La in¨¦dita reacci¨®n del Banco de Inglaterra a la embestida de la covid-19
Los Gobiernos han de movilizar dinero para asegurar la supervivencia de quienes han perdido su empleo, pero la cantidad es tan colosal que la financiaci¨®n se convierte en un problema
El Banco de Inglaterra ha anunciado una medida ins¨®lita y normalmente prohibida: Financiaci¨®n directo e ilimitada al Gobierno brit¨¢nico. Veremos por qu¨¦ esta instituci¨®n monetaria brit¨¢nica ha tomado esta decisi¨®n, teniendo en cuenta el contexto extraordinario en el que estamos hoy en d¨ªa.
Seguimos viviendo una situaci¨®n sin precedentes: algo tan min¨²sculo como un virus ha conseguido frenar la mayor¨ªa de las actividades econ¨®micas a escala planetaria. Han desaparecido viajeros en aviones y trenes, los restaurantes y los bares llevan un mes sin que vaya ni un cliente a consumir algo, y otros tantos comercios (librer¨ªas, ferreter¨ªas, peluquer¨ªas, gimnasios¡) tambi¨¦n mantienen sus puertas cerradas. El confinamiento, que nos impide salir a trabajar (salvo algunas profesiones, por ejemplo, empleados de supermercados y polic¨ªas), est¨¢ obligando a que cambiemos nuestras prioridades econ¨®micas.
Huelga decir que lo m¨¢s importante ahora para todos los l¨ªderes pol¨ªticos del mundo es acabar con la expansi¨®n de esta pandemia, porque no se puede volver a la vida normal mientras siga habiendo nuevos contagios. Se ha hecho esencial la producci¨®n de todos los art¨ªculos relacionados con nuestra lucha contra la covid-19: desde la de alimentos y otros bienes (papel higi¨¦nico, jabones, detergentes¡), a los servicios b¨¢sicos (sanitarios, transporte p¨²blico para los que s¨ª necesitan seguir trabajando, recogida de basura, luz, agua, gas, Internet y telefon¨ªa¡). Pero el resto de las actividades econ¨®micas est¨¢n paradas excepto aquellas que permiten trabajar desde casa (contables, abogados, dise?adores, inform¨¢ticos etc.). Mejor dicho: para millones de personas, ahora est¨¢ pr¨¢cticamente prohibido trabajar.
Los gobiernos han de movilizar una cantidad enorme de dinero para quienes han perdido su empleo
La imposibilidad de desempe?ar un empleo y, por lo tanto, de ganar un ingreso ha obligado a que distintos Estados garanticen los medios de vida pues, si les impiden trabajar, tienen que compensarlo. No sabemos si el confinamiento se levantar¨¢ en un par de semanas o durar¨¢ meses, pero algunos sectores necesitar¨¢n m¨¢s tiempo que otros en recuperarse. Sobre todo los sectores relacionados con el turismo (aerol¨ªneas de bajo coste, trenes, hoteles, restaurantes¡) se ver¨¢n muy afectados, ya que la reanudaci¨®n de su actividad depende de la desaparici¨®n de esta enfermedad, no solo en Espa?a, sino tambi¨¦n de aquellos pa¨ªses de donde vienen la mayor¨ªa de los turistas. No sabemos todav¨ªa si nuestro estilo de vida ser¨¢ distinto despu¨¦s del confinamiento, pero es posible que crezca la demanda de algunos productos y servicios (mascarillas, desinfectantes, plataformas de videoconferencia...) mientras que se reduzca la de otros (reserva de pisos tur¨ªsticos, viajes compartidos¡). Se necesitar¨¢ cierto tiempo para que aquellos que viv¨ªan de esos sectores con menor demanda busquen la vida en otros que est¨¦n mejor.
Por estas razones, los Gobiernos han de movilizar una cantidad enorme de dinero para asegurar la supervivencia de esas personas que han perdido su empleo o cuyo negocio ha sido gravemente afectado, pero la cantidad es tan colosal que la financiaci¨®n se convierte en otro tema muy importante. Ante esta inminencia, el Banco Central brit¨¢nico se ha visto obligado a saltarse su l¨ªnea tradicional para atreverse a inyectar los fondos necesarios y as¨ª permitir que el Gobierno pueda poner en marcha distintas pol¨ªticas de est¨ªmulo econ¨®mico. Si bien esta pol¨ªtica no est¨¢ permitida en situaciones normales debido a las preocupaciones inflacionarias, ahora triunfa la prioridad de la vida.
El prolongamiento de la cuarentena nos est¨¢ obligando a reestructurar la econom¨ªa mundial. El G20 ha llegado al consenso de aplazar el pago de deudas de algunos pa¨ªses m¨¢s pobres y Pedro S¨¢nchez ha solicitado ya un nuevo Plan Marshall para la reconstrucci¨®n de la econom¨ªa europea. Pese a la imposibilidad de pronosticar el futuro, podr¨ªa decirse que ser¨¢ imprescindible volver a dise?ar nuestras actividades econ¨®micas para evitar que el paro masivo genere una hambruna en una buena parte de la poblaci¨®n mundial.
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