M¨¦xico ante la crisis econ¨®mica que viene

A¨²n no conocemos los alcances de la inminente crisis econ¨®mica, pero m¨¢s all¨¢ de la p¨¦rdida de miles de vidas, la consecuencia de la pandemia de la Covid-19 ser¨¢ una de las recesiones econ¨®micas m¨¢s severas que hemos vivido. M¨¦xico no ser¨¢ la excepci¨®n. Los principales analistas ven al pa¨ªs en una situaci¨®n particularmente fr¨¢gil. Las estimaciones auguran una contracci¨®n del PIB entre el 5% y el 7% para 2020.

En el corto plazo, habr¨¢ una afectaci¨®n a la oferta por la disminuci¨®n de la capacidad productiva como resultado de una ca¨ªda en la fuerza de trabajo y la interrupci¨®n de las cadenas de suministro. Posteriormente, la demanda caer¨¢ producto de una ca¨ªda del consumo por el aislamiento social, una inversi¨®n que ya ven¨ªa en picada y una contracci¨®n del gasto p¨²blico por el desplome de los ingresos tributarios.

Situaciones extraordinarias llaman a tomar acciones excepcionales. Los gobiernos de pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses del mundo est¨¢n tomando medidas para enfrentar la crisis. Algunas de estas intervenciones han sido de pol¨ªtica monetaria: reducir tasas de inter¨¦s mientras se inyecta liquidez al sistema bancario para evitar un contagio al sector financiero. Las propuestas y acciones m¨¢s ambiciosas, no obstante, est¨¢n en la pol¨ªtica fiscal.

La respuesta del Estado mexicano debe ser proporcional al tama?o de la crisis que enfrentaremos. Debe ampliar de forma significativa el gasto p¨²blico y as¨ª, buscar reactivar la econom¨ªa. Las medidas propuestas dentro del Consejo Consultivo Ciudadano: Pensando en M¨¦xico plantean tres horizontes: inmediato, a corto y mediano plazo. A esta iniciativa se han sumado otras del economista Santiago Levy, organismos empresariales y gobiernos estatales.

M¨¢s all¨¢ de la urgencia de transferir todos los recursos necesarios al sector salud y postergar los pagos de seguridad social y las declaraciones anuales, la medida inmediata m¨¢s imperativa es apoyar a las empresas m¨¢s fr¨¢giles para que no cierren y millones de mexicanos pierdan su empleo. Para esto, proponemos que el Estado asuma el papel de comprador de ¨²ltimo recurso para los sectores en mayor riesgo. Esto consiste en que el Gobierno reponga los ingresos por ventas perdidas para las micro, peque?as y medianas empresas de los sectores de comercio al por menor y de servicios de alojamiento temporal y de preparaci¨®n de alimentos y bebidas.

Estos dos sectores est¨¢n en particular riesgo por la ca¨ªda de ventas y la fragilidad financiera de las empresas que los componen. Las transferencias no tienen que ser a fondo perdido. El Estado puede comprar de forma anticipada servicios que ya consume, por ejemplo, la estancia en hoteles de servidores p¨²blicos. Tambi¨¦n podr¨ªa pagar hospedajes a los trabajadores del sector salud que temen poner en riesgo a sus familias. O incluso, utilizar los hoteles como centros de aislamiento social para personas positivas de la Covid-19, pero que no tengan necesidad de un cuidado m¨¦dico intensivo. Tambi¨¦n podr¨ªan comprar los inventarios de tiendas al por menor para distribuirlos entre la poblaci¨®n.

Una estimaci¨®n propia indica que reponer el 40% de la demanda durante tres meses equivaldr¨ªa a 2,6% del PIB. No es poca cosa. Prevendr¨ªa que 2,4 millones de empresas, que emplean a m¨¢s de 13 millones de trabajadores, quiebren y que sus trabajadores pierdan su empleo.

Esta medida est¨¢ inspirada en la propuesta publicada por los economistas Saez & Zucman que plantean una intervenci¨®n de esta naturaleza para toda la econom¨ªa estadounidense. Claramente el Estado mexicano no tiene la capacidad para un esfuerzo de esta magnitud, pero s¨ª para ayudar a las empresas que est¨¢n en mayor riesgo.

En el corto plazo ¡ªabril¡ª la propuesta es no solo acelerar la dispersi¨®n de las transferencias monetarias sino aumentarlas. El objetivo es inyectar dinero a la econom¨ªa para reactivar el consumo lo antes posible. La idea se centra, en primer lugar, en aumentar las pensiones de adultos mayores en un 25?% porque es uno de los programas gubernamentales m¨¢s avanzados y donde ser¨¢ sencillo aumentar su dispersi¨®n. Al mismo tiempo, crear un seguro de desempleo, administrado por el IMSS que d¨¦ al trabajador el 50?% de su salario hasta por seis meses. Ambos programas costar¨ªan 0,8% del PIB seg¨²n las estimaciones iniciales.

