?Residencias, villas de retiro, casas compartidas? C¨®mo va a vivir la jubilaci¨®n una generaci¨®n sin hijos ni ahorros
Esta es la pregunta que trata de resolver el arquitecto vallisoletano ?scar Miguel Ares, volcado en encontrar soluciones para la que ya ha recibido el nombre de 'marea gris', la masa de poblaci¨®n envejecida que poblar¨¢ Espa?a en apenas dos d¨¦cadas
El para¨ªso de los ancianos est¨¢ en el norte de Florida y se llama The Villages. En esta megaurbanizaci¨®n, que fue construida de la nada y tiene una superficie del tama?o de Granada, viven m¨¢s de 120.000 personas y la media de edad se sit¨²a en los 75 a?os. No hay nada aburrido ni gris en estas villas pensadas para una jubilaci¨®n dorada. Sus habitantes salen de fiesta m¨¢s que cuando eran j¨®venes. Los distintos complejos urban¨ªsticos est¨¢n conectados por carreteras en los que vecinos en shorts se mueven en carritos de golf. Hace a?os que les retiraron el permiso de conducir. Todas las tardes van a la plaza de su barrio o a la del vecino para ver un concierto y beber mojito aprovechando la happy hour. Siempre luce el sol tropical en sus casas de madera y est¨¢n a la sombra del personal sanitario que cuida de sus achaques nonagenarios.
El para¨ªso de nuestros mayores en Espa?a se llama residencia o casa en un pueblo abandonado sin ascensor ni Mercadona. Pero eso puede cambiar. El arquitecto del momento en Valladolid, ?scar Miguel Ares, se ha propuesto mejorar la calidad de vida de los ancianos rehabilitando para ellos zonas urbanas que no son funcionales en la actualidad. "Nadie quiere abandonar su casa aunque no pueda subir ni las escaleras; el deseo del 93% de los ancianos es permanecer en el hogar, pero para ello es necesario adaptar las viviendas y hacerlas m¨¢s accesibles", explica. Ares va a desarrollar esta idea en el barrio obrero de La Pinilla, en San Andr¨¦s del Rabanedo, Le¨®n. Ser¨¢ su experiencia piloto.
Cuando la Junta contrat¨® su estudio, Contextos de Arquitectura y Urbanismo, para rehabilitar esta zona marginal, se encontraron con que, adem¨¢s, hab¨ªa un elevado ¨ªndice de envejecimiento. "M¨¢s del 50% de las personas que viven all¨ª tiene m¨¢s de 75 a?os. Lo que parece una an¨¦cdota no lo es. Esto mismo est¨¢ ocurriendo en muchas ciudades de la Espa?a vaciada", indica. Y opina que, por mucho que nos guste pensar que una ciudad de provincia es un buen sitio para envejecer, no lo es. "Hay una imagen muy buc¨®lica de lo que son las capitales peque?as. El problema que tienen lugares como Le¨®n o Segovia es que los conocemos desde el turismo. Si analizamos con bistur¨ª las zonas colindantes vemos que hay bolsas de tejido urbano de gente mayor con escasos recursos que no pueden costearse una residencia", indica.
Jubilarse en un barrio franquista
San Andr¨¦s del Rabanedo es uno de esos municipios colindantes donde no hay turismo ni comercios. Uno de sus barrios, La Pinilla, fue creado en los a?os cuarenta y sesenta por la Obra Sindical del Hogar y el Instituto Nacional de la Vivienda para las personas que viv¨ªan en el que hoy es el Pantano de Ria?o. "Est¨¢ formado por casas peque?¨ªsimas, de 40 y 45 metros cuadrados, donde han vivido familias de m¨¢s de cuatro personas. No existe movilidad vertical ¨Cascensores¨C ni movilidad horizontal. A ciertas edades una ba?era puede ser un obst¨¢culo", afirma.
?scar recuerda que en su visita al barrio se le "cay¨® el mundo a los pies al ver una se?ora que sufr¨ªa much¨ªsimo porque ten¨ªa un problema de artritis. Ten¨ªa que bajar desde un tercer piso a la planta baja para hacer la comida porque las antiguas carboneras, que se situaban all¨ª, fueron convertidas en cocinas. Esa se?ora estaba sola, no viv¨ªa con nadie, y ten¨ªa que subir las escaleras varias veces al d¨ªa".
