Democracia demediada
Una visi¨®n aut¨¦nticamente democr¨¢tica exige entender que un sistema sin espacio p¨²blico no es m¨¢s que un sistema incompleto
Debido a la presi¨®n de la UE y diferentes asociaciones de derechos humanos, los ultraconservadores polacos acaban de aparcar en el Congreso dos pol¨¦micos proyectos de ley: el primero, para restringir todav¨ªa m¨¢s el acceso a la interrupci¨®n legal del embarazo, ya bastante cercenado; el segundo, para castigar cualquier tipo de educaci¨®n sexual con el C¨®digo Penal. La raz¨®n para intentar aprobar los proyectos que ahora congelan es evidente: aprovechar las limitaciones de la pandemia, que imped¨ªan una movilizaci¨®n masiva en las calles. Como contraste, en la vecina Alemania, el Tribunal Constitucional acaba de defender el derecho de manifestaci¨®n, incluso en tiempos de coronavirus, siempre que se cumplan las normas de distanciamiento vigentes.
La diferencia entre un pa¨ªs y otro est¨¢ en la calidad democr¨¢tica de su respuesta. Mientras en Berl¨ªn son conscientes de que la desaparici¨®n de la esfera p¨²blica provocar¨ªa un aislamiento pol¨ªtico que podr¨ªa ser letal para la salud democr¨¢tica, en Varsovia, el Gobierno ultraconservador intenta aprovechar la situaci¨®n para incrementar o reforzar su poder e influencia, a sabiendas de que la situaci¨®n de emergencia desactiva una de las formas m¨¢s esenciales de control al Ejecutivo: la posibilidad de aparecer colectivamente en el espacio p¨²blico, es decir, el derecho de reuni¨®n. Una de las voces que nos advirti¨® sobre estos peligros fue la de Hannah Arendt, para quien el aislamiento pol¨ªtico comportaba la completa eliminaci¨®n de la vida p¨²blica y, en los casos m¨¢s extremos, la destrucci¨®n de la vida privada, pues los individuos separados sentir¨ªan la experiencia, casi inhumana, ¡°de no pertenecer en absoluto al mundo¡±.
Situar los derechos por encima de cualquier ¡°tr¨¢gica decisi¨®n¡± debido a la emergencia sanitaria es similar a lo afirmado hace escasos d¨ªas por J¨¹rgen Habermas respecto de la necesaria protecci¨®n de la vida fuera de cualquier c¨¢lculo utilitarista. Los derechos fundamentales, dec¨ªa el fil¨®sofo, ¡°proh¨ªben que las instituciones estatales tomen cualquier decisi¨®n que permita la muerte de las personas¡±, ya tengan 30 u 80 a?os. Algo parecido sucede con la conexi¨®n entre espacio p¨²blico y democracia, una relaci¨®n com¨²nmente instrumentalizada por los populismos. Mientras, para el populista, la democracia es solo un instrumento para llevar a cabo su programa, una visi¨®n aut¨¦nticamente democr¨¢tica exige entender que un sistema sin espacio p¨²blico no ser¨ªa sino una democracia demediada, pues aquella es siempre un sistema de realizaci¨®n de principios. Separados, como ocurr¨ªa con las dos mitades del c¨¦lebre vizconde de Italo Calvino, solo producen recelo, convirti¨¦ndose en carnaza para quien, en el fondo, no quiere ni la una ni lo otro. @MariamMartinezB
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