Solo una ca?a

La historia, tal como la conceb¨ªamos hasta ahora, consist¨ªa en que hab¨ªa Estados y naciones con fronteras y banderas; l¨ªderes pol¨ªticos amigos o enemigos; jefes religiosos representantes en la tierra de sus dioses respectivos; guerras de ocupaci¨®n con gran variedad de latrocinios, hambrunas, matanzas y genocidios; intercambio comercial planetario de productos de toda ¨ªndole; torneos deportivos, ritos ancestrales y mitos que daban por supuesto que el Homo sapiens era el rey de este planeta. Ha bastado con la aparici¨®n en escena de la covid-19, que apenas mide cien millon¨¦simas de mil¨ªmetro, para que los pilares de la historia en apariencia se hayan venido abajo. Este ente, que limita con la nada, ha convertido a todos los l¨ªderes pol¨ªticos en mu?ecos confusos que dan garrotazos de ciego a una pi?ata; ha transformado la bomba de neutrones, los misiles nucleares en pura antigualla y los desfiles militares en el desaf¨ªo infantil de la cuca?a; ha hecho que el Papa de Roma se pasee como un fantasma inerme por un Vaticano des¨¦rtico sin saber a qu¨¦ ser omnipotente hay que atribuir este da?o infernal; ha diluido en la inanidad Juegos Ol¨ªmpicos, ligas de f¨²tbol, ferias de arte, fiestas populares, corridas de toros, procesiones y romer¨ªas, y ha devuelto el orgullo del Homo sapiens a la perplejidad del mono cient¨ªfico. Vale, la historia se ha ido a la mierda. Esta pandemia es un avance de lo que podr¨ªa ser pasado ma?ana el fin de la raza humana. ?Qu¨¦ tal si nos tomamos una ca?a? Hay que volver a comenzar por el principio. La luz del sol, el agua, la tierra, el aire, el fuego. Puede que estos elementos primordiales presocr¨¢ticos hayan creado a la humanidad como una aventura qu¨ªmica sin sentido. Pero ?qu¨¦ tal si esa ca?a de cerveza deja que la espuma bien fr¨ªa nos moje el estern¨®n en una terraza junto al mar bajo este sol de primavera?