C¨®mo Michael Jordan revolucion¨® el baloncesto y la moda masculina
La serie documental 'El ¨²ltimo baile' cuenta que el deportista, icono de estilo que paseaba con ch¨¢ndal y boina por Par¨ªs, logr¨® que el negocio de la moda encontrara su enorme potencial urbano
El n¨²mero de mayo ya est¨¢ disponible en formato PDF, y es descargable de forma gratuita haciendo clic aqu¨ª.
Un amigo me regal¨® el otro d¨ªa la mejor definici¨®n de la congoja: ¡°Es como ir a suicidarte y de camino a la ventana quitar el polvo de la mesa¡±. La frase me hizo sonre¨ªr. Exactamente esa es mi idea de la desesperaci¨®n, le dije. Tambi¨¦n pens¨¦ que as¨ª ¨¦ramos en los a?os noventa, cuando ¨¦l jam¨¢s lloraba y era un loco de Seinfeld y yo de Michael Jordan. Sin duda dos maneras de estar en el mundo.
El documental prueba que Jackson aplic¨® una estrategia maestra con Scottie Pippen, Dennis Rodman y el resto de los miembros de un grupo cuyo ¨¦xito fue el de Jordan, feroz individualista que entendi¨® las ventajas del trabajo en equipo
Gracias a la serie documental El ¨²ltimo baile (Netflix), he recordado cu¨¢nto me gustaba el que fue escolta de los Chicago Bulls entre 1984 y 1998. Si me preguntan a m¨ª, Jordan fue el deportista de m¨¢s talento, personalidad y belleza de la historia. Financiada en parte por el propio jugador, se compone de diez cap¨ªtulos y se centra en la temporada 1997-1998, la ¨²ltima de Phil Jackson como entrenador. Fumador de puros como Jordan, el documental prueba que Jackson aplic¨® una estrategia maestra con Scottie Pippen, Dennis Rodman y el resto de los miembros de un grupo cuyo ¨¦xito fue el de Jordan, feroz individualista que entendi¨® las ventajas del trabajo en equipo.
El t¨ªtulo de la serie esta tomado del lema que el entrenador aplic¨® al equipo aquella temporada final, en la que todos trabajaron sabiendo que estaban desahuciados por los due?os de la franquicia. Un lema preciso: pocos bailes tan bellos como cuando Jordan entraba a canasta. Puede que la serie sea un retrato amable de un icono de la cultura popular (un poco adicto al juego, un tanto tir¨¢nico en el vestuario, con una vida dom¨¦stica inexistente), que sin embargo no teme, a sus 57 a?os, presentarse durante las entrevistas con una copa de alcohol al alcance de la mano.
El ¨²ltimo baile es tambi¨¦n la historia de una revoluci¨®n en la industria de la moda masculina. No es ya que Jordan fuese un icono de estilo (basta verle pasear con ch¨¢ndal y boina por Par¨ªs o con aquellos trajes a lo Dick Tracy tan de mediados de los noventa), la serie tambi¨¦n cuenta c¨®mo contribuy¨® con las Air Jordan a la hegemon¨ªa de Nike en la ropa deportiva, un negocio que con ¨¦l encontr¨® su enorme potencial urbano.
Descubr¨ª a Jordan gracias a mi hermano David, fan¨¢tico suyo desde ni?o. Tanto como para convencer a su padre para que lo llevara al All Star Game de 1989, del que volvi¨® presumiendo de fotos del partido y del jugador. Despu¨¦s, Jordan se retir¨® prematuramente para jugar al b¨¦isbol en un equipo de segunda y un par de delincuentes comunes asesinaron a su padre por motivos todav¨ªa confusos. Yo me enganch¨¦ del todo con la vuelta del hijo pr¨®digo a la NBA. Se sobrepuso al fracaso para brindarnos el espect¨¢culo de su colosal resurrecci¨®n. Recuerdo ponerme el despertador estando embarazada para ver de madrugada los playoffs que retransmit¨ªa Andr¨¦s Montes y trag¨¢rmelos con mayor expectaci¨®n que unos Oscar. En 1998 tambi¨¦n se emiti¨® el cap¨ªtulo final de Seinfeld. Como tantos famosos de entonces, su protagonista se dejaba ver en los partidos de los Bulls. Cuando en uno le preguntaron a Jerry Seinfeld por las similitudes entre su serie y aquel prodigioso grupo respondi¨®: ¡°La serie de los noventa y el equipo de los noventa. Y adem¨¢s estamos consiguiendo que dejarlo sea tambi¨¦n la gran tendencia de los noventa¡±.
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