Tercera dosis

El tercer plan de choque aprobado por el Gobierno complementa los dos paquetes anteriores destinados a compensar los efectos del par¨®n dr¨¢stico de la econom¨ªa, necesario para combatir la pandemia del coronavirus. No es un secreto que los colectivos econ¨®micos m¨¢s afectados son los trabajadores m¨¢s precarios, las peque?as empresas y los aut¨®nomos. A ellos va dirigido este tercer plan de choque. Incluye, entre otros aspectos, cr¨¦ditos sin inter¨¦s para los inquilinos, la suspensi¨®n total de los desahucios, un subsidio de 440 euros para los trabajadores que no tengan acceso al seguro de paro, la moratoria del pago de las cotizaciones a los aut¨®nomos, la opci¨®n de aplazar los cr¨¦ditos al consumo, la ampliaci¨®n de la moratoria de las hipotecas a oficinas y locales y una prohibici¨®n total de los cortes de suministros b¨¢sicos (agua, gas y electricidad) durante el estado de alarma.

El an¨¢lisis de las medidas revela, como no podr¨ªa ser de otra manera en un conjunto tan abigarrado de disposiciones, un cierto desconcierto a la hora de aplicarlas y tambi¨¦n la percepci¨®n de que en algunos casos son insuficientes para cumplir los objetivos previstos, por una falta de contundencia derivada de las dificultades del erario p¨²blico. Los cr¨¦ditos a tipo cero para facilitar el pago del alquiler mensual (en caso de que el propietario sea un gran tenedor de inmuebles y descarte reducir la mensualidad en el 50%) pueden ser un alivio, pero una consecuencia posible es que el arrendatario vea aumentar su deuda en los pr¨®ximos meses. En el caso de los aut¨®nomos, las moratorias y aplazamientos compensan parcialmente una situaci¨®n que en algunos casos es catastr¨®fica, pero el Gobierno deber¨ªa considerar tambi¨¦n si el l¨ªmite para acceder a las ayudas (que hayan perdido al menos el 75% de los ingresos) no es un list¨®n demasiado alto. No es descartable que en las pr¨®ximas semanas aparezca un cuarto plan para cerrar los flancos sociales que todav¨ªa permanecen abiertos.

Pero las cr¨ªticas, sin duda justificadas por la inquietud de pymes y aut¨®nomos, no tienen siempre en cuenta que los planes de choque tienen como ¨²nico objetivo evitar los da?os inmediatos y los que puedan aparecer en el plazo de meses. Dicho de otra forma, las medidas de urgencia no van a resolver los problemas de fondo del alquiler o la debilidad estructural de las peque?as empresas; una situaci¨®n excepcional, dram¨¢tica en muchos aspectos, no es el momento para resolver problemas de fondo, que requieren de acuerdos y leyes de mayor alcance y consenso. No obstante, las deficiencias de aplicaci¨®n de las medidas deber¨ªan subsanarse con rapidez, porque han de surtir efecto en un plazo breve de tiempo.

La brusquedad de la emergencia deber¨ªa disculpar algunas vacilaciones; pero en las ¨²ltimas semanas se ha acumulado la experiencia suficiente para actuar con mayor decisi¨®n. Sigue siendo cierto que en una econom¨ªa tan integrada como la espa?ola infunden tanta o m¨¢s confianza que la acci¨®n del Gobierno las decisiones que proponga o adopte la Uni¨®n Europea. La econom¨ªa espa?ola recibir¨ªa una dosis importante de confianza si se desbloquearan los eurobonos; o si se concretara, como parece que es el prop¨®sito de algunos l¨ªderes, un fondo de desempleo comunitario, aunque sea en la modalidad de reaseguro. Los escudos nacionales tienen que apoyarse en una protecci¨®n europea sin reservas.