Auge, ¨¦tica y est¨¦tica de la ¡®dick pick¡¯ durante el confinamiento: si vas a hacerlo, hazlo bien
Los h¨¢bitos sexuales cambian durante el confinamiento y la distancia social lleva a nuevas formas de er¨®tica y seducci¨®n, aunque casi todas acaban en la imagen de una de las cosas m¨¢s fotografiadas del siglo XXI
?Dick pic? Evitar anglicismos es un acto de buen periodismo, pero convengamos que evitar su traducci¨®n m¨¢s directa es aqu¨ª un acto de elegancia. Ese t¨¦rmino define la foto que un hombre se toma de su miembro para enviarla a otra persona, dentro del contexto de un cortejo sexual digital que es casi exclusivo del siglo XXI y tiene su denominaci¨®n de origen en las redes sociales (sean estas de ligar o no: las fotos expl¨ªcitas desbordan los mensajes privados de Instagram). Tampoco es del todo nuevo. En los noventa se pod¨ªan enviar por Internet, aunque tardaban mucho m¨¢s en llegar. En los ochenta se pod¨ªan publicar en revistas de contactos, aunque hab¨ªa que pasar por el trago de que alguien las hiciese y alguien las revelase. Por haber, hay historiadores que creen que el poeta Walt Whitman se las hac¨ªa ya a finales del siglo XIX.
Durante estos d¨ªas de confinamiento debido a la pandemia del Covid-19 en los que muchas parejas que no viven juntas se han visto privadas de momentos ¨ªntimos y los solteros no pueden salir a ligar, el sexting se ha convertido en un arma poderosa para el simulacro de normalidad. Tanto que desde The Guardian los expertos lo recomiendan y hasta publicaciones juveniles como Teen Vogue explican c¨®mo hacerlo bien (para absoluto horror de la prensa cristiana). Todo esto suele acabar en una imagen que ya est¨¢ casi en el ADN de las redes sociales del siglo XXI y circula privadamente con m¨¢s cantidad, rapidez y difusi¨®n que la de cualquier celebridad: un pene.
Dentro de este fen¨®meno de la 'dick pic' hay muchas variables, pero la ¨¦tica es la m¨¢s importante. Tatu¨¦monos esto en el interior de los p¨¢rpados antes de continuar la lectura: enviar una foto de este tipo a alguien que no la ha solicitado es acoso
Dentro de este fen¨®meno de la dick pic hay muchas variables, pero la ¨¦tica es la m¨¢s importante. Tatu¨¦monos esto en el interior de los p¨¢rpados antes de continuar la lectura: enviar una foto de este tipo a alguien que no la ha solicitado es acoso. Y recordemos tambi¨¦n, como informan a ICON desde la Polic¨ªa Nacional, que si bien "realizar sexting no es delito, difundir fotos intimas de otras personas que nos hayan enviado previamente o incluso reenviar las de desconocidos si podr¨ªa serlo".
Internet es el terreno perfecto para actualizar una vieja figura: la del hombre que se abr¨ªa la gabardina para mostrar su sexo en un aparcamiento, ahora envalentonado tras el anonimato y la impunidad. "Seg¨²n las cifras, el deseo de exhibicionismo en los genitales se da m¨¢s en hombres que en mujeres y el ¨ªndice de hombres que sufren un trastorno que podamos tildar de parafilia est¨¢ sobre el dos por ciento". explica la sex¨®loga Eva Moreno, que acaba de publicar el libro Mi deseo depende de m¨ª (Editorial Grijalbo). ?Cu¨¢ndo se considera una parafilia? "Cuando es un deseo incontrolable que, de no satisfacerse, provoca estados de angustia y ansiedad".
"Los hombres que env¨ªan indiscriminadamente la imagen de sus genitales buscan incomodar a la persona que la recibe, como una forma de transgredir cualquier norma", contin¨²a la especialista. "Tambi¨¦n es una forma de reafirmarse en su virilidad. A veces, la falta de autoestima lleva a que esa sea la ¨²nica forma de hacerlo. Enviar esa imagen provoca una falsa sensaci¨®n de poder y control sobre quien la recibe". Superadas estas consideraciones previas, queda claro que estamos hablando de una foto ¨ªntima enviada por un adulto a otro adulto que, previamente, se la ha solicitado.
Para el que la env¨ªa, como suger¨ªa la sex¨®loga, es un ritual que puede tener algo de autoafirmaci¨®n, de egocentrismo. Quien env¨ªa una foto de su pene act¨²a como el artista que descorre la cortina de su ¨²ltima obra pict¨®rica: espera una rese?a y espera que sea buena. "Si lo que buscas es solamente sexo, ense?ar la mercanc¨ªa desde el principio deja muy claro tu prop¨®sito", apunta Moreno. Pero para quien la recibe, tiene a veces algo m¨¢s pr¨¢ctico que la mera excitaci¨®n. ¡°En una foto de este tipo hay much¨ªsima informaci¨®n que va m¨¢s all¨¢ del tama?o¡±, explica una escritora madrile?a que ronda los cuarenta a?os. ¡°La iluminaci¨®n es b¨¢sica para m¨ª. Una fotograf¨ªa ¨ªntima en la oscuridad y la penumbra me hace pensar autom¨¢ticamente en psicopat¨ªa. Y luego est¨¢ el decorado, las s¨¢banas, la elecci¨®n de la ropa interior. Me da la sensaci¨®n de que muchos hombres hacen la foto y, directamente, la env¨ªan sin echar un vistazo. Eso dice mucho de si son detallistas, si cuidan las formas¡±.