El esfuerzo de enfocarse en los trabajadores formales se debe a la facilidad de su implementaci¨®n y la velocidad que la acci¨®n requiere. Se ha mencionado, acertadamente, que los trabajadores informales, el 56% de la fuerza laboral en el pa¨ªs, son los m¨¢s vulnerables en la crisis que viene. Pero la realidad es que, si en circunstancias normales el Gobierno tiene dificultades para llegar a ellos, en estas condiciones ser¨¢ imposible alcanzarlos con la velocidad necesaria.

Para reactivar el consumo hay que inyectar recursos r¨¢pido; hay que poner dinero en las manos de la gente para que consuma lo antes posible. Si se pone a disposici¨®n de los trabajadores formales o se garantiza que las empresas no cierren y sigan pagando los salarios, el dinero llegar¨¢ al resto de la econom¨ªa a trav¨¦s del consumo. Es un acierto enfocarse en los m¨¢s vulnerables, pero debemos tener en cuenta la capacidad del Estado al plantear estas intervenciones.

En el mediano plazo, al concluir la crisis sanitaria, la propuesta es lanzar un gran plan de infraestructura. A pesar de los proyectos ic¨®nicos del Gobierno, el presupuesto de 2020 contemplaba la inversi¨®n p¨²blica m¨¢s baja de la historia y la construcci¨®n ya estaba deprimida en M¨¦xico por una serie de razones en las que no profundiza este texto. Este plan debe estar enfocado en infraestructura de transporte, de salud, educaci¨®n y urbana. Ya existen versiones del plan, que incluso puede ser financiado por el sector privado.

Los grandes proyectos del Gobierno deben ser revaluados. El aeropuerto de Santa Luc¨ªa y el Tren Maya no se deben detener; al contrario, se debe acelerar el gasto en ellos. La refiner¨ªa de Dos Bocas, no obstante, debe cancelarse. Si antes de la ca¨ªda de los precios del petr¨®leo era un mal negocio, ahora es una m¨¢quina de perder dinero. El plan de inversi¨®n de Pemex debe ser descartado y reemplazado por uno que tome en cuenta la nueva realidad del valor del crudo. Ninguno de los nuevos proyectos de Pemex es viable con los precios actuales. Los recursos de la cancelaci¨®n de Dos Bocas y la reducci¨®n del plan de inversiones de Pemex pueden ser transferidos a los programas citados anteriormente.

Hasta ahora, solamente el Infonavit, el instituto de vivienda de los trabajadores, ha presentado acciones que abonan en la direcci¨®n correcta, como un seguro de desempleo y diferimientos de pago. Pero el resto del Gobierno brilla por su ausencia. El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, decepcion¨® con su intervenci¨®n en la Convenci¨®n Bancaria, donde no anunci¨® ninguna medida contra la crisis econ¨®mica. Por si fuera poco, el presidente planea reducir a¨²n m¨¢s los salarios de funcionarios p¨²blicos. Mientras, el SAT no posterga las declaraciones y pide ser ¡°solidarios¡±. Aunque al pa¨ªs le urge recaudar m¨¢s impuestos, este no es el momento. La venta para una reforma fiscal se ha esfumado. En este momento lo que urge es poner dinero en las manos de la gente para que gaste, pero el Gobierno hace todo lo contrario.

Debe abandonarse la restricci¨®n del super¨¢vit primario autoimpuesta por el Gobierno y utilizar la l¨ªnea de cr¨¦dito flexible que tiene M¨¦xico con el Fondo Monetario Internacional por 61.000 millones de d¨®lares y los 158.000 millones de pesos que quedan en el Fondo de Estabilizaci¨®n de los Ingresos Presupuestarios.

Hace casi 90 a?os, durante la Gran Depresi¨®n, J.M. Keynes recet¨® que la ¨²nica manera de salir de una crisis de esa magnitud es incrementando la demanda a trav¨¦s de una expansi¨®n significativa del gasto del Gobierno. Decir que la respuesta de nuestro Gobierno ha sido t¨ªmida, ser¨ªa ser generosos. Estamos ante lo que probablemente ser¨¢ la crisis econ¨®mica m¨¢s profunda de las ¨²ltimas d¨¦cadas y las respuestas deben ser proporcionales. Hasta ahora, la Administraci¨®n parece desde?ar las recomendaciones de pol¨ªtica econ¨®mica que guiaron a gobiernos de izquierda durante m¨¢s de 30 a?os e insiste en el dogma neoliberal de mantener ¡°las finanzas p¨²blicas sanas¡±.

Jorge Andr¨¦s Casta?eda es analista e integrante del Consejo Consultivo Ciudadano: Pensando en M¨¦xico.