que EE?UU haya puesto en marcha su maquinaria econ¨®mica al servicio de la lucha contra las consecuencias, tambi¨¦n sociales, de la pandemia es sin duda una buena noticia. Entre las medidas que muestran lo cr¨ªtico de la situaci¨®n destacan el ingreso mediante cheque en las cuentas particulares de la mayor parte de los estadounidenses de cantidades en torno a los 1.500 d¨®lares por adulto y unos 500 por cada menor. El helic¨®ptero de Milton Friedman. Las cuentas de EE?UU se disponen a recibir uno de los mayores golpes de su historia. Las agencias de calificaci¨®n ofrecen cifras que van del 14% al 30% en la ca¨ªda de la econom¨ªa.

El retraso en aprobar la medida puede parecer insignificante, pero en este caso se suma a una cascada de reacciones demoradas en el combate al coronavirus que han caracterizado la estrategia de EE?UU. Hasta hace poco, Trump proclamaba que ¡°en un par de d¨ªas¡± el n¨²mero de contagiados en EE?UU se reducir¨ªa a cero. Pero en apenas 20 d¨ªas ya es el tercer pa¨ªs del mundo con mayor n¨²mero de contagios en una alarmante curva ascendente. Si Trump hubiera prestado atenci¨®n en febrero a la gravedad de la situaci¨®n, el gigante automovil¨ªstico Ford y la el¨¦ctrica General Electric podr¨ªan haber puesto a disposici¨®n de los m¨¦dicos estadounidenses respiradores a mediados de abril. Ahora, el consejero delegado de Ford, Jim Hackett, ha advertido que no estar¨¢n listos hasta junio.