Lo que Ares propone es m¨¢s econ¨®mico que construir residencias. "En vez de invertir recursos p¨²blicos en construir residencias, que son caras, se podr¨ªan destinar a la rehabilitaci¨®n de viviendas donde hay una gran cantidad de personas mayores. El coste de adaptar 500 casas es el equivalente a construir tres residencias", afirma. "Adoptemos soluciones inteligentes, como es mejorar los barrios para crear un ambiente agradable, y reformar pisos que est¨¢n en situaciones paup¨¦rrimas", apunta.
"Hay un porcentaje de la poblaci¨®n envejecida muy elevado, pero el panorama que est¨¢ por venir es desolador. Yo vivo en Valladolid, donde el 25,6% de la poblaci¨®n tiene m¨¢s de 65 a?os. Para el a?o 2050 se prev¨¦ que sea el 37% y que la poblaci¨®n haya disminuido un 27%. La situaci¨®n ser¨¢ peor en Zamora, Salamanca o Le¨®n, entre otras provincias. Seg¨²n Naciones Unidas, en 2050 Espa?a va a ser el pa¨ªs m¨¢s envejecido del planeta", apunta. Estos datos fueron publicados en un estudio presentado por la arquitecta Paz Mart¨ªn, ganadora de la beca Leonardo y autora de la exposici¨®n Envejezando.
?Qu¨¦ hacemos con la 'marea gris'?
Ares tiene ahora 46 a?os, es joven. Pero cuando pone la vista en su vejez se preocupa. Hay un cambio educativo y generacional: "Mis hijos no van a cuidar de m¨ª, como ocurre en estos pueblos". Uno se pregunta de d¨®nde va a salir el dinero para construir tantas residencias si las pensiones est¨¢n en entredicho. Este arquitecto vallisoletano ve como ¨²nica soluci¨®n emplear los pocos fondos que hay en realizar peque?as intervenciones: "Lo m¨¢s caro es poner un ascensor. El resto es barato: colocar duchas donde hab¨ªa ba?eras, bajar la altura de las encimaras o colocar dispositivos que conecten con la teleasistencia".
Pero no todos los recursos deben provenir del Estado. La marea gris, funesto t¨¦rmino con el que se conoce este fen¨®meno demogr¨¢fico, puede convertirse en un foco generador de empleo. "Por cada tres mayores har¨¢ falta un trabajador", opina ?scar. Muchos mayores del futuro, los j¨®venes de hoy, no tendr¨¢n hijos ni herencias que dejar. Querr¨¢n viajar, cenar en restaurantes, disfrutar de sus aficiones¡ Ser¨¢ un nuevo modelo econ¨®mico. Con suerte las residencias convencionales dejar¨¢n de ser la ¨²nica opci¨®n. "Los que tengan capacidad econ¨®mica podr¨¢n optar por modelos como las residencias, el cohousing o los pisos tutelados".
En un mundo ideal, el que sue?a Ares, las nuevas residencias se parecer¨¢n m¨¢s a hoteles y no a pasillos con dep¨®sitos para mayores. ?l mismo construy¨® esta utop¨ªa en Aldeamayor de San Mart¨ªn (Valladolid). Su residencia fue galardonada en la XVI Bienal Espa?ola de Arquitectura y Urbanismo y ha obtenido reconocimientos en Nueva York y Venecia; adem¨¢s ha sido seleccionada como uno de los proyectos que van a representar a Espa?a en la pr¨®xima edici¨®n de la Bienal de Venecia.
No sabemos si llegaremos a ver un The Villages espa?ol. ?l intent¨® hacer algo parecido, una ciudad de la salud y el bienestar, pero el proyecto fracas¨® por la oposici¨®n de grupos ecologistas. Todav¨ªa no se explica qu¨¦ inconveniente vieron esos colectivos en la creaci¨®n de esta especie de campamento de verano permanente para los ancianos: "No hab¨ªa campos de golf, simplemente parques para pasear y charlar".
Ares seguir¨¢ volc¨¢ndose con este grupo, el de la marea gris, que tanto le preocupa: "Como arquitecto tengo un contrato social y me debo a los m¨¢s vulnerables". La visibilidad no es el motor de este vallisoletano que ostenta decenas de premios nacionales e internacionales como el American Architecture Prize (New York, 2017, Bilbao 2019), el International Architecture Awards 2018 concedido por The Chicago Athenaeum / Europeen (Atenas, 2018) o The Plan Award, (Venecia 2018, Mil¨¢n 2019). No es f¨¢cil brillar cuando uno se ocupa de la marea gris.
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