La moneda navarra que incentiva la recogida selectiva de residuos
La Mancomunidad de Irati, en Navarra, a la vanguardia de la econom¨ªa circular
Para dar cumplimiento a los objetivos de una econom¨ªa realmente circular y eficiente en el uso de los recursos es necesario generar novedades e innovaciones que atraigan la atenci¨®n del p¨²blico, disruptores respecto a la mera publicidad de separar bien, que estimulen la inteligencia y la participaci¨®n activa de la poblaci¨®n, y que puedan demostrar que son m¨¢s ecoeficientes que las grandes soluciones centralizadas y de alta tecnolog¨ªa. Estamos ante una carrera de adaptaci¨®n urgente, de ensayo y de error de mejores soluciones para afrontar la emergencia clim¨¢tica y de recursos. ?Lo conseguiremos?
?La Mancomunidad de Residuos S¨®lidos Urbanos (RSU) de Irati, en el territorio Foral de Navarra, una zona rural de apenas 5.500 habitantes y que resulta ser el coraz¨®n del movimiento ecoaldeano de la regi¨®n, ha dise?ado y est¨¢ implementando una moneda local, el irati, para incentivar la recuperaci¨®n efectiva de diferentes fracciones de residuos, principalmente materia org¨¢nica y pl¨¢sticos no envases, con el objetivo de que se queden recirculando en la econom¨ªa local. La entidad respalda la moneda social en Euros, por lo que un Irati equivale a un Euro y viceversa.
El 90% del comercio del valle acepta el irati
En 2019 ha iniciado la bonificaci¨®n con esta moneda a las vecinas y vecinos que realizan una excelente separaci¨®n de estos pl¨¢sticos no envases ¡ªque suelen depositarse en el contenedor de restos¡ª, llev¨¢ndolos al Punto Limpio. All¨ª la Mancomunidad de RSU de Irati los compra a raz¨®n de 0,5 iratis el kilo de pl¨¢stico bien separado.
El objetivo de esta compra o bonificaci¨®n de buena separaci¨®n en origen es reciclarla en las mejores condiciones de calidad, y acostumbrar a la ciudadan¨ªa que quiera colaborar y explorar ecosistemas m¨¢s eficientes, tambi¨¦n comercialmente. El pl¨¢stico se destina a procesos de extrusi¨®n para fabricar composteras y mobiliario urbano mediante un acuerdo con la f¨¢brica de Solteco, en Arnedo (La Rioja).
Desde su lanzamiento en 2019 ya se han puesto en circulaci¨®n 1.500 iratis correspondientes a unas tres toneladas de pl¨¢sticos que la ciudadan¨ªa ha separado y entregado, que se convertir¨¢ en vallado para las composteras comunitarias en 2020.
Hay m¨¢s de 30 comercios del valle que aceptan el irati (el 90%, el apoyo del comercio es mayoritario), para pagar total o parcialmente las compras, as¨ª como para ofrecerlo como el retorno en los cambios a sus clientes. La clave que los comercios tienen claro es asegurar que recircule esta moneda, y evitar que los euros que la respaldan se fuguen del territorio a las grandes superficies y cadenas de la ciudad.
La presidenta de la Mancomunidad, Mabel Ca?ada, se?ala que en primavera esperan integrarse en la cooperativa de dinero electr¨®nico EkhiLur. Las personas que separen residuos dispondr¨¢n de billetes de irati en mano, pero tendr¨¢n tambi¨¦n la posibilidad de tener una cuenta de dinero electr¨®nico. Es un proyecto similar al de la vecina moneda eusko del Pa¨ªs Vasco Franc¨¦s que implica a casi 1.000 comercios y mueve m¨¢s de tres millones de euros equivalentes al a?o. En el caso franc¨¦s la ciudadan¨ªa puede cambiar regularmente parte de su salario para comprometerse y comprometer una econom¨ªa m¨¢s circular tambi¨¦n en lo comercial y los productos de proximidad¡±.
En enero de 2020 la Mancomunidad ha extendido el sistema de bonificaci¨®n a la recogida domiciliaria de la materia org¨¢nica, con 100 hogares voluntarios, y se espera incrementar hasta 300 al final de a?o, para llegar al total de los 1.500 hogares al final de la legislatura. Ya hay casi 500 hogares que participan en compostaje dom¨¦stico y comunitario. Entre la bonificaci¨®n del compostaje o recogida domiciliaria de la fracci¨®n org¨¢nica, y la bonificaci¨®n y compra de los voluminosos pl¨¢sticos no envases, Mabel Ca?ada considera que se mejorar¨¢ en los pr¨®ximos dos a?os la cantidad y calidad de la recogida de todas las fracciones de residuos, hasta llegar a solo un 10% de materiales que no ser¨ªan recuperables e ir¨ªan a vertedero. Ese ha sido el destino final de cerca de 1.000 toneladas a finales de febrero y la previsi¨®n para 2024 es reducirla dr¨¢sticamente a penas 100 toneladas.
La moneda irati ¡°se gana, casa a casa, d¨ªa a d¨ªa, separando de manera excelente los residuos para su ¨®ptimo reciclado, y adquiere vida circulando comercio a comercio¡±. La bonificaci¨®n en org¨¢nica equivale a una cantidad de hasta 15 IRATIS al semestre que solo podr¨¢n usarse en compras en el comercio local o para pagar las tasas de basura que en esta comarca son de las m¨¢s altas del Estado. El comercio local ha sufrido especialmente desde la implantaci¨®n de los grandes centros comerciales y cadenas en Pamplona a lo largo de esta ¨²ltima d¨¦cada.
El respaldo en euros para emitir la moneda se estima en unos 8.000 euros al a?o, y atendiendo al uso en 2019, se podr¨¢ generar en el comercio local unas ventas a?adidas del orden de 30.000 euros en 2021. En los estudios sobre impacto en el uso de monedas complementarias, como en el caso de la Chiemgauer, en Baviera, o de la grama, en Santa Coloma de Gramanet (Catalu?a), se constata un efecto multiplicador de entre tres y seis veces en este tipo de estrategias de moneda local de uso comercial.
Un indicador ¨²til para medir la eficacia de estas monedas sociales es el multiplicador. Por ejemplo, si Eva cambia un billete de 10 euros en una y la gasta en un restaurante de Mart¨ªn, ¨¦l compra una botella de vino equivalente en el comercio de Patricia y ella cambia esta moneda social en euro para pagar a su proveedor externo, el efecto multiplicador es de dos (Eva a Mart¨ªn y Mart¨ªn a Patricia) y cuanto m¨¢s se usa dentro de la comunidad, m¨¢s pr¨®spera es la econom¨ªa local.
No es una casualidad que esta comarca navarra tenga una nutrida red de ecoaldeas. La presidenta de la Mancomunidad misma, Mabel Ca?ada, es una de las veteranas de la de Lakabe, y de la Red Ib¨¦rica de Ecoaldeas RIE. Lleva casi 30 a?os ecodise?ando una forma de vida realmente integrada en la naturaleza. Ca?ada explica: ¡°Cuando entr¨¦ como concejala en el Ayuntamiento de Arce, vi la oportunidad de trasladar a las esferas institucionales las innovaciones de ecodise?o que ven¨ªamos aplicando desde hac¨ªa d¨¦cadas en diferentes ecoaldeas del valle¡±.
En 2018 la Mancomunidad adquiri¨® un veh¨ªculo el¨¦ctrico para recoger la materia org¨¢nica, y reducir las emisiones en transporte, y su objetivo es que el 100% de los residuos org¨¢nicos se composten en la comarca ¡°para alimentar a la tierra que nos alimenta¡±. Seg¨²n Alfredo Morilla, t¨¦cnico de la asociaci¨®n Econom¨ªas BioRegionales, y codise?ador de la moneda y del sistema de gesti¨®n: ¡°La ecoaldea de Lakabe es la comunidad m¨¢s avanzada que hemos identificado en materia de gesti¨®n de los ciclos del carbono: este pueblo act¨²a como sumidero neto de carbono¡±.
Los v¨¢teres secos para compostar y fertilizar los prados, los gallinas y los cerdos para aprovechar los residuos de huertas y cocinas, la panader¨ªa ecol¨®gica que usa le?a para el horno, la total autosuficiencia energ¨¦tica renovable de la comunidad, salvo los veh¨ªculos... presentan un abastecimiento alimentario en cerca del 80% de las kilocalor¨ªas ingeridas. "Todos estos detalles hacen del metabolismo de este pueblo, y de esta Mancomunidad, un ejemplo claro de que se puede pasar de los dise?os ecoaldeanos a la conquista de las gestiones municipales m¨¢s eficientes, y hacer de la ecoeficiencia una estrategia de cambio de modelo de gesti¨®n de residuos y del desarrollo territorial m¨¢s integrado. Lakabe es un sumidero neto de carbono en sus suelos y montes¡±.
La moneda de bonificaci¨®n de comportamientos ecoeficientes para uso en el comercio local es una potente herramienta para un cambio de modelo econ¨®mico, en la vanguardia de ecosistemas econ¨®micos y sociales realmente circulares, realmente regeneradores.
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