Digitalizar para reconstruir Europa
El d¨ªa despu¨¦s de la pandemia requerir¨¢ una nueva estrategia industrial basada en las nuevas tecnolog¨ªas
Las preguntas se amontonan. ?C¨®mo ser¨¢ el mundo despu¨¦s del coronavirus? ?Qu¨¦ cambios geopol¨ªticos vamos a contemplar? ?Asistiremos a un repliegue de la globalizaci¨®n? ?Est¨¢n funcionando las instituciones europeas? ?Superar¨¢ la UE esta nueva crisis, cuando a¨²n est¨¢ pendiente la que ha supuesto el Brexit?
Son muchas las incertidumbres, pero hay algunos aspectos sobre los que s¨ª podemos albergar certezas. En estas l¨ªneas, voy a concentrarme en el ¡°d¨ªa D¡±, esto es, el d¨ªa despu¨¦s de que concluya nuestro confinamiento y debamos poner todo nuestro esfuerzo en la reconstrucci¨®n de Europa. Explicar¨¦ cu¨¢l debe ser, en mi opini¨®n, el vector fundamental de esa reconstrucci¨®n.
Antes debo apuntar que el comportamiento de las instituciones europeas durante esta crisis ha sido m¨¢s relevante de lo que las cr¨ªticas de descoordinaci¨®n, lentitud y liderazgo pueden sugerir. El BCE ha lanzado un programa de compra de deuda de 750.000 millones de euros, gracias al cual la prima de riesgo en pa¨ªses como el nuestro no se ha desbocado. La Comisi¨®n ha flexibilizado las normas del Pacto de Estabilidad con relaci¨®n a la disciplina presupuestaria y, con el apoyo del Parlamento Europeo, ha garantizado el funcionamiento del mercado ¨²nico para que los suministros m¨¦dicos pudieran llegar; ha organizado licitaciones conjuntas para comprar equipamiento; ha facilitado est¨¢ndares de producci¨®n de equipos y ha propuesto el fondo SURE para el mantenimiento del empleo, por citar algunas actuaciones.
Sin embargo, es cierto que las discrepancias en el Consejo (el ¨®rgano comunitario con m¨¢s poder y atribuciones) han retrasado la consecuci¨®n de un acuerdo que, en una primera fase, movilizar¨¢ 500.000 millones de euros. La extraordinaria gravedad del momento exig¨ªa otros tiempos.
Necesitamos un Espacio Europeo de Datos donde datos fiables sean accesibles para instituciones p¨²blicas, investigadores y empresas
Dicho esto, volvamos al ¡°d¨ªa D¡±, al d¨ªa cada vez m¨¢s cercano en el que debamos ponernos a la tarea de reconstruir Europa. La palabra reconstrucci¨®n no es exagerada. La magnitud y la escala de esta crisis nos sit¨²an ante un fabuloso reto econ¨®mico, pol¨ªtico y social, que pone de nuevo a prueba el proyecto europeo. El impacto de la pandemia ser¨¢ mayor que el de la crisis de 2008. Har¨¢ falta mucho m¨¢s que pol¨ªticas monetarias. Nuestra prioridad, junto con la atenci¨®n a las personas vulnerables y la preparaci¨®n para futuras crisis sanitarias, ha de ser la reconstrucci¨®n de Europa. Y eso no ser¨¢ posible sin nueva estrategia europea de pol¨ªtica industrial cuya piedra angular sea la digitalizaci¨®n. La UE debe poner el foco de sus esfuerzos en profundizar en la econom¨ªa de datos; desplegar las infraestructuras digitales; consolidar desarrollos tecnol¨®gicos como la inteligencia artificial y acelerar la formaci¨®n digital.
Las tendencias que se prev¨¦n en lo que se refiere a datos constituyen una ventaja para la industria europea. El volumen de datos no solo va a multiplicarse exponencialmente, sino que proceder¨¢ de los objetos y sistemas (productos de consumo, componentes industriales o sensores), y no tanto de plataformas sociales o del comercio, como en la actualidad. Europa tiene una posici¨®n competitiva en ¨¢reas como las manufacturas (con un liderazgo claro de la automoci¨®n), el software industrial y la rob¨®tica, por lo que este cambio de tendencia representa una gran oportunidad. Para aprovecharla necesitamos un Espacio Europeo de Datos donde datos fiables sean accesibles para las instituciones p¨²blicas, los investigadores y las empresas (singularmente, las pymes). Eso exige un gran esfuerzo en materia de est¨¢ndares e interoperabilidad y terminar con urgencia con la fragmentaci¨®n legislativa sobre los datos.
Un segundo objetivo es la conectividad, gracias a la cual durante la cuarentena hemos podido trabajar desde casa, mantener la ense?anza en colegios y universidades, disfrutar del ocio, etc¨¦tera. Es imprescindible seguir promoviendo la inversi¨®n en redes 5G y de muy alta capacidad y dotarnos de m¨¢s infraestructuras de nube, procesadores y supercomputadores. La UE debe redoblar el esfuerzo en investigaci¨®n e innovaci¨®n, garantizando que el futuro Programa Marco de Investigaci¨®n Horizonte Europa y el Programa Europa Digital est¨¦n suficientemente dotados.
Por ¨²ltimo, la pandemia ha puesto de relieve la importancia de las llamadas e-skills, demostrando que necesitamos un plan de acci¨®n contundente para asegurar que todo el mundo cuenta con los conocimientos y habilidades imprescindibles para conducirse en el mundo digital.
Nada de esto ser¨¢ posible si los ciudadanos desconf¨ªan del uso que se hace de sus datos. La confianza es un aspecto fundamental que exige abordar un amplio conjunto de elementos de naturaleza ¨¦tica, responsabilidad legal, transparencia y ciberseguridad. En materia de digitalizaci¨®n, Europa se ha caracterizado siempre por avanzar respetando la centralidad del individuo y la protecci¨®n de su privacidad. As¨ª debe seguir siendo. El proyecto europeo se ha ido edificando sobre sucesivas crisis. Estamos ahora ante una sanitaria, econ¨®mica y social que reclama un enfoque integrado. Con m¨¢s de 430 millones de habitantes y un Mercado ?nico, la UE cuenta con las econom¨ªas de escala necesarias para afrontar conjuntamente una situaci¨®n in¨¦dita.
La digitalizaci¨®n es palanca de la reconstrucci¨®n europea. Estamos a un paso del ¡°d¨ªa D¡±.
Pilar del Castillo es eurodiputada y presidenta del European Internet Forum (EIF).
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