Esto solo da para un pacto minimalista
Si hay oportunidad para un acuerdo, se requiere como condici¨®n previa insoslayable un cambio radical de actitudes
Pedro S¨¢nchez y Pablo Casado se ver¨¢n hoy las caras con objeto de explorar si hay espacio para un gran acuerdo de Estado, unos nuevos pactos de la Moncloa. La raz¨®n dice que eso es necesario, porque si ahora, cuando nos jugamos tant¨ªsimo, es imposible, ?cu¨¢ndo? Y adem¨¢s, el grueso de la ciudadan¨ªa lo reclama. La experiencia contradice la raz¨®n: hasta ahora ha sido imposible. Hasta hoy ha ocurrido en pol¨ªtica casi todo lo peor, y ya nos advierte el adagio romano de que quien no puede lo menos, dif¨ªcilmente podr¨¢ lo m¨¢s.
Pero si raz¨®n y experiencia no conjugan, igual la esperanza de muchos obliga. En realidad, ya ha habido acuerdos durante este largo periodo pand¨¦mico. Elementales, sobre el estado de alarma, menos es nada. Y envueltos en la ret¨®rica de la confrontaci¨®n y la gestualidad de la inquina. Pero tambi¨¦n algo, como una mejorable conferencia de presidentes, es mejor que nada.
Si hay oportunidad para un pacto, se requiere como condici¨®n previa insoslayable un cambio radical de actitudes. En un caso, de m¨¦todo; en el otro, de prioridad.
El l¨ªder del poder deber¨ªa cambiar de m¨¦todo: ser m¨¢s propositivo que impositivo, convencer m¨¢s que vencer, nunca convocar p¨²blicamente antes de seducir en privado, atraer en vez de responder. El l¨ªder del contrapoder, que la oposici¨®n es tambi¨¦n una suerte de poder ¡ªy su pasarela¡ª, tendr¨ªa que modificar su prioridad: la obsesi¨®n de los espa?oles no consiste en echar ya al Gobierno, mejor o peor, pero leg¨ªtimo, sino salir del terrible entuerto generado por la pandemia, con cesiones, pactos, renuncias y ententes, como sucede en los pa¨ªses normales.
Constatados los empecinamientos y desencuentros ¡ªque no es momento de detallar y atribuir¡ª, solo parece viable un pacto, aunque ambicioso en su n¨²mero de firmantes, minimalista en sus objetivos. A recorrer en distintas velocidades, seg¨²n las capacidades de cada uno, y pactando el diapas¨®n de los desacuerdos.
Hay cinco ¨¢mbitos urgentes en los que fraguar complicidades transversales: el refuerzo de la salud p¨²blica a trav¨¦s de la regeneraci¨®n del sistema sanitario; la estrategia de reactivaci¨®n econ¨®mica en conjunci¨®n con Europa; la conjura social para evitar que los vulnerables devengan marginados; una nueva sinton¨ªa territorial, y una cierta recomposici¨®n institucional.
Quiz¨¢ solo puedan alcanzarse, y toquemos madera, en algunos: ?salud?, ?econom¨ªa? Pero ser¨ªa dilapidar la expectativa ciudadana si fuese imposible en todos. Empiecen con un ¨ªndice.
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