Este amor por la fotograf¨ªa anat¨®mica no lo comparte todo el mundo. El mundo dick pic es absolutamente divisivo: es tan f¨¢cil encontrar gente que las usa, las reclama y las disfruta como gente a la que su sola existencia les horroriza. No hay aqu¨ª medias tintas. Por ejemplo, para este ingeniero murciano que no llega a los treinta a?os, para el que el proceso tiene m¨¢s problemas est¨¦ticos que morales: "Pienso en enviar una foto de mi propio pene a una mujer y me inunda una verg¨¹enza enorme. Incluso, aunque en algunos casos pueda ser oportuno, no podr¨ªa porque no ser¨ªa capaz de sacar adelante el proceso. Me produce mucho bochorno imaginarme a alguien dedic¨¢ndose a eso en su casa, ensayando poses y ¨¢ngulos en soledad".
No te creas todo lo que ves. ¡°Si la c¨¢mara tiene un objetivo angular distorsiona la proporci¨®n y, al acercarla, crea algo parecido al efecto ojo de pez. Eso hace que lo que est¨¦ en primer plano parezca m¨¢s grande", explica un fot¨®grafo
"Detesto este tipo de fotos, no participo en la fiebre falocr¨¢tica que asola el mundo gay y adem¨¢s un pene no me parece una cosa muy fotog¨¦nica en general", afirma otro desertor del sexo 2.0, en este caso madrile?o y en la treintena. "Obviamente, una dick pic implica la promesa de buen sexo. Y eso forma parte de una tendencia contempor¨¢nea al reduccionismo, a tomar la parte por el todo, es decir, a hacer metonimia vital". Para otras, hay en esta idea tan audiovisual del placer sexual mucho de brecha generacional. "Recibir la foto de un pene me provoca sobresalto y risa y desde luego no me excita en absoluto", explica una editora barcelonesa que se acerca a los cuarenta a?os. "Si esto ocurriese en un contexto de coqueteo pensar¨ªa que la persona que me la env¨ªa est¨¢ un poco loca y se me quitar¨ªan de forma autom¨¢tica las ganas de seguir ligando. Soy consciente de que esto es una frontera cultural y generacional, porque veo en series juveniles como Euphoria que est¨¢ perfectamente admitido y aceptado".
Un funcionario gallego de treinta y cinco a?os, que usa espor¨¢dicamente redes para conocer gente y mantener encuentros sexuales con otros hombres, representa todo lo contrario: exige este tipo de im¨¢genes a sus citas por una cuesti¨®n puramente pr¨¢ctica: ¡°Mira, si me voy a recorrer quince kil¨®metros en coche quiero saber lo que me voy a encontrar¡±, explica. ¡°Cuando quedo con otro hombre para tener sexo, exijo ver antes fotos de todo. No quiero darme sustos. No es tanto por el tama?o, que muchos hombres se equivocan con eso, como por la forma. Busco un pene bonito. Adem¨¢s, el tama?o puede enga?ar, hay mil maneras de hacer que algo parezca m¨¢s grande o m¨¢s peque?o. Sin embargo, la est¨¦tica est¨¢ ah¨ª, no se puede disimular¡±.
"Si lo que buscas es solamente sexo, ense?ar la mercanc¨ªa desde el principio deja muy claro tu prop¨®sito", apunta la sex¨®loga. Pero para quien la recibe, tiene a veces algo m¨¢s pr¨¢ctico que la mera excitaci¨®n. ¡°En una foto de este tipo hay much¨ªsima informaci¨®n que va m¨¢s all¨¢ del tama?o¡±, explica una escritora madrile?a
Un fot¨®grafo nos confirma que es muy f¨¢cil enga?ar a la lente y, por lo tanto, al receptor de la imagen. ¡°Si la c¨¢mara tiene un objetivo angular distorsiona la proporci¨®n y, al acercarla, crea algo parecido al efecto ojo de pez. Eso hace que lo que est¨¦ en primer plano parezca m¨¢s grande. La c¨¢mara que los iPhone llevan de serie tiene estas caracter¨ªsticas, as¨ª que basta poner el m¨®vil delante de lo que quieres fotografiar para obtener una foto en lo que aquello que est¨¢ en primer t¨¦rmino se ve muy grande y el resto no¡±. ?Sus consejos? ¡°Nunca pongas el flash, no te acerques la c¨¢mara desde abajo para alterar el tama?o, que eso se nota mucho, y elige siempre que puedas luz natural de una ventana¡±.
?Pero cuando empez¨® a interesarnos tanto esta parte del sexo meramente visual? ?Cu¨¢ndo se convirti¨® el deseo en una especie de libro de anatom¨ªa? (Una curiosidad: mientras de los hombres se reclama m¨¢s la foto de su pene, de las mujeres se reclama m¨¢s la foto de sus pechos). La influencia de la pornograf¨ªa es obvia en la configuraci¨®n del deseo sexual en las generaciones m¨¢s recientes. "El modelo sexual del porno ha influido en nuestra educaci¨®n sexual, claro", confirma la sex¨®loga Eva Moreno. "Son tantos los inputs sexuales que recibimos desde el porno y desde los medios de comunicaci¨®n que construimos la sexualidad desde un modelo de autoexigencia: 'tengo que tener el pene m¨¢s grande, tengo que aguantar m¨¢s tiempo'... Una larga lista de falsas creencias que nos pueden llevar a alejarnos del sexo por vivirlo m¨¢s como una carga que como una experiencia placentera. No hay que demonizar el porno, pero s¨ª echo profundamente de menos m¨¢s educaci¨®n y menos tapujos para hablar de sexo y piel". Conclusi¨®n: seamos creativos durante el confinamiento, saquemos partido de la tecnolog¨ªa y sus posibilidades si lo deseamos, pero volvamos a disfrutar despu¨¦s de un tacto que vaya m¨¢s all¨¢ del que ofrece la pantalla del m¨®vil.